El Plan Maestro Integral del Río Salado fue iniciado hace más de 20 años y consiste en el dragado y canalización de la cuenca para reducir los impactos negativos de las inundaciones y las sequías, recuperando 8,5 millones de hectáreas destinadas a la producción. Con esta obra se benefician 59 municipios bonaerenses y solo el tramo 4, que es el que se está realizando actualmente, implica una inversión de más de 1000 millones de dólares. Guillermo Jelinski, Subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia de Buenos Aires, habló con El Constructor.
¿En qué consiste y cómo se origina el Plan Maestro Integral del Río Salado?
Este Plan comienza a pensarse entre 1996 y 1999, después de muchas situaciones conflictivas para acordar cómo proteger la producción agrícola y ganadera de la zona, que es una de las más importantes de nuestro país. Esta cuenca siempre ha padecido alternancias de grandes inundaciones y sequías que han afectado enormemente la producción.
La economía de este lugar está ligada a la industria agroalimentaria y a la cría extensiva de ganado vacuno. En esta zona se produce el 30% de la producción agrícola y ganadera de todo el país, y cuando llegaba una crecida, duraba mucho tiempo y se perdía todo.
Ante esta situación, se convocó a una Consultoría Internacional para que proponga propuestas para iniciar el plan. De esta manera, se elaboró un conjunto de acciones destinadas a desarrollar obras hidráulicas, para mejorar el manejo de excedentes y déficit hídrico, junto a otras medidas de estímulo a la producción, el turismo y la preservación del patrimonio ambiental. Finalmente, se define el Plan Maestro Integral del Río Salado, y se determinan obras para hacer un dragado del cauce principal y ensanchar la traza hídrica de ese cauce, con la idea de mejorar la red de drenaje de la cuenca, para después, crear canales secundarios.
¿Qué región abarca esta obra?
La Cuenca del Río Salado abarca 17 millones de hectáreas en donde se encuentran 59 partidos bonaerenses, que conforman más del 60% de la provincia de Buenos Aires.
La región está formada por sedimentos originados en el periodo cuaternario, en la que se vivió un proceso de desertificación lo cual generó una planicie con zonas de dunas.
Con la modificación del clima y la aparición de periodos más recurrentes de lluvias comenzaron a formarse sistemas de drenajes que generaron un efecto dual: insuficiencia hídrica en épocas de sequía y posibles inundaciones ante la excedencia de precipitaciones.
¿Cuál es el objetivo principal de esta megaobra?
El plan tiene como objetivo principal la disminución del riesgo de inundaciones y sequías, para mejorar las condiciones para la producción y preservar el medioambiente. El cauce principal del río tenía problemas de capacidad por la baja pendiente, en promedio 1 metro cada 10 kilómetros. Es decir que era prácticamente plano, y la erogación de la lluvia era casi inexistente. La idea fue ensanchar el cauce y profundidad de río en sus 700 kilómetros de longitud, para reducir el impacto de las inundaciones y recuperar 8 millones y medio de hectáreas productivas que no sólo se recuperan, sino que se reconvierten para mejor. Por ese motivo, esta obra también tiene objetivos específicos, que buscan mejorar las condiciones regionales, a través del desarrollo sustentable de las actividades relacionadas con la producción agrícola ganadera, la protección de las ciudades, la promoción turística y la preservación del patrimonio ambiental de la cuenca.
¿En cuántos tramos y etapas se dividió la obra?
La obra de canalización, dragado y ampliación de la capacidad del cauce del Río Salado se inició en el año 2003 y se dividió en cinco tramos que contienen una serie de etapas.
El primer tramo se ejecutó entre 2004 y 2007 durante la gestión del gobernador Felipe Solá. Comprendió una extensión de 48 kilómetros en el Río Salado y más de 19 millones de m3 de movimiento de suelos desde el Canal 15 y el Canal Aliviador, hasta la Laguna Las Barrancas, sumando obras de control con el fin de proteger, contra las inundaciones, los centros urbanos de San Miguel del Monte, Chascomús y General Belgrano.
El segundo tramo fue ejecutado entre 2005 y 2008, con una obra de 57 kilómetros de extensión, durante las gestiones de Felipe Solá y Daniel Scioli. Se removieron alrededor de 22 millones 500 mil m3 desde las Lagunas Las Barrancas en el partido de Lezama, y el ingreso del arroyo Los Poronguitos al sur de la localidad de General Belgrano.
El tercero se llevó a cabo entre 2011 y 2015 durante la gestión de Daniel Scioli y se completó en los años 2016 y 2017 durante la gestión de María Eugenia Vidal. En este tramo se realizó un movimiento de suelo de 44 millones de m3 en una extensión de 118 km, desde el ingreso al arroyo Los Poronguitos y Lagunas Las Flores.
El cuarto tramo de adecuación del Río Salado se inició en el año 2017, se encuentra dividido en cuatro etapas y es el que continúa ejecutándose, pero en su fase final. Es decir que ya se finalizó la etapa 1 y la 4, faltando un 5% de la 2 y el 100% de la etapa 3. Se están dragando 100 millones de metros cúbicos y comprende una extensión de 212 kilómetros desde Laguna Las Flores hasta la localidad de Mechita tras el cruce de la Ruta Nacional número 5.
Por último, el tramo 5 que está dividido en tres subtramos, todavía no se ha comenzado, pero se iniciará a la brevedad.
¿Qué comprende este tramo final?
El tramo número 5 se desarrollará entre la descarga de la Laguna El Carpincho y el Canal del Este entre los partidos de Chacabuco, Junín y Bragado. Se divide en 3 etapas o sub tramos en un total de 71 km y se debe realizar 20 millones de m3 de excavación.
¿Por qué es una de las obras hidráulicas más grandes del mundo en ríos interiores?
El Plan suma actualmente, un total de 265 millones de m3 excavados a lo largo de 429 km. El trabajo que se realizó hasta ahora es el equivalente al haber excavado dos veces el Canal de Panamá y cinco veces el Canal de Suez. Solo el tramo cuatro del Plan Maestro Integral del Salado es una de las obras hidráulicas en ejecución más grandes del país. El volumen de excavación es superior a cualquier obra del mundo. Por ejemplo, para el Canal de Panamá se removieron 183 millones de m3 de suelo en 80 km de largo. Para el Canal de Suez de Egipto, que fue la primera obra de excavación con máquinas mediante dragas, se removieron 50 millones de m3 de tierra en 163 km. Cuando finalicen las obras del Río Salado se habrán removido un total de 219.151.883 m3 de tierra.
El drenaje y excavación se está realizando en la zona donde se ensancha el río de 50 a 200 metros y se profundiza de un metro a dos. Esto se pudo lograr porque los vecinos de todos los municipios autorizaron a construir los recintos. En caso contrario, hubiera sido imposible lograrlo, por la cantidad enorme de suelo que hay que remover.
¿Qué son los recintos?
Los recintos son espacios de 25, 40 y 50 hectáreas de 2 m de altura con una pendiente muy suave para que los animales puedan subir. Son piletas artificiales que se arman al costado del río, con un terraplén en donde se coloca un caño que viene de la draga y se arroja el material que se saca del río que es un 80% agua y un 20% barro. En caso de provocarse una crecida, la zona queda fuera de la inundación y los animales pueden guarecerse. El agua y el barro van decantando y asentando, hasta quedar una loma de muy buena calidad, en la cual se puede sembrar y donde no llega el agua en las crecidas. La instalación de recintos es un factor clave en el proceso de obra, no solo porque aloja lo que la draga y excavadoras retiran del río para abrirse camino, sino porque regenera y eleva el suelo. En las zonas más deprimidas y bajas donde ya terminamos de dragar, había productores que en un principio estaban reticentes de armar los recintos. Pero hoy están muy agradecidos y afirman haber recuperado entre el 70 y 80% de la productividad de sus campos, y hasta el momento, ya se recuperaron más de 12 mil hectáreas gracias a estos recintos.
¿El plan también comprende la creación de sistemas de protección de ciudades, y la remoción y reemplazo de puentes?
Además de las obras de dragado, el plan comprende el cuidado de las ciudades y de los recursos naturales con planes específicos para la construcción de puentes y estructuras de protección para las ciudades. Ya hemos construido seis puentes y estamos licitando las obras para realizar tres más. Se trata de puentes ferroviarios y viales, y falta construir seis más por lo que en total serán quince. Con respecto a la protección de las ciudades estamos construyendo caminos elevados, salteos, terraplenes y sistemas de compuertas. Nosotros nos encargamos de las obras de dragado, la construcción de nuevos puentes y la protección de las ciudades y el Ministerio de Desarrollo Agrario Bonaerense, de las obras de caminos rurales. Además, muchos municipios ya armaron proyectos de explotación turística de la zona, para poner en práctica una vez que se finalicen las obras. En este sentido el Plan contempla el desarrollo turístico, recreativo y social en toda la extensión. Localidades como 25 de Mayo, Alberti o Roque Pérez, por nombrar algunas, están diseñando proyectos de obras de balnearios y senderos para aprovechar las mejoras que estamos haciendo en el río. Por ejemplo, la mayor profundidad y extensión, ya que no es lo mismo un río de 40 metros de ancho que uno de 200 metros, para darle un uso recreativo y turístico.
¿Qué tipo de maquinarias se utilizan, además de las tradicionales?
Las dragas de cortes y succión son las principales herramientas que se utilizan para este tipo de trabajo. Las dragas tienen un cortador que va rompiendo el suelo y con una gran bomba chupan el agua y la colocan en los recintos. Además, poseen un GPS que muestra a qué profundidad están trabajando y el movimiento que está llevando a cabo. El sistema es muy fácil, se carga el diseño del río y con el posicionador satelital, se puede ver la zona en donde se está moviendo, para controlar de esta manera si se pasa o trabaja de menos. Con las dragas se arma el cauce principal, y en las orillas donde se puede trabajar en seco, se utilizan grandes retroexcavadoras, camiones volcadores, topadoras, obradores y motoniveladoras para las calles.
¿Qué cantidad de puestos de trabajo está produciendo la obra actualmente?
En esta etapa, donde ya estamos terminando el tramo 4, la cantidad de puestos de trabajo ha disminuido, pero volverán a crecer al comenzar el tramo 5. Ahora estamos hablando de 750 puestos de trabajo directos entre operarios, maquinistas, técnicos y camioneros. También están los trabajos indirectos, que son los que tienen que ver con la comida, la vivienda, las herramientas, los materiales del corralón y los talleres de reparación entre otras cosas. Pero son incalculables. Se trata de una obra lineal muy grande, que activa situaciones diferentes en cada comunidad.
¿Con qué financiamiento cuentas estas últimas obras y cuál es el monto de inversión?
Tuvo distintos financiamientos. Al principio fue financiado solamente por la provincia de Buenos Aires. Después por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). También el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el gobierno nacional.
El tramo número 4 del Plan, que es el que está en ejecución, implica una inversión superior a los 100 millones de dólares. A partir de 2020 la provincia recuperó un crédito que había otorgado el BEI en el anterior gobierno, y reactivó los cuatro subtramos que estaban paralizados, sobre una extensión de 212 kilómetros que va desde Laguna Las Flores hasta la localidad de Mechita. Con una inversión superior a los 57 mil millones de pesos, se está finalizando el cuarto tramo para empezar a iniciar el quinto.
¿Cómo se financiará ese quinto tramo y cuándo prevén finalizarlo?
Para esa última etapa se necesitan 200 millones de dólares. El 50% será financiado por el órgano financiero de la Unión Europea, BEI, y el resto lo pondrá la provincia de Buenos Aires. Solo queda abrir la licitación y empezar a trabajar. Estimamos que toda la obra será finalizada en cuatro años y luego se comenzará con la fase dos.
¿Se dejó de trabajar con la pandemia?
El avance de estos últimos años fue el mayor de todas las etapas, no se dejó de trabajar ni con la pandemia, ni con las sequías. Se recuperó un crédito del BEI que el anterior gobierno había perdido y se aprovechó íntegro. Es muchísimo lo que se hizo y se está haciendo. Cuando asumimos, el tramo 4, que es el más grande de todos, estaba recién comenzado, y hoy ya lo estamos terminando.
Todo lo hecho ya está generando un impacto muy positivo, en el sector productivo de los municipios de la región. Esta obra genera una plusvalía altísima para los propietarios de las tierras y se está pensando en el futuro, formar un consorcio dentro del Comité de Cuenca del Río Salado, donde se genere una caja especial, para el mantenimiento de semejante obra.
¿Cuál es la segunda fase del plan?
Una vez finalizado el quinto tramo de la obra, los trabajos en el cauce principal quedarán finalizados, pero ya se están armando los proyectos para crear todas las grandes canalizaciones secundarias. Sería como terminar de construir una autopista y empezar a proyectar las construcciones de las rutas y vías que se crucen y lleguen a ella.
Actualmente, aunque el cauce no esté terminado, se puede empezar con esta segunda fase de la obra y licitar cada trabajo.
La adecuación del río permite el ingreso sistematizado de afluentes naturales o conducidos por canales troncales. Estos son: Cañada Las Horquetas, Cañada San Emilio junto a CN03 y CN05, Canal Troncal Jauretche – Mercante Italia, Canal Troncal Mones Cazón, Canal al Sur de Ruta 5, Aportes de Arroyo Saladillo y Sistema Vallimanca – Las Flores. Aportes desde Lagunas Encadenadas de Chascomús y faldeo norte de la Sierra de Tandil.
Además, estamos haciendo un estudio con una consultora del Consejo Federal de Inversiones que financia la investigación, para saber si el río es navegable, que embarcaciones podrían funcionar y si se podría transportar hacienda o agricultura.
Hay que saber que las inundaciones continuarán, por el cambio climático y hasta pueden ser mayores que las actuales.
La idea es que el agua permanezca el menos tiempo posible, para que rápidamente se pueda continuar con la actividad agrícola y ganadera en toda la cuenca. Es importante saber cómo se va a manejar el recurso del agua y por eso, se está realizando un estudio de gobernanza de la cuenca, que incluye el cuidado de todos los recursos naturales. En este sentido, presentamos un libro en Roque Pérez con un estudio sobre la calidad de los humedales, las lagunas y los cauces de la cuenca del Río Salado. También realizamos otro estudio sobre el futuro del río, para evaluar lo que se llevó a cabo, dónde hay que intervenir, dónde realizar mantenimiento, corregir errores o hacer cambios, y el mismo incluye, estaciones hidrometerológicas que permiten establecer alertas de precipitaciones, a través de mediciones en el río.
Es un plan enorme, histórico y muy ambicioso para el desarrollo productivo, turístico y social, que en tiempos de cambio climático, también contempla la variable ambiental. No estamos haciendo un drenaje y secando el río y las lagunas, sino todo lo contrario, porque buscamos recuperar las lagunas interiores, los humedales, los bajos y todo lo que tenga biodiversidad, para empezar a ver y valorar al río como una parte fundamental, del patrimonio ambiental de la provincia.