Por RITA PIRIS – La inversión en obra pública depende año a año de cada presupuesto votado por el Congreso. Tanto en Argentina, como en el resto del mundo, los presupuestos de obra pública nacional se dividen en dos grandes rubros: las obras de ingeniería (rutas, autopistas, represas, aeropuertos, todas obras de gran magnitud) y las obras de arquitectura (viviendas, hospitales, escuelas, plazas, polideportivos, servicios de agua, cloaca, electricidad). Estas últimas son las obras que desarrollan las pymes. De allí la importancia y trascendencia del sector.
En el marco de los anuncios presidenciales sobre el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) realizado en diciembre de 2023, la obra pública no quedó fuera del proyecto de ley enviado al congreso. Las repercusiones en el sector de la Confederación de Pymes de la Construcción (CPC), una entidad de tercer grado que agrupa a federaciones y cámaras, las que a su vez asocian a más de novecientas empresas en todo el país, quienes en su mayor parte realizan obras como viviendas, escuelas, hospitales, urbanizaciones, plazas, infraestructura, saneamiento; no se hicieron esperar. Por tal motivo, El Constructor dialogó con Gerardo Fernández, su presidente.
¿Cómo fue el impacto del DNU en el sector?
Hasta el momento el DNU no ha generado impacto directo ni tampoco lo tendría; no obstante, ante el análisis de lo que se ha dado en llamar Ley Ómnibus, hay varios capítulos que son aplicables a los contratos que actualmente se encuentran en ejecución. Por citar un ejemplo, en el artículo 33 se establece que el Poder Ejecutivo Nacional podrá disponer “por razones de emergencia la renegociación o en su caso rescisión de los contratos de cualquier tipo que generen obligaciones a cargo del Estado, celebrados con anterioridad al 10 de diciembre de 2023 por cualquier órgano o ente descentralizado de la Administración Pública Nacional”. Esta situación ha generado enorme preocupación y angustia, ya que no queda en claro la continuidad de las obras en ejecución o no. Esto estaría en contraposición con las aseveraciones del propio presidente y sus ministros sobre el respeto de los contratos vigentes y estaría afectando la seguridad jurídica. Por lo tanto, esperamos contar con una reunión urgente con el Poder ejecutivo nacional a fin de dispersar dudas que generan desorden en la industria.
¿Qué tipo de obras continúan en ejecución?
Al día de la fecha no existe ninguna obra en la que haya sido rescindido el contrato oficialmente o una orden oficial formal por escrito de dar de baja obras que estén en ejecución. Lo que sí ha sucedido es que muchas obras en donde la ecuación económica del contrato no la ha hecho viable —por el retraso en los pagos y la distorsión de precios relativos entre las mediciones de INDEC en el ICC y las variaciones de precios de las obras y los precios reales relativos de mercado— muchas empresas no pudieron darle continuidad a las obras y las han parado y están tratando de renegociar los contratos. Respecto a las obras más grandes, sobre todo las de ingeniería como rutas o corredores, han parado mucho más rápido que las obras de arquitectura. Las obras más pequeñas que son hospitales, escuelas, etc, han continuado a ritmo bajo pero han continuado. En definitiva como corolario, donde más han bajado los ritmos son en las obras de infraestructura de gran magnitud, las obras de arquitectura que generalmente son las que hacen las Pymes, le han dado continuidad a un menor ritmo.
En algunas provincias como Tucumán o Misiones, se ha paralizado prácticamente a cero la ejecución, y otras como Mendoza, Córdoba, Salta, San Juan, Buenos Aires, sólo se han ralentizado los ritmos, pero no se ha llegado a paralizaciones totales.
¿Cuáles son las expectativas y necesidades del sector?
Convencidos de que las crisis son plataformas de oportunidades, de que la institucionalidad es el camino y de que la actualidad política, económica y social de la República Argentina demandan estrategias de largo plazo de consenso unidad y crecimiento, instamos al gobierno al diálogo permanente, poniendo a su disposición la trayectoria, la experiencia y la firme voluntad de CPC en búsqueda del fin último de toda sociedad como lo es el anhelado bien común. Nosotros, desde el sector, hemos generado los lazos de comunicación, solicitando al ministro Ferraro las reuniones formales correspondientes, pero hasta el momento no pudimos coordinar. Se han recibido pagos de obras públicas en ejecución, lo cual abrió expectativas.
¿Es posible frenar la obra pública? ¿Cuáles son las obras que continúan en ejecución?
El sentido común, como la historia, hacen comprender que resulta imposible prescindir de la obra pública. A lo sumo podrán reprogramarse las curvas de inversión, estirando los plazos de obras, acorde a los fondos disponibles. Y en el caso más extremo, se puede presuponer que podrían ser las obras de infraestructura de gran magnitud, las que a su vez consumen el mayor porcentaje de presupuesto y la menor cantidad de mano de obra, la que podría llegar a sentir un mayor rigor. Paralizar las obras de arquitectura significa desplazar a la calle una cantidad de personas que podría llegar casi a los dos millones de personas entre directos e indirectos. Esto derivaría en una crisis social y de conflictos sin precedentes, y por lo tanto inconmensurables.
¿Hubo cambios en las obras licitadas y en ejecución?
Si bien se viene produciendo una retracción progresiva en los avances y algunas
paralizaciones, estas se encuentran más relacionadas con los retrasos en los pagos y las
roturas de las ecuaciones económicas de los contratos, producto de los desfasajes en las
redeterminaciones de precios de las obras y los datos relevados por el ICC de INDEC,
que no alcanzan ni por aproximación a reflejar los precios reales de mercado.
¿Hubo cambios en relación a los puestos de trabajo?
En forma directa según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) el promedio histórico asciende a entre 480.000 a 500.000 y según el último informe correspondiente al mes de noviembre 2023, asciende a 439.035, de los cuales se estima que un 70% o sea, que unos 300.000 corresponden a empresas pymes. Esto significa una pérdida ya acontecida de un 15% aproximadamente, y se estima y espera que la tendencia siga a la baja, perdiéndose más puestos de trabajo registrado en los próximos meses.
¿Qué tipo de obras realizan la mayoría de las pymes?
Las pymes constructoras son productoras de viviendas, escuelas, hospitales, complejos comerciales, redes, urbanizaciones, plazas, infraestructura, saneamiento, hidráulica, gasoductos, aeropuertos, entre otras, con un marcado carácter artesanal, usuarias de un significativo volumen de mano de obra, con alto impacto social, alcanzando niveles de ocupación directa superiores al 70% del total del recurso humano registrado en la industria. Todo esto, sin mencionar las actividades mercantiles e industriales productoras de materiales, insumos y servicios que, colateralmente, completan el conjunto de actores necesarios para llevar a buen término toda obra. De allí que la industria de la construcción sea considerada como rápida y efectiva motorizadora de la economía. Así, la construcción debe ser valorada como un prominente activo social.
¿Todo el presupuesto de las obras ejecutadas por las pymes proviene de financiamiento estatal?
Las empresas pymes de la construcción ejecutan obras tanto en el sector público como en el sector privado, con distintos tipos de desarrollos que van desde urbanizaciones, construcción de casas, complejos habitacionales, hasta edificios en altura, bodegas, naves industriales, desarrollos inmobiliarios, parques industriales, etc. Dependiendo de la provincia y la circunscripción en general es ampliamente superior el porcentaje de trabajo en el sector privado que el aportado por la obra pública en todos sus estratos.
¿Cuál es la diferencia de la injerencia del Estado o su ausencia en la OP?
No existe posibilidad alguna de imaginar la ausencia total de la inversión del estado, porque en dicho caso el mismo no estaría cumpliendo la propia esencia de su existencia. Es deber del Estado, entre otras cosas, brindar salud, educación, seguridad y todas estas se hacen por intermedio, ya sea en su fase inicial, como de mantenimiento por obra pública. Por ejemplo, cuando se construye una escuela o un hospital o una comisaría, o se hace una ruta para transportar productos y genera civilidad entre los pueblos. En los hechos no hay forma de escindir los conceptos de Estado y obra pública.
¿Cómo podría abordarse la OP de manera privada? ¿Es viable? ¿Qué consecuencias tendría?
La democracia otorga el poder al gobierno elegido por la gente, y es responsabilidad del gobierno decidir los destinos y políticas del país; sin embargo, es en los espacios institucionales donde se desarrollan prácticas que posibilitan consensos, proyección, y calidad para satisfacer las demandas de la sociedad. De esta manera, las cámaras empresarias se erigen como naciente de opiniones, de propuestas y acciones; verdaderas consultoras naturales y permanentes a las cuales un gobierno central con intenciones de permanecer nutrido de realidad y ávido de trascendencia, debe acudir en forma metódica, cerrando así una virtuosa espiral de prosperidad colectiva.
En este sentido respetuosamente todos debemos bregar por evitar acciones de péndulo, que signifiquen descartar todo lo hecho para saltar a nuevas formas por más buenas que estas aparezcan. Caso contrario, se producen sistemáticamente quiebras de empresas que vista en los informes de los últimos 50 años ayudan a explicar los porque hoy en día en contra del crecimiento vegetativo de la población, existen menos empresas en actividad que hace 20 Años. Todas las transformaciones requieren de condiciones y plazos, debemos salir del pensamiento mágico, de creer que una idea o decisión bastan para transformar.
¿Cuáles son las propuestas de la confederación?
Desde la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina poseemos
trabajos y propuestas, con años de análisis, que van en el sentido de fortalecer la
inversión privada —que hoy fomenta la actual administración— con un sistema basado
en el subsidio a la demanda para la construcción de viviendas que podría significar un
cambio de paradigma, asegurando continuidad con eficiencia, bajo costo y óptimo
repago. Sobre esto, estamos prestos a presentar a las autoridades, en breve.
Asimismo, se debe trabajar en acciones dirigidas a promover la inversión pública y privada como fuente genuina de desarrollo y crecimiento, resguardar con legislación de responsabilidad fiscal la asignación de las partidas presupuestarias, promover condiciones de previsibilidad y seguridad jurídica para la consolidación de las inversiones y actividades privadas, trabajar a la urgente corrección de los sistemas de relevamientos de precios y, en consecuencia, de los sistemas de redeterminaciones de precios que impactan tanto en la obra pública como privada, toda vez que actualmente la distorsión entre los precios relevados por entes oficiales, comparados con la realidad de mercado, hacen inviable la actividad. Para ello resulta indispensable ajustar la metodología de cálculo de los índices de actualización de precios, (ICC de INDEC) procediendo de forma urgente a la corrección de procedimientos de relevamientos de precios para evitar la diferencia entre índices provisorios y definitivos. Y a su vez, advertir que las ecuaciones económico-financieras de los contratos se encuentran radicalmente desvirtuadas, lo que conlleva a conflictos de orden administrativo y judicial, requiriendo adecuación contractual y reprogramación de las obras.
¿Puede medirse la importancia de la OP por la ganancia que pueda generar?
La forma de medir la importancia de la obra pública no es cuantificable en dinero sino en la calidad de vida de los ciudadanos. Significa en cada rincón del país, civilización, soberanía, bien común, contención social, arraigo, bienestar, familia, todos elementos básicos de una sociedad civilizada, sentado en las bases de nuestra carta magna elaborada por Juan Bautista Alberdi.
¿Cómo se articula el trabajo de las pymes de la construcción con la asistencia social?
Uno de los problemas más recurrentes de los últimos tiempos radica en la falta de empleo genuino, que se transforma en ayuda social del estado por medio de planes sociales. Es claro que la industria de la construcción, por la escasa calificación y rápido aprendizaje, se erige como una de las soluciones más pragmáticas, claras, genuinas y transparentes, para poder transformar la asistencia social en trabajo genuino.
¿Qué significan las OP para la vida cotidiana de las personas?
Para la sociedad, el concepto de obra pública se relaciona con vivienda y familia, salud y educación, transporte y recreación, bienestar general y bien común, todos factores imprescindibles del concepto de civilización y paz social. Las pymes contemplan un volumen de mano de obra con alto impacto social, con niveles de ocupación directa superiores al 70% del total del recurso humano registrado en la industria. Sumado a las actividades mercantiles e industriales productoras de materiales, insumos y servicios, que completan el conjunto de actores necesarios para llevar a buen término toda obra. De allí, que la industria de la construcción sea considerada como rápida y efectiva motorizadora de la economía. Así, la construcción debe ser valorada como un prominente activo social.