El mes pasado, desde la Sucursal Centro de Imasa, Igarreta Máquinas entregó un topador Komatsu 85EX a la constructora Bosetti de la provincia de La Rioja. Este equipo de última generación (ver aparte) es sólo un ejemplo de las inversiones que viene haciendo esta compañía familiar, que hoy tiene más de 150 empleados y, con una larga historia, una enorme inserción en la sociedad de esa provincia del norte argentino.
Pasado y futuro
En la provincia de La Rioja, la familia Bosetti comenzó a trabajar en el comercio a mediados de los años 50. Más tarde, en 1975 inicia una finca de olivos, luego un campo ganadero, a comienzos de los 90 abre una empresa constructora y en los 2000 abren estaciones de servicio y gomerías. También invierten en una concesionaria de autos, medios de comunicación, en hotelería y gastronomía y mientras tanto, cada unidad de negocio se fue diversificando, hasta conformar el Grupo Bosetti.
“La filosofía del Grupo ha sido la innovación en todos sus emprendimientos, adecuándose a los tiempo, lo cual se a logrado gracias al esfuerzo de su fundador Franco César Bosetti, un empresario con una fuerza clave para el desarrollo, simpleza de razonamiento y dedicación al trabajo, dándonos testimonios y ejemplos de vida junto a su familia y un equipo humano calificado para atesorar y retransmitir”, dicen hoy sus hijos y herederos; aclarando que: hoy “somos un grupo de empresas con presencia en el mercado orientadas a brindar soluciones a los clientes a través de distintas unidades de negocios buscando la excelencia y como herramienta de confianza en la calidad de los productos”.
Particularmente, la empresa constructora participa activamente tanto en diversos proyectos privados de la ingeniería civil de la zona como igualmente en la ejecución de obra pública; para lo cual no solo han adquirido una importante flota de máquinas sino que también han montado fábricas de hormigón y asfalto junto a una planta de trituración y clasificación dentro de la cantera San Nicolás.
La cantera
A unos 10 kilómetros al sur de La Rioja Capital, saliendo de la ciudad por la Avenida Ortiz de Ocampo, en 20 minutos se llega a la cantera San Nicolás, más conocida en la zona como la cantera de Bosetti. El camino está impecable y la arcada de la entrada al lugar presenta la característica arquitectura minimalista de una Planta Industrial. Tras ingresar por los caminos pavimentados y un entorno parquizado, se levantan edificios nuevos, diseñados como naves para cumplir funciones específicas, como un taller, una herrería, una gomería, un laboratorio, oficinas. Adelante se despacha asfalto y hormigón. Más allá está la Planta de Áridos y por atrás, en el límite del predio está el Río Mal Paso (o Malpaso), fuente interminable de sedimentos aluvionales:
“Entre los materiales que transporta (el río) se encuentran todas las variedades de rocas ígneas, metamórficas y de mezcla”; particularmente, “en la cantera San Nicolás, la más importante de esta cuenca, se ha excavado hasta 7 metros por debajo del nivel del cauce, pudiéndose observar un perfil que comienza con un nivel superficial limo-arenoso, por debajo del cual se dispone una secuencia de arenas y gravas”, informa el Servicio Geológico Minero Nacional (Segemar).
En verdad, en los alrededores de la ciudad de La Rioja hay registradas unas 40 canteras de áridos que se benefician con el material de cauces de ríos y arroyos. En todos los casos, por la geología de los yacimientos, tratan rocas naturales que se emplean como agregados para la industria de la construcción. Pero, resalta el Segemar, “el río Mal Paso ha labrado su cauce en el contacto entre el cono aluvial de La Rioja y la bajada pedemontana que se extiende hacia el sur de la ciudad y hoy el área está cubierta en más de un 70% por depósitos fluviales de amplia granulometría y sedimentos eólicos que pueden usarse como áridos de construcción”.
De acuerdo al laboratorio de ese organismo nacional, la composición granulométrica del material es: arena (0, 1 a 5 mm) 60%, granza (6 mm a 19 mm) 20%, ripio (6 mm a 37, 5 mm) 15% y piedra para cimientos (>37, 5 mm) 5%. Además, “la escasa cobertura permite su extracción a cielo abierto”.
Así se entiende la importante ubicación estratégica que tiene la cantera San Nicolás para toda la zona de influencia, y por ello es que en el centro de este paisaje precordillerano se distinguen máquinas de trituración y clasificación: En el yacimiento de Bosetti se instaló una planta montada por Tecmaq SRL. Según datos del fabricante, tiene una capacidad instalada para producir 180 m/h y está conformada por dos mandíbulas primarias, dos conos secundarios y zarandas de alta capacidad, todo automatizado y operado desde una cómoda cabina cerrada y colocada a distancia en un lugar elevado.
Por fin, parte de ese producido se destina a la venta, para clientes que llegan a buscar piedra partida con fletes contratados; en tanto que la mayor proporción tiene como destino una planta de asfalto de 100 m/h de capacidad y otra de hormigón elaborado Indumix instaladas muy cerca de la entrada/salida de la cantera San Nicolás, donde es incesante el ir venir de los camiones y mixers de la constructora Bosetti.