Por Romina Toledo – Mediante un proyecto de ley, Neuquén promueve el uso de materiales reciclados en la fabricación de mezclas asfálticas que se utilizan en las obras de infraestructura vial de la provincia. El Constructor dialogó con el diputado e impulsor de esta ley, Carlos Coggiola, para conocer a detalle qué beneficios presenta esta práctica.
Coggiola, del partido Neuquén Federal, propuso en la Legislatura de dicha provincia la incorporación de la infraestructura vial sustentable. Lo hizo a través de un proyecto de ley que promueve el uso de materiales reciclados en la fabricación de las mezclas asfálticas de las obras a cargo del gobierno neuquino. De esta forma podrán reutilizarse elementos como llantas de caucho, plásticos y residuos de la industria hidrocarburífera. El objetivo es disminuir la contaminación ambiental y, a su vez, los costos en la producción del pavimento.
El proyecto de ley data del año 2022, y en la actualidad se encuentra en debate en la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legislatura. El cuerpo que preside la diputada Gisselle Stillger requirió opiniones e informes a distintos organismos, entre ellos, al Ministerio de Energía de la provincia, para que emitan opinión sobre la iniciativa.
Con esta idea, Coggiola busca generar una alternativa para paliar el déficit de infraestructura vial que hay en Neuquén y a la vez, contener y prevenir los pasivos ambientales. Asimismo, el proyecto de ley prevé beneficios para las empresas que incorporen esta práctica.
¿Por qué optar por la infraestructura vial sustentable?
“Las mezclas asfálticas con materiales reciclados deben emplearse en la conservación, mantenimiento, apertura y construcción de los caminos que sean jurisdicción de la Dirección Provincial de Vialidad”, destaca el segundo artículo del proyecto de ley que tiene como autor a Carlos Coggiola.
El texto legislativo define como material reciclado al proveniente de llantas de caucho, botellas y bolsas plásticas y/o cualquier otro elemento que determine la autoridad de aplicación de la ley. En caso de aprobarse, esta sería la Dirección Provincial de Vialidad.
En diálogo con este medio, el legislador explicó que los materiales provendrían de la industria hidrocarburífera, de los centros de disposición de residuos domiciliarios, de las plantas de reciclado, entre otros. A su vez, especificó algunas ventajas de esta práctica sustentable.
“En primer lugar, resulta ampliamente beneficioso para los fines ambientales establecer una disposición final de estos materiales, encapsulados en rutas”, manifestó. “Además, potenciará la radicación de empresas de reciclado, y la consiguiente generación de mano de obra. Por último, entendemos que abaratará costos de las obras viales”.
El proyecto de ley amplía algunos de los puntos positivos de la práctica. Entre ellos, nombra la reducción de materiales no renovables, la disminución en la cantidad de residuos asfálticos y el menor consumo de energía en la producción de mezcla asfáltica y su transporte. Dicho punto es importante, ya que, por un lado, se traduce en ahorros económicos notorios; pero a su vez aminora el impacto ambiental en la construcción de carreteras, que no solo se mide desde el momento de su implementación, sino en su posterior uso y necesidad de reparación.
Es decir, para prevenir el daño al ambiente se consideran factores como la reducción de temperaturas de elaboración y colocación, menores consumos de energía y empleo de diferentes materiales que confieran mejores propiedades.
En este sentido, la propuesta legislativa destaca la calidad de la infraestructura, dado que “la nueva capa asfáltica responde mejor a factores críticos como la malformación, el agrietamiento y la humedad, obteniendo hasta el doble de durabilidad de las mezclas tradicionales”.
Esto redunda en un aporte significativo a la seguridad vial, e indirectamente, en una economización de recursos públicos al mermar la urgencia de reparar daños en las obras viales.
“Otra ventaja resulta en el caso de caminos que presentan cierto grado de fatiga, deformaciones superficiales o envejecimiento del asfalto”, afirma el proyecto de ley. “En ellos es posible aplicar la técnica de reciclaje, removiendo las capas dañadas y aplicando las técnicas de mantenimiento y rehabilitación para mejorar la vía”.
Por último, asegura mejoras en la regularidad superficial y la adherencia entre las capas que conforman la estructura del pavimento.
Reutilización de residuos de la industria hidrocarburífera
Carlos Coggiola enmarca su iniciativa en la economía circular. Esta sugiere un nuevo modelo de sociedad “que optimiza los stocks y flujos de materiales, energía y residuos”, escribió en el texto que presentó en la Legislatura neuquina. “Su objetivo es la eficiencia del uso de los recursos”.
En ese sentido, el diputado remarcó a este medio la necesidad de incorporar elementos reciclados en las mezclas asfálticas. “Además de los beneficios de reutilizar materiales reciclables, debemos resaltar la realidad de una provincia como Neuquén”, planteó.
En este sentido, trajo a colación la dependencia de este territorio en un gran porcentaje de la industria hidrocarburífera, que a su vez ocasiona muchos residuos. “Ello, a pesar de los planes de prevención y/o de mitigación, genera un pasivo ambiental”, aseguró.
De esta forma, el crecimiento exponencial de la producción de hidrocarburos significa también el aumento de la producción de sus residuos. “De allí surge la necesidad de proponer que los mismos sean utilizados en la elaboración de mezclas asfálticas”, manifestó Carlos Coggiola.
Frente a la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legislatura neuquina, el diputado manifestó que la provincia tiene que estar preparada para “asumir ese rol de poder de policía en materia ambiental y tomar medidas que contengan un eventual crecimiento del pasivo ambiental”.
Cabe destacar que, a comienzos del 2024, la empresa prestadora de servicios en Vaca Muerta, AESA, presentó un proyecto en la misma línea. Su plan es convertir parte de los residuos que se producen en la extracción de petróleo en “cápsulas” que puedan utilizarse como pavimento debajo de la cinta asfáltica. Este programa piloto se desarrollaría en un camino interno de Bajada de Añelo, en donde se asocian YPF y Shell Argentina.
Al ser consultado por El Constructor acerca de la compatibilidad de este programa con su propuesta legislativa, el diputado del partido Neuquén Federal, Carlos Coggiola, explicó que, de aprobarse su iniciativa, será la autoridad de aplicación la que determine qué proyecto puede incorporarse con los alcances de la ley.
Implementación de otros materiales en las mezclas asfálticas
El proyecto de ley también prevé la reutilización de elementos provenientes de llantas de caucho, botellas y bolsas plásticas, entre otros. El diputado neuquino explicó a este medio que la resistencia del camino “dependerá de la fórmula empleada para la producción de la mezcla asfáltica y sus proporciones”.
Será la autoridad de aplicación la responsable de analizar, certificar y controlar el producto proveniente de los materiales reciclados para combinarlos con las mezclas asfálticas; además de desarrollar y publicar las especificaciones técnicas a fin que se cumpla con los requisitos internacionales.
Coggiola definió que la forma en que se confeccionará la mezcla es una cuestión técnica que “queda reservada a la planta de Vialidad Provincial en caso de obras por administración, o a las empresas privadas en caso de ejecución de obra por licitación”.
José Julián Rivera, Doctor en Ingeniería, Magíster en Transporte y Logística e Ingeniero Civil por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), brindó algunas líneas al respecto. El especialista forma parte del Centro de Investigaciones Viales LEMaC de la UTN en La Plata.
Lo hizo en el seminario “Aprovechamiento de residuos de procesos como material para capas de pavimento” que organizó la sede de Concordia de dicha institución. Allí puntualizó en que “la obra vial no debe transformarse en un basurero, pero en ciertos casos puede ser una buena receptora de materiales que no son considerados en otras aplicaciones”. Además, el especialista recomendó analizar el campo óptimo de aplicación de cada residuo en particular, de forma tal que conlleve a una mejora en la aptitud vial.
En este sentido, brindó como ejemplo un estudio que realizó el organismo del que forma parte durante la pandemia por el virus Covid 19. El mismo versaba acerca de la posibilidad de incorporar restos de la tela conocida como friselina en mezclas asfálticas, que se utilizaba en la confección de barbijos.
“Encontramos contenidos óptimos de ese material triturado que permitía conformar bases y sub bases en el pavimento”, detalló, y agregó: “Llegamos a la conclusión de que podíamos depositar por cuadra y por capa alrededor de un millón quinientos mil barbijos”.
Beneficios para las empresas
En el seminario que brindó el pasado mes de agosto, José Julián Rivera recomendó aplicar el residuo en las inmediaciones donde se genera. Explicó que, en ocasiones, este puede suplantar materiales que se importan para confeccionar las mezclas asfálticas.
El mismo enfoque sigue el proyecto de ley que presentó Carlos Coggiola en la Legislatura neuquina, ya que contempla la necesidad de incentivar a las empresas de la zona que se encargan de la construcción vial a implementar estas técnicas.
Por eso propone dos incentivos para aquellas que realicen mezclas asfálticas con materiales reciclados. Ofrece prioridades en las contrataciones con el Estado provincial, cuando exista igualdad de condiciones en la oferta. También, la bonificación de hasta un 10% en el pago de impuestos provinciales, u otro tipo de beneficios fiscales, según lo determine la reglamentación.
El diputado cree que este proceso “motivará al sector privado a implementar tecnología de avanzada y personal calificado”. Para alentar la innovación de las empresas y el desarrollo de formas más eficaces de gestionar artículos plásticos y sus desechos, el proyecto de ley pide al gobierno provincial la creación de incentivos y mecanismos financieros.
Así, pretende estimular la inversión en el desarrollo del comercio de materiales reciclables/recuperables para aumentar la utilización de productos elaborados con materia prima plástica posconsumo.
Otras experiencias similares
Coggiola comentó que países como Inglaterra, India y Canadá ya comprobaron esta técnica. “Costa Rica es líder en Latinoamérica”, compartió.
En Neuquén su iniciativa es pionera, pero en otras provincias argentinas comienzan a implementarla. El diputado patagónico dio como ejemplo un proyecto santafesino, donde se asociaron el Laboratorio Vial de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) junto a YPF, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), la Unidad Ejecutora Corredor Vial N°4 de la Ruta Provincial 18 y la Dirección Provincial de Vialidad de Santa Fe. “Generaron un convenio en 2018 que dio lugar al proyecto Pavimentos Sostenibles (PASOS), con pellets de polietileno obtenidos como resultado del proceso de reciclado de silo bolsas y bidones de fitosanitarios”, ejemplificó.
En efecto, el programa de la UNR tiene como “objetivo principal aportar a la sustentabilidad del medio ambiente, convirtiendo desechos en nuevos productos, evitando la proliferación de vertederos”. Así lo explican sus integrantes en el documento que se titula “Carretera Sustentables: Tramo experimental con mezclas asfálticas elaboradas con plásticos reciclados”, y que presentaron en la XXXIX° Reunión Del Asfalto.
PASOS conllevó la construcción del Primer Tramo Experimental de pavimento con plásticos reciclados en Argentina, que se ubica sobre la RP Nº 18 en Santa Fe. Allí pusieron énfasis en “la elaboración del asfalto modificado por vía húmeda en la planta y su uso en la mezcla asfáltica, así como la incorporación del plástico por vía seca directamente en la mezcla asfáltica, su colocación y compactación”.
Además, el proyecto previó el seguimiento del tramo durante un período de dos años luego de su construcción, para “solicitar este material al tránsito de camiones con vistas a encontrar una solución para mejorar el estado de los caminos y contribuir con la reducción de la contaminación ambiental”.
Según el equipamiento con el que contaba la empresa constructora, se determinó el uso de dos tipos de plásticos reciclados a incorporar en el asfalto. Provinieron de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), a través de su Planta de Recupero de Residuos Plásticos que se localiza en Cañada de Gómez, Santa Fe.
Por una parte, se utilizaron pellets de Polietileno de baja densidad proveniente de Silos Bolsas, color negro, en forma de lenteja, con un tamaño aproximado de 4 mm, con una densidad media de 0.913Kg/dm³. Asimismo, pellets de Polietileno de alta densidad proveniente de Bidones, color verde, en forma de lenteja, con el mismo tamaño que los SB, con una densidad media de 0.930Kg/dm³.
La locación elegida se caracteriza por un gran tránsito de camiones y automóviles de alto impacto.
Como conclusión, y en cuanto a la sostenibilidad, el grupo de investigación definió que las mezclas deben ser elaboradas con mejores propiedades para que perduren a lo largo del tiempo. Si tienen mejores propiedades y se pueden disminuir los espesores constructivos, eso equivale a un menor volumen de materiales y por lo tanto menor energía para el traslado y colocación, es decir, menores emisiones de gases de efecto invernadero.
La necesidad de construir carreteras sustentables
El proyecto de ley del diputado neuquino Carlos Coggiola se encuentra al cierre de esta edición en tratamiento en la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Legislatura provincial. Como el programa PASOS en Santa Fe, es una de las experiencias que surgen en distintos puntos del país para disminuir los costos económicos y ambientales en la construcción de caminos.
Según el ex Ministerio de Ambiente de la Nación, en 2023 cada habitante producía aproximadamente 1,15 kilos de residuos por día. A su vez, en 2019 el Observatorio Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos publicó que del total de residuos, los plásticos constituían en promedio el 15%. Esta cifra variaba entre un 9% de mínima y un 21% de máxima según la localidad relevada. Del total, el 41% era polietileno de baja densidad.
Asimismo, la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén compartió que en 2012, el plástico representaba entre un 15 y 30% del volumen total de residuos sólidos urbanos generados en el área metropolitana.
Mientras tanto, Argentina cuenta con una red vial rural de aproximadamente 672 mil kilómetros. De ellos, el 12% está pavimentado, un 6% está mejorado y el 82 % (es decir 480 mil kilómetros) es de tierra. Así lo aseguró en 2020 el miembro de la Comisión de Caminos Rurales de la Asociación Argentina de Carreteras, Norberto Cerutti.
Como afirmó el diputado Carlos Coggiola, “en un contexto de escasez y fluctuación de los costos de las materias primas, la economía circular contribuye a la seguridad del suministro y a la reindustrialización del territorio; además de que es generadora de empleo”.
Con esa realidad en mente, la posibilidad de darle una nueva vida a los residuos plásticos y provenientes de otros materiales y, al mismo tiempo, mejorar la red vial está al alcance de la mano. No solo en la provincia de Neuquén, sino también en otras regiones del territorio nacional.