El Constructor dialogó con la vicepresidenta de la Cámara Minera de Salta y gerente de Relaciones Comunitarias de Lithium Américas Corp-Proyectos Pastos Grandes sobre el presente de la actividad de cara al cambio de matriz energética que acontece.
Cuando Fernanda Fraga inició su gestión en la Cámara Minera de Salta, en abril de 2021, eran tiempos aún de pandemia, donde la actividad debió hacer un gran esfuerzo para no solo mantener, sino también aumentar en 12% sus puestos de trabajo. Realmente, “la industria supo poner el hombro al país, la provincia y a nuestra puna”, entiende. Y detalla que, en el departamento de Los Andes, por ejemplo, el empleo minero representa el 52,7% del trabajo registrado.
Como Cámara, “somos un actor activo de nuestra sociedad, abierto y comprometido con la construcción de futuro para Salta y, por ello, somos parte de múltiples mesas de trabajo, entre ellas el Consejo Económico Social, un ente multipartito donde se delinean las directrices del desarrollo provincial. Hemos avanzado fuertemente en la capacitación de recursos humanos para la actividad minera. Este es un factor determinante para que cada vez más salteños sean parte de esta noble actividad”, puntualiza.
Lo hicieron firmando acuerdos con el Ministerio de Educación, con las principales universidades locales y con instituciones profesionales, como el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines.
¿Cuántos proyectos mineros están operativos en la provincia y cuántos son aquellos que están en fase de exploración?
Según información de la Secretaría de Minería, en materia aurífera, hay un proyecto en explotación, dos en factibilidad, dos en análisis económico preliminar (PEA) y tres, en exploración avanzada. Por otro lado, en relación con minería de cobre, hay un proyecto en factibilidad, cuatro en exploración avanzada y diez en exploración superficial. Los proyectos alrededor del litio son muchos. Hay cinco en construcción, tres en factibilidad, cinco en PEA y catorce en exploración avanzada.
¿Cuál es el porcentaje que la actividad aporta a la provincia a través de todos esos proyectos?
Por primera vez en la historia de la provincia, la actividad minera representa el segundo complejo exportador de Salta. Ese avance se debe a la producción de oro de la mina Lindero, que se sumó a la producción boratera y litiera en ciernes. Tenemos el privilegio de ser testigos de aquel potencial del que tanto se habló y que es una realidad minera tangible que incluye cada vez a más salteños.
¿Cómo encaran la actividad alrededor del litio en relación con el cambio de matriz energética?
Salta es la provincia con más salares del NOA argentino. Tenemos los de Rincón, Salinas Grandes, Pastos Grandes, Centenario, Ratones, Hombre Muerto, Antofalla, Arizaro, Llullaillaco, Pozuelos, Río Grande, Incahuasi, Pular, Diablillos, Cauchari, Tolillar y Pocitos. Algunos de ellos son, incluso, compartidos por más de una compañía. Contamos con cinco proyectos de litio en etapa de construcción: entre ellos, Mariana, de Ganfeng Lithium; Centenario-Ratones, de Eramine Sudamérica; Thingian y Sal, de Los Ángeles, de la empresa coreana Posco. Esto demuestra que el litio para Salta, así como para otras provincias del Norte, es una oportunidad de lograr un expertise que permite potenciarnos. Pero, también, representa una responsabilidad. Nosotros tenemos muy claro que hoy la transición de la matriz energética es un imperativo para el planeta y nos hacemos cargo de la responsabilidad de desarrollar el recurso.
¿Cuáles son los activos más valorados con los que cuenta la provincia para atraer inversiones?
Nuestro país es bendecido por la cantidad de minerales que posee, pero no todas las regiones han sabido trabajar para poner esos recursos en valor. La provincia de Salta desarrolló una política de Estado de fomento a la actividad, además de que presenta muchas ventajas: en primer lugar, hay una sólida institucionalidad; segundo, tiene seguridad jurídica (que incluye la Ley 8164 de Promoción Minera y regímenes de fomento a la inversión para exportaciones); luego, su ubicación estratégica (limita con tres países vecinos y es parte del corredor bioceánico que permite acceso a los mercados del Atlántico y del Pacífico); así como sus amplios recursos solares. A ello, debe sumarse que la actividad cuenta con importante licencia social de las comunidades cercanas a los proyectos.
INFRAESTRUCTURA PARA EL DESARROLLO MINERO
Actualmente, ¿el sector privado y el público están trabajando de manera coordinada para lograr lo que propone la ley para la promoción de la infraestructura minera?
Este es un camino que aún estamos comenzando a recorrer, ha habido excelentes iniciativas, como el consorcio público-privado para el mantenimiento de la ruta 129, que representan un hito a replicar en las diferentes rutas mineras. Si bien este es un trabajo que le compete al Estado, no podemos seguir esperando, ya que esto aumenta los costos logísticos, pero, principalmente, los riesgos de siniestralidad. La tasa de siniestralidad es de cinco accidentes por semana, y aunque la decisión es política, los actores deben poner de su parte para que esto se resuelva.
¿Qué obras de infraestructura considera que sigue necesitando Salta?
En un territorio tan extenso y con densidad poblacional tan baja, lo que es conexión es una deuda pendiente no solo hacia la actividad, sino, principalmente, hacia las comunidades locales. Necesitamos infraestructura que garantice el acceso al agua potable y a la energía. En una región con un potencial envidiable para el uso de energía solar es necesario que se haga efectivo el acceso en las diferentes dimensiones, a través de parques solares y gasoductos que complementen a la energía renovable. También, debemos contar con redes ferroviarias que nos permitan sacar el producto; que nos aseguren costos y fiabilidad logística para comercializar el mineral.
¿Tiene conocimiento de cuán avanzado está el proyecto de los caminos para la puna? ¿De qué manera agregan valor a la producción minera?
Tal como comenté, las vías de comunicación son el talón de Aquiles del departamento de Los Andes, y esto es más evidente en un momento en que la actividad minera y, con ella, la transportista, crecieron de forma exponencial. Hoy, lamentablemente, los avances no alcanzan. Las rutas 51, 27, 17 y 129 son la columna vertebral del mapa minero; con cinco proyectos en construcción y uno en operación. Pero, desde la pandemia, tanto el tráfico como la siniestralidad han avanzado, requiriendo un compromiso de todos los ámbitos: el Estado debería tomar el protagonismo que la situación requiere, pero también los contratistas y las empresas mineras. Realmente, el principio “La Seguridad es trabajo de todos” que tanto conocemos es un llamado a todos los sectores a trabajar en pos de rutas asfaltadas, correctamente señalizadas y seguras.
¿Cómo evalúa el proyecto de construcción de un nodo logístico minero en la Puna?
El proyecto de REMSA, del Nodo Logístico Minero de Olacapato, tiene el objetivo de poder responder a todas las necesidades de las empresas mineras en la Puna salteña. Ubicado en las inmediaciones de la RN 51 y la RP 27, con acceso a energía y a la traza del Ferrocarril Belgrano C14, incluirá un área industrial, playa de transferencia, estación exclusiva de tren ramal C14, planta de residuos mineros y metales pesados, alojamiento, zona comercial, estación de servicios, servicentro, estacionamiento, seguridad integral las 24 horas, alumbrado público y cámaras de seguridad; centro de salud, oficinas públicas y privadas, y los servicios básicos como luz, gas, agua, y acceso a Internet. Este es un proyecto muy bienvenido por una minería que avanza. Sobre la RN 51, la obra que se está ejecutando es la pavimentación del tramo Alto Chorrillo-Campo Amarillo, que beneficia de manera directa a la localidad de San Antonio de los Cobres. Se trata del tercer tramo que es parte de los cinco convenios para pavimentar entre San Antonio de los Cobres y el Paso de Sico. Esta obra, reactivada en noviembre de 2021, finalizará en octubre de 2023. Sobre los tramos restantes, se trata de Mina Poma-Alto Chorrillo, con una inversión estimada de $1480 millones y que trabaja actualmente su proyecto ejecutivo. Además, se proyecta pavimentar el tramo San Antonio de los Cobres-Mina Poma; Campo Amarillo-Salar del Rincón y Salar del Rincón-Paso de Sico, aunque aún no tienen fecha de licitación.
Teniendo en cuenta el aporte que realiza la actividad a la provincia, ¿cree que la antinomia ecología/minería está saldada?
La falsa antinomia ecología/ minería está saldada porque actividades como los monitoreos sociales participativos que están reglamentados por la provincia suponen la inclusión de las comunidades en todo el proceso de monitoreo, desde la capacitación previa hasta la toma de muestras y la presentación de los resultados de los análisis de laboratorio. Otro actor principal en estas actividades es la Secretaría de Minería con el ente de fiscalización y Policía minera. Asimismo, las Mesas de trabajo Social de las diferentes cuencas donde se desarrolla la minería son una instancia donde las comunidades cercanas, las empresas y la Secretaría de Minería se relacionan de forma directa, sin ninguna intermediación en pos del desarrollo local. Eso genera lazos duraderos de construcción de confianza que convierten a Salta en un ejemplo de buenas prácticas mineras, ya que los resultados superaron las expectativas. Actualmente, en muchas de las cuencas, el trabajo en conjunto entre empresas, así como en alianzas público-privado, son habituales para delinear y llevar a cabo proyectos.