La Ciudad de Buenos Aires avanza con esta obra clave desde el cruce con la Av. General Paz hasta el peaje. Buscan optimizar la circulación de vehículos, transporte público y peatones en una de las arterias viales más importantes del conglomerado.
La Ciudad de Buenos Aires (CABA) está dando un paso gigante con una obra millonaria destinada a transformar una de sus autopistas más cruciales de su trazado. A través del Ministerio de Infraestructura y la empresa estatal Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), el proyecto que lidera la gestión de Jorge Macri abarca 4,6 kilómetros de renovación y expansión, desde el cruce con la Av. General Paz hasta el Peaje Dellepiane. Esta obra, que conecta las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, promete revolucionar la circulación en una de las arterias viales más importantes de la ciudad.
Este ambicioso desarrollo se enmarca dentro del “Plan de Movilidad” del Ministerio de Infraestructura, con el propósito de transformar y poner en valor la red vial de CABA. Esta red es utilizada por una amplia variedad de vehículos donde coexisten desde automóviles particulares y transporte público hasta camiones, taxis, motocicletas y bicicletas, sin dejar de lado a los peatones que también recorren sus calles.
La meta es transformar esta red en un sistema más eficiente, accesible y seguro, pensado para todos quienes la transitan a diario. Con el inicio de las obras en noviembre de 2024 y su culminación prevista para 2027, la autopista y sus alrededores experimentarán un cambio radical, con mejoras sustanciales en materia de seguridad vial.
Las razones se hallan en que se podrá “disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y ruidos molestos, el impacto de posibles inundaciones, sumar espacios verdes y esparcimiento, optimizar la circulación peatonal y vehicular por zonas hasta ahora separadas por vías del tren, barreras urbanas y autopistas, pero aparte generar mayor conectividad entre la Ciudad y la provincia de Buenos Aires”, pormenoriza el ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartua.
Es importante destacar que la obra no intervendrá ni perjudicará la vida diaria de vecinos y usuarios, dado que se garantizará la circulación de transporte público, peatones y vehículos, “sin provocar sobre recorridos que demanden e impliquen mayores tiempos de viaje para todos ellos”.
En ese sentido, Carlos María Frugoni, presidente y director de AUSA, le adelantó a El Constructor que en todas las obras que llevan adelante “consideramos el impacto social, buscando siempre las mejores alternativas y atendiendo las necesidades de la comunidad”; y advirtió que la empresa posee “un equipo especializado en relaciones sociales que mantiene contacto directo con las personas y familias frentistas que están más cerca de la obra, contemplando todas las necesidades que se tenga en cada caso en particular”.
Más verde, segura y eficiente: las claves de la readecuación de la Dellepiane
Desde el Gobierno porteño detallaron que la obra de la autopista Dellepiane requerirá una inversión de 75 millones de dólares. El origen de esos fondos para llevar adelante este proyecto provendrá de un crédito otorgado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), que apoya a los países de América Latina, y gestionado mediante la empresa estatal AUSA.
Según el ministro de Infraestructura porteño, el proyecto se enmarca dentro del Plan de Movilidad del Ministerio, que “tiene por objeto, entre otras cosas, jerarquizar y optimizar la red vial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que sirve al tránsito de automóviles particulares, autotransporte público de pasajeros, camiones, y otras modalidades tales como taxis, charters, motovehículos y bicicletas, entre otros, además de los peatones”.
El masterplan implica el rediseño general de la traza de acuerdo con la normativa vigente, la reconfiguración de carriles para hacerlos más eficientes, la construcción de un carril exclusivo central para transporte público con conexión al Metrobús de la AU 25 de Mayo (pavimentación del nuevo carril, construcción de paradores y pasarelas para que los peatones accedan) y la continuidad de colectoras que, hasta el momento, estaban interrumpidas por la traza del FFCC Belgrano Sur.
Pero también contempla la construcción de nuevos puentes peatonales y un nuevo carril exclusivo para transporte público, para un posible metrobús o un tranbús, la readecuación de puente vehicular en la calle Río Negro, la puesta en valor de los espacios verdes mediante la generación de un parque lineal a lo largo de toda la traza (pretende tener 260.000 m2 de espacios verdes y 150.000 m2 de espacios públicos), la reparación de veredas de frentistas a lo largo de las colectoras y la demolición Peaje Dellepiane e instalación de Free Flow.
Un paso hacia la movilidad del futuro
La obra se dividirá en 5 etapas. Primera se ejecutarán las colectoras y puentes calle Río Negro y Ferrocarril Belgrano Sur; luego las calles frentistas norte y sur; a continuación; la readecuación traza principal de autopista (como el ensanche de puentes, refuncionalización de ingresos y egresos a autopista, pavimentos del carril exclusivo, estaciones/paradores del carril exclusivo); el parque Lineal Dellepiane y finalmente la demolición Peaje Dellepiane y Free Flow.
Iniciada la primera etapa, que comprende la ampliación de ambas colectoras (norte y sur), la traza poseerá tres carriles por mano, de 3,50 metros de ancho cada uno (a excepción del tramo Lacarra y Escalada), la segunda parte está estimada para abril de 2025.
“Las licitaciones de Proyecto ejecutivo y construcción Colectora Norte y Sur forman parte de un conjunto de obras que permiten llevar a cabo la readecuación de la autopista”, cuenta Bereciartua. Es importante tener en cuenta que la Dellepiane es la autopista con mayor siniestralidad de AUSA, y que “estas obras permiten un reordenamiento vial y de transporte público, en pos de la seguridad del usuario tanto vehicular como vecino y usuario de la zona”, desglosa Bereciartua.
En lo que refiere a estas licitaciones, se realizan como primeras obras requeridas para poder ejecutar a posteriori las obras en traza, “sirviendo asimismo de by pass de tránsito para cuando dichas obras comiencen”. También es sustancial aclarar que la obra no intervendrá ni perjudicará la vida diaria de vecinos y usuarios, dado que se garantizará la circulación de transporte público, peatones y vehículos, sin generar sobre recorridos que impliquen mayores tiempos de viaje para estos”, puntualiza.
Hidráulica y vialidad: el doble impacto de las obras
En consonancia con los trabajos viales, se suma una obra hidráulica de entubamiento de ramales secundarios del arroyo Cildañez, según el Plan Hidráulico de la Ciudad, con el fin de evitar inundaciones y aumentar la capacidad para desagote, en las áreas comprendidas por las calles Aquino, Av. Argentina, Dellepiane y Av. Escalada. Son dos tramos: uno sobre la traza de la misma AU Dellepiane y otro bajo la calle Zelarrayán.
El tramo de conducto desde la calle Rucci hasta la Avenida Argentina, al norte de la AU Dellepiane “implica la construcción de un conducto rectangular de hormigón armado de 2,00 m x 1,40 m” que se llevará a cabo bajo la calle frentista Norte de la AU Dellepiane. Se excavará a cielo abierto con la técnica de entibado monocodal, “y así se evitará la depresión de napa a los efectos de preservar las viviendas ubicadas sobre la misma”.
Por su parte, el tramo entre la calle Pola y la Av. Argentina consta de la construcción de un conducto rectangular de hormigón armado de 1,40 m x 1,40 m que se llevará adelante bajo la calle frentista norte de la autopista. Se excavará a cielo abierto con la misma técnica que el anterior para evitar la depresión de napa con el fin de preservar las viviendas ubicadas sobre ella.
El tramo a la altura de la Rotonda de la calle Larrazábal se construirá con un túnel linner de las medidas adecuadas, cruzando por debajo en sentido norte-sur, en tanto que desde Oliden hasta Larraya se realizará un conducto circular de 1,20 m de diámetro que se desarrollará bajo la calle frentista sur. Finalmente, el tramo bajo la calle Zelarrayán, entre Larraya y la Ab. Escalada contempla conducto rectangular de hormigón armado de 3,00 m x 2,00 m para el cual también se excavará a cielo abierto.
La modernización urgente para una vía clave
Inaugurada en 1948 como una avenida de tránsito rápido que unía el corazón de la ciudad con el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y trazaba, en gran parte, el recorrido de la antigua Avenida Derqui, fue en la década de 1990 cuando la Dellepiane se transformó en una imponente autopista de tres carriles por sentido.
Este cambio permitió su conexión directa con otras arterias vitales de la ciudad, como la Autopista Riccheri y las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno y Héctor J. Cámpora, consolidándose como una de las principales vías de acceso y salida de la Ciudad de Buenos Aires.
Con un flujo diario de 140.000 vehículos distribuidos en tres carriles por sentido, la autopista Dellepiane es una de las principales vías de acceso al centro de la Ciudad de Buenos Aires, tanto para quienes vienen desde el sur como para los turistas que arriban desde el Aeropuerto de Ezeiza.
Con un flujo diario de 140.000 vehículos distribuidos en tres carriles por sentido, la autopista Dellepiane se erige como una de las arterias más importantes que conectan al sur con el centro de la Ciudad de Buenos Aires, sirviendo de este modo como entrada principal para los turistas que arriban desde el Aeropuerto de Ezeiza.
Pese a ello, cuando se transformó en autopista, no se construyó desde cero, sino una adaptación de la antigua avenida, lo que dejó al descubierto evidentes limitaciones en su diseño actual. Banquinas estrechas, tramos sin colectoras y una combinación peligrosa de usos convierten a esta vía en un desafío de movilidad y seguridad. A esto se le suma el deterioro de los espacios verdes laterales que, a menudo, se destinan a usos indebidos.
El transporte público, al no contar con carriles exclusivos, debe compartir el tráfico con otros vehículos, lo que genera mayores demoras. En consecuencia, la autopista no cumple con los estándares modernos de seguridad vial, lo que hace urgente su modernización y readecuación.