En un mundo cada vez más cambiante, donde la velocidad de respuesta es un diferencial que impacta en la continuidad y vitalidad de cada negocio, es necesario que el rendimiento y la colaboración efectiva sean considerados elementos esenciales para el éxito de cualquier organización.
Conscientes e inmersos en esta realidad, cada vez más empresas recurren al coaching de equipos, ya no solo como una herramienta de mejora de performance y comunicación, sino también como un medio para evolucionar su productividad a través de darles más y mejores herramientas a sus empleados.
Es importante distinguir entre grupos y equipos. Las diferencias entre equipo y grupo de trabajo son amplias. Un grupo es un agrupamiento de personas que pueden trabajar juntas, con habilidades similares, cuyas tareas se centran más en lo individual. Cada uno responde por la tarea que desempeña, aunque tengan un objetivo compartido.
A los efectos de este artículo vamos a definir un equipo como:
“Un número de personas, que trabajan juntas, puede ser en una misma área o en distintas, forman parte de un todo, con habilidades complementarias, que están comprometidas por igual con un propósito, unas metas y un enfoque común de trabajo, de los que se sienten mutuamente responsables”.
Entre las características de un equipo de alto desempeño podemos destacar estas 3:
1. El equipo cumple su propósito a satisfacción de sus clientes. Esto es que tiene un fin, un objetivo, y que la satisfacción del cliente, externo o interno es su meta.
2. Los miembros continúan trabajando juntos por libre elección. Notamos que en los equipos de alto desempeño las personas se eligen. No significa que sean amigos o se lleven naturalmente bien. Es la decisión de seguir trabajando juntos, celebrando las luces y aceptando las sombras de sus compañeros.
3. Cada miembro satisface alguna de sus necesidades de orden superior. Las personas se apalancan en el equipo para lograr objetivos personales superiores. No solo económicos , también de pertenencia, aprendizaje, reconocimiento, paz, etc.
Muchas veces, estos equipos desconocen cómo aprovechar al máximo sus fortalezas de manera colectiva, o que haya problemas de comunicación, coordinación o que aparezcan conflictos que los desvíen del objetivo final.
Aquí es donde entra en juego el coaching de equipos, herramienta clave para la efectividad y la colaboración.
«Un equipo efectivo logra la unión en la diversidad», esta frase resume el núcleo esencial del coaching de equipos.
Un equipo verdaderamente exitoso comprende una sinergia que surge cuando se valoran y aprovechan las diferencias individuales. Este proceso de aprendizaje se enfoca en crear un entorno en el que la diversidad de ideas, perspectivas y habilidades se transforme en una ventaja competitiva.
Este tipo de coaching no es la suma de varios procesos de coaching ejecutivo o individual; si bien este es una herramienta de desarrollo de sus integrantes, no abarca toda la problemática del coaching de equipos.
Un equipo no existe en un vacío; un equipo es un sistema que, a su vez, es parte de un sistema más grande. Cada miembro del equipo influye en el sistema general y, a su vez, se ve influenciado por él.
El coaching de equipos reconoce esta interdependencia y trabaja para fortalecer y optimizar la dinámica tanto dentro del equipo como en relación con el entorno organizacional más amplio.
Estos procesos desempeñan un papel vital al revelar y desafiar las dinámicas ocultas que pueden obstaculizar el rendimiento y la colaboración. Al abordar los desafíos y conflictos internos, se allana el camino para un mayor entendimiento y un sentido compartido de propósito. Los equipos se convierten en sistemas adaptativos, capaces de responder de manera ágil a los cambios y desafíos que se presenten.
Este enfoque también implica una comprensión profunda de las reglas que rigen el funcionamiento de los equipos.
El coaching de equipos:
● Fomenta la construcción de nuevas reglas que promuevan la comunicación efectiva, la confianza y la responsabilidad compartida.
● Tiene como objetivo mejorar el rendimiento y la productividad, sino también cultivar un sentido de pertenencia y satisfacción en los miembros del equipo.
● Proporciona las herramientas y técnicas necesarias para identificar y ajustar la cultura del equipo como así también las reglas internas que pueden estar frenando el desempeño.
● Pone foco en el desarrollo personal puesto al servicio del equipo. “El todo es mayor a la suma de las partes”
Cuando los individuos se sienten valorados, escuchados y respetados, su motivación y compromiso aumentan, y esto se refleja en los resultados finales.
Las fases del coaching de equipos:
Hoy en día, la disciplina de coaching de equipos evolucionó de tal forma que nos permite definir marcos y metodologías ya probadas.
Las mismas tienen en cuenta estas principales 4 etapas. Son etapas muy simples, claramente definidas donde se acompaña al equipo, mediante dinámicas observadas y diversas pruebas, en el descubrimiento de su situación, problemas habituales o “mapa de dolor” y el orden de importancia de estos.
- Experiencia concreta (EC). El coach de equipo debe dar lugar a que ocurran experiencias y situaciones que dan pie a la observación. Parte de la “Demanda” del cliente o equipo.
“¿Qué es lo que está pasando en el equipo?”
- Observación reflexiva (OR)
Partimos de la base que actuamos en sin conocer las reglas que rigen el funcionamiento del equipo. El coach reflexiona acerca de lo que está observando y elabora una serie de hipótesis generales sobre lo que la información recibida pueda significar. Es la parte del “Diagnóstico”.
“¿Por qué pasa lo que pasa?”
- Conceptualización abstracta
A continuación, a raíz de estas hipótesis se forman los conceptos abstractos y las generalizaciones. Es la parte del “Diseño” del programa o solución teniendo en cuenta las particularidades del equipo y su cultura, estado de situación, necesidades y posibilidades.
“¿Cómo vamos a intervenir en el equipo?”
- Experimentación activa
Finalmente, la persona experimenta o practica con estos conceptos en otros contextos o situaciones. Es la parte del “Desarrollo” del programa o intervención.
El coaching de equipos nos invita a explorar y entender los mecanismos que gobiernan el funcionamiento de los equipos y las personas que los componen.
Las intervenciones deben partir de la creencia de que no conocemos a priori las reglas que rigen el funcionamiento del equipo.
Estas deben enfocarse en lograr que el equipo se elija constantemente, logre resultados y este inmerso en un proceso de aprendizaje continuo.
Nos muestra cómo convertir la diversidad en una ventaja competitiva y cómo aprovechar el poder de los sistemas en los que operamos.
Al revelar las claves de la efectividad y la colaboración, el coaching de equipos nos guía hacia la creación de equipos fuertes, adaptativos y exitosos en un mundo empresarial cada vez más desafiante.
Seguir una metodología probada, con las adaptaciones pertinentes según cada organización nos asegura procesos probados y evolucionados
El coaching de equipo no se termina nunca como no se termina nunca el aprendizaje en las organizaciones.
Por Pablo Grizzuti (EL AUTOR ES SOCIO DE LA CONSULTORA BPS Y ESPECIALISTA EN TRANSFORMACIÓN CULTURAL)