En diálogo con El Constructor, el presidente del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), Ing. Pablo Bereciartua, dentro de las obras de infraestructura del 2023, destacó la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner por el impacto significativo que va a tener en la matriz energética y, por lo tanto, en la economía y en las posibilidades de desarrollo de la Argentina.
En cuanto a las posibilidades del país asociadas al proceso político, el Ing. Pablo Bereciartua, presidente del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), destaca que “este año se ha consolidado la idea de que el país tiene una oportunidad muy significativa en la inversión en infraestructura y tecnología en sectores como la energía, la minería, la producción de alimentos y la economía del conocimiento”.
¿Ve con ojos positivos el futuro del país en materia de exportación?
Argentina podría duplicar sus exportaciones en los próximos diez años. Un ejemplo de eso fue la Semana de la Ingeniería, en el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), que estuvo concentrada en la transición y la evolución energética, y dejó como mensaje la enorme oportunidad que enfrentamos en el país y que logramos aumentar significativamente la inversión en esas áreas donde la ingeniería es fundamental. Asimismo, a partir de 2024, Argentina podría convertirse en un exportador regional de petróleo a los países vecinos aprovechando la infraestructura existente de gasoductos. A partir de 2030, el boom exportador podría generar más de USD 45.000 millones anuales de exportaciones adicionales si la producción escala a 750.000 barriles diarios de petróleo y 140 millones de m3 diarios de gas. Cifras realistas y realizables si se invirtieran alrededor de USD 50.000 millones.
Por otra parte, como referente de la ingeniería, manifiesta que la profesión tiene que impactar en la agenda nacional, tener participación en la definición de las políticas y los proyectos necesarios. Y en cuanto a las grandes oportunidades, “si se trabaja en resolver y mejorar la disponibilidad de energías, las capacidades de transporte y logísticas que disminuyen los costos de las exportaciones, esto hace más competitivas las economías regionales, promoviendo la inversión industrial. Hay que generar posibilidades concretas donde la ingeniería pueda impactar en el desarrollo y en la generación de riqueza del país”.
¿Otro punto para mejorar es trabajar en actualizar los planes de estudio y también generar mayor difusión de la ingeniería como profesión?
Exacto, y quitarle la imagen de difícil y mostrarla como posibilidad para el desarrollo profesional de los estudiantes, sobre todo en los niveles de los colegios secundarios. Muchos de los desafíos que enfrentamos se resuelven con más ingeniería. Hoy hay un ingeniero cada 6000 habitantes.
Otra área que el CAI desarrolla constantemente es la comunicación, ¿qué opina al respecto?
Es central para nuestras sociedades actuales donde podemos abordar cuestiones que son complejas. El lenguaje de la ingeniería tiene una doble vertiente; por un lado, el sistema técnico que posibilita la materialización de los proyectos. Por el otro, el ideológico, que sostiene un conjunto de saberes que determinan el objetivo final de esa materialización. Por este motivo, al igual que el lenguaje en general, el ingenieril es dinámico, cambia a la par del desarrollo humano y facilita la comprensión de las soluciones de los problemas humanos y ambientales. También estimular el diálogo como una forma expresiva de este lenguaje es fundamental.
De hecho, en los últimos dos años, el Centro ha organizado charlas, seminarios, congresos y otros eventos para fortalecer la red, la pluralidad, el respeto al disenso y el fortalecimiento de la democracia. “La habilidad de comunicarse efectivamente es esencial para un ingeniero que aspire a practicar en el mundo globalizado. La comunicación no solo se limita a la transmisión de información, sino que también implica la comprensión de la información recibida. Y en consideración con sus interlocutores (en este caso la empresa pública o privada) debe existir el ánimo de consensuar a través del lenguaje para mejorar la eficiencia y la productividad”.
MEDIDAS DEL PRÓXIMO GOBIERNO
Para quien se posicione en las próximas elecciones, ¿qué será fundamental en los mencionados aspectos?
En primer lugar, poder comunicar las ventajas y los beneficios que se van a obtener de las obras y poder hacerlo de tal manera que se refleje una prioridad en la selección de estas y en dónde se asignan los recursos. En segundo lugar, me parece clave poner a disposición y comunicar las acciones que el gobierno lleva adelante para garantizar la transparencia en la utilización de los recursos públicos. Para el Proyecto de Ley de Presupuesto 2023, siete sectores representaron más del 82% de los gastos de inversión: vivienda y urbanismo, energía, combustibles y minería, agua potable y alcantarillado, y vialidad. Todas correspondientes a ese gran campo llamado infraestructura y que repercute en el sector de la ingeniería, en la figura de grandes obras: la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, construcción de aprovechamientos hidroeléctricos Kirchner-Cepernic, y la finalización del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA). Todos estos proyectos necesitarán atención y desarrollo. Como tercer aspecto, será central contar con una planificación a mediano y largo plazo que permita entender cuáles son los compromisos que toman los gobiernos en los distintos niveles, nacional, provincial, municipal, y cómo estos compromisos van a potenciar la inversión privada. El próximo gobierno tiene la misión de aumentar el financiamiento externo que promueva un círculo virtuoso generador de ideas y de obras. Es clave generar, desde la próxima administración, la prioridad de que las inversiones públicas se hacen en base a una planificación, se hacen con transparencia y se hacen también para multiplicar las posibilidades de la inversión privada. Es la inversión privada la que genera de manera dinámica empleo, potencia las exportaciones, estimula la gobernancia y además promueve la innovación y la eficiencia en la economía.
Por otro lado, brinda detalles acerca del Proyecto de Ley de Presupuesto 2023: “Los fondos provinieron de fuentes internas, un 76% del total. De ahí sobresale el Tesoro Nacional (un 85% del total de fuentes internas) y el crédito interno (15%)”. En la comparación contra la estimación de cierre 2022, se puede observar un aumento en la participación de la fuente externa, partiendo de un 16% en 2022.
¿Y en cuanto a la orientación sustentable del sector?
Los beneficios impactan de modo positivo en la sociedad global. Aquí vale rescatar que el concepto no solo es una respuesta al cambio climático, sino que es una idea propia del ser humano que se mantuvo hasta que se salió de control la idea de industrialización. Esos 150 años previos fueron muy productivos, pero al mismo tiempo tuvieron efectos en el ambiente. Ahora, de modo responsable y ético, la ingeniería y el resto de las profesiones tienen que apuntar más que nunca a la corrección, mejora y superación de los baches.
¿Antes se creía que la ingeniería era la profesión del hacer tangible?
Sí, para llegar a la obra, hubo un pensamiento, una reflexión sobre el hacer. Este momento histórico tiene la gran posibilidad de repensar a la ingeniería desde la economía del conocimiento. Y el conocimiento es sustentable, porque recicla y sintetiza los saberes antiguos y a estos les suma las nuevas ideas y las experiencias ya comprobadas. La ingeniería está en constante evolución y las tecnologías emergentes como los macrodatos y la inteligencia artificial (IA) son cruciales para abordar los desafíos que enfrenta la humanidad y el planeta.
¿Qué puede decirnos sobre el eje de la sustentabilidad?
Hay un informe, “Ingeniería para el desarrollo sostenible” de la UNESCO (2021), el cual destaca el papel crucial de la ingeniería. La transformación de la educación en ingeniería y el desarrollo de capacidad en los albores de la Cuarta Revolución Industrial permitirán que los ingenieros afronten los retos futuros. Es importante destacar el esfuerzo mundial que se necesita para abordar las disparidades regionales específicas, a la vez que se resumen las tendencias de la ingeniería a través de las diferentes regiones del mundo.
INFRAESTRUCTURA ARGENTINA ACTUAL
Respecto a este punto, Bereciartua expone que “enfrentamos déficit de infraestructura en prácticamente todas las dimensiones en las que nos queramos comparar. Por ejemplo, según el último Censo (2022) el 85% de la población argentina tiene agua corriente y solo el 62% accede a una red cloacal. Por eso, las prioridades deben estar asignadas a aquellas infraestructuras que tiendan a resolver las necesidades básicas de la población, como es el agua y el saneamiento”.
¿Hay otras prioridades en ese sentido?
Aquellas obras que promuevan el desarrollo económico y aumentan las posibilidades de la inversión en el país, sobre todo la inversión que está vinculada con la promoción de exportaciones y con la generación de empleo. Pero el mantenimiento de las rutas nacionales, las rutas provinciales y los caminos rurales tienen estados deficitarios o pésimos.
¿Y respecto de la energía, otra área estratégica?
La buena noticia es que tenemos un escenario muy positivo para llevar adelante esta agenda. Hoy la Argentina enfrenta una demanda creciente de sus productos y de sus capacidades en estos rubros. Y eso hace que estén alineados los factores para ir resolviendo la situación interna que tiene que ver con regularizar la macroeconomía; pero también, y muy especialmente, con tener y llevar adelante la planificación de infraestructura de una manera moderna y de una manera que genere los incentivos para la inversión privada. En ese contexto, existe una agenda de oportunidades muy significativas, comparables con las mejores posibilidades que enfrentó el país en el pasado.
Así, cita un informe de la Consultora Economía & Energía (septiembre de 2023) que afirma que el sector cerrará este año con importaciones de USD 7064 millones. “Por otra parte, en comparación con la región, debemos decir que la Argentina invierte menos de dos puntos del PBI en infraestructura, cuando la región duplica ese promedio y los países que crecen incluso invierten alrededor de 6 a 8 puntos del PBI, debemos apuntar a aumentar nuestra inversión y para que eso suceda tenemos que recurrir a lo dicho anteriormente, a tener una planificación moderna y a lograr que la inversión pública potencie y se vea multiplicada por la inversión privada”.
¿Cómo es el vínculo de la CAI con otras entidades del sector, ya sean cámaras, institutos o asociaciones
La ingeniería es, por naturaleza y curso histórico, un saber estatal. En Argentina se constituyó como el instrumento clave para la ejecución de las obras públicas que no solo aportaron una dimensión material, sino una dimensión simbólica y una narrativa fundacional importante para la nación en ciernes. La ocupación territorial, la expansión de las vías de comunicación para hacer realidad, incluso parcialmente, el federalismo, fue acompañada siempre por la ingeniería y los ingenieros. Además, la ingeniería no se sostiene en la actualidad solo por el componente técnico, sino que ha sido transformada también en una red institucional relevante. En Argentina existe un ecosistema social con experiencia suficiente para contener e integrar distintas perspectivas y enfoques. En ese sentido, el Centro Argentino de Ingenieros ha tenido un papel interesante, al estimular un diálogo constante con cada uno de esos sectores.
Según el Banco Mundial, “el cambio climático podría obligar a más de 140 millones de personas a migrar dentro de sus propios países para el año 2050”, cita. Y opina: “Estos datos nos brindan una certeza: hay que tomar acciones preliminares, en materia de infraestructura, para enfrentar estas proyecciones. Todo esto nos conduce indefectiblemente a una renovación del sistema de infraestructura”. Y menciona que existe en este momento un consenso creciente para descarbonizar la producción de cemento, para modificar el uso de materiales y lograr la eficiencia energética con nuevos diseños. El caso argentino (cuya huella es 13,8% menor que el promedio global, datos de la AFCP) es exitoso porque ha incluido distintas miradas, experticias y objetivos vinculados a la infraestructura. “Esta agenda no solo de incremento, sino de renovación de la infraestructura, cuenta hoy con un creciente nivel de financiamiento”.
También cita al Banco Interamericano de Desarrollo, el cual indica que “el mecanismo de financiamiento seleccionado por los países, proviene en su mayoría del sector público (63% de la inversión estimada), mientras que el resto se divide entre el sector privado (19%), y las iniciativas público-privadas (18%)”. Como conclusión, Pablo Bereciartua comparte que “es importante formular los proyectos y las estrategias, de tal manera de que respondan también a las nuevas posibilidades de financiamiento que tienen el sector público y los gobiernos y también el sector privado de las empresas”.