Mendoza destacó la decisión del gobierno provincial de continuar con la obra pública y en particular con la construcción de viviendas. La provincia tiene la intención de generar un sistema virtuoso para financiar la vivienda de los distintos sectores sociales.
El Constructor conversó con el presidente del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), ingeniero Gustavo Javier Cantero, quien detalló la situación habitacional en la provincia y las obras que se ejecutarán durante el presente año.
¿Qué evaluación puede hacer acerca de las soluciones habitacionales en la provincia?
El déficit habitacional, tanto en Mendoza como en el resto del país, es muy grande. Lo que se está haciendo a nivel provincial como a nivel de la argentina, resulta imposible para combatir en lo que respecta a soluciones habitacionales solamente a partir de un estado.
El combate al déficit se hace íntegramente a través de varios actores y con la participación pública-privada, estados y con el esfuerzo de todos juntos. La forma es que hoy, una clase media que va en Mendoza al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), pueda ir también a pedir créditos a los bancos. Lo ideal sería que los estados podamos apuntar a la falta de viviendas de la sociedad y otros sectores, como por ejemplo los emprendedores, busquen a otras clases sociales que puedan pagar y de esa forma combatir el déficit. La realidad es que en nuestra provincia la falta de viviendas es tan grande como el resto del país.
Estamos trabajando desde el estado provincial en este problema ya que, aún el privado, por las condiciones macro que existen, no puede desarrollar sus proyectos habitacionales. Entonces, una de las posibles soluciones es que haya muchos emprendimientos privados, pero mientras la gente necesite del Estado siempre vamos a estar presentes.
Hoy tenemos una política de vivienda bastante intensa casi financiada íntegramente por la provincia. En Mendoza hay un déficit de más de 100 mil soluciones habitacionales entre lo cualitativo y lo cuantitativo.
¿Cuántas viviendas se construyeron en 2024?
Mendoza desde el 2016 cambió su color político; entonces no se si se puede decir que fue discriminada para la transferencia de recursos o sucedió que los programas nacionales para construcción y refacción no adaptaban a nuestra economía, lo que provocó que vaya decayendo la participación de vivienda nacionales, por lo que empezamos a hacer programas provinciales.
Esto hace que cuando yo me hago cargo del IPV, en el año 2024, me encuentro con que el gobernador había ideado un buen programa social denominado “Mendoza Construye Línea 1” con 1600 viviendas en ejecución y otro denominado “IPV Mi Casa” que era para la clase media, con sueldos que iban del millón a los 2 millones y medio. Y este programa, que son otras 1000 1500 casas, se comenzó a ejecutar justo al final del gobierno anterior. Entonces, al comienzo de 2024, en la provincia hay 3.200 casas casi iniciadas. A esto se le agregan unos 1200 mejoramientos, que hicimos nosotros, y que son módulos.
Así es que, en Mendoza podemos decir que tenemos una cantidad cuantitativa con nuevas viviendas y cualitativa con mejoramiento en soluciones habitacionales para gente de clase baja, donde se hacen mejoras en viviendas ya construidas. En realidad, al asumir me encontré con cerca de 4500 soluciones habitacionales.
En ese contexto nacional de recesión del gobierno, ¿tuvieron que paralizar la obra pública?
Este tema se conversó con el gobernador y se decidió no paralizar la obra pública, sino que debíamos reprogramarla. Así que hablamos con las empresas constructoras, la citamos a todas y les dijimos que sabíamos que el contexto nacional era muy difícil pero que en Mendoza teníamos posibilidad de seguir ejecutando las obras, aunque a un ritmo mucho menor. Les propusimos entonces que las constructoras reprogramen las obras, y no nos cobren los gastos generales que corresponde la extensión del plazo, para poder seguir construyendo y no tener que parar la obra pública.
¿Tienen previsto entonces entregar esas viviendas que se están ejecutando en la provincia en 2025?
El año pasado entregamos, entre mejoramiento y casas nuevas, unas 1500 soluciones habitacionales. Nos quedaron entonces unas 3.000 para este año. Creemos que sí se entregarán en 2025, considerando el ritmo con el que venimos trabajando en el que todas las semanas entregamos distintos barrios.
Cuando hablamos de barrios, aclaramos que ya no existen más los barrios esos de antaño que de 800 o 900 soluciones habitacionales. Hoy en día son barrios de entre 30 y 50 viviendas diversificadas en todos los municipios que tenemos que son 18 en total. Pero estamos entregando en cada municipio semanalmente alguna solución habitacional. Resumiendo, en 2024 entregamos unas 1500 entre mejoramientos y casas, y para el 2025 revemos entregar unas 3000 soluciones habitacionales.
¿Aún faltan más de 100 mil soluciones habitacionales en Mendoza?
Esos datos hay que actualizarlos al censo 2022 y estimo que faltan aún más. Ese déficit está formado por dos características, una que es el cuantitativo, que son la cantidad de casas que faltan y el cualitativo, que es el que tiene una solución, pero debido a su crecimiento familiar, hoy están viven hacinados. A eso también se le llama déficit, pero cualitativo.
¿Cuál es el presupuesto asignado para construir soluciones habitacionales en el presente año?
En Mendoza se va a destinar el 12 por ciento del presupuesto de la provincia a obras. De ese presupuesto, casi el 50 por ciento es para viviendas. Estamos hablando del orden de los 130 mil millones de pesos para viviendas. Eso incluye las 3000 viviendas que tenemos que continuar, y que queremos entregar en 2025, más 800 casas que estamos licitando en este primer trimestre. Además, hay que ver cómo viene la recaudación, en el primer trimestre para poder tener más fondos porque es la única forma de que podamos seguir haciendo más viviendas.
¿Se está ejecutando algún plan nacional de construcción en la provincia?
En el año 2024 firmamos un compromiso para construir viviendas con la Nación. El gobierno anterior lo que hacía era darle poco a la provincia que no era del color político y darles mucho a los municipios que eran de su partido. Entonces hoy tenemos municipios en Mendoza que tienen más viviendas nacionales que la propia provincia.
Esto hoy es un gran problema, porque no tienen plata para continuar construyendo. En Mendoza son 156 casas las otorgadas por Nación. Lo que estamos haciendo entonces es terminar, con fondos provinciales, esas casas.
Respecto a dos municipios que también tenían muchas viviendas de Nación les hemos prometido terminar la mitad este año y el año próximo darles la partida para esas 500 viviendas que quedan.
¿Cómo les va a afectar a las provincias el cierre de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda de la Nación?
Nosotros veníamos trabajando poco con la Nación, pero afecta desde el punto de vista de planificación como país. Yo no soy participe de que los fondos se manejen desde Buenos Aires y nosotros tengamos que viajar a Capital Federal para sentarnos con un secretario para negociar cada vez que necesitamos algo. Es una burocracia terrible.
No veo mal que se ajusten los controles y las auditorías, pero es necesario terminar con este sistema burocrático. Esto hacía que los programas sean eternos y se cobraran fuera de plazo, en algunos casos. Entonces yo pienso que la política habitacional la debe marcar el gobierno nacional, los fondos vayan a las provincias y las provincias sean las ejecutoras de los programas de vivienda.
Me parece bien que sean las provincias las que manejan el territorio, porque son las que conocen cuáles son sus necesidades y que tengan los fondos para hacer las obras. Según mi opinión, fue un error cerrar la secretaría de Vivienda, porque debería seguir existiendo y controlar que cada provincia ejecute a lo que realmente se compromete. No coincido con que no se controle y que se use la plata de las viviendas para pagar sueldos u otras cosas. El año pasado se reforzó muchísimo el Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) y eso hay que reconocerles. Se dice que este año desde Nación bajarán desde esa entidad por lo menos seis veces más de fondos que los que recibimos en 2023, todavía no los recibimos así que eso está por verse.
Resumiendo, a las provincias nos influye el cierre de esta secretaría porque si hay fondos internacionales a veces pasaban por esa secretaría, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Banco Mundial destinaban fondos para el hábitat. Eso significa ejecutar redes de agua, cloacas, y darle calidad de vida a los asentamientos y hoy eso está relegado.
En Mendoza ustedes tienen dos planes de viviendas financiados por la provincia ¿Qué características tiene cada uno de ellos?
Uno es el “IPV Mi Casa”, que es para clase media. Esa demanda la toma el IPV. Vemos quien necesita casas, tenemos terrenos que compramos y hacemos barrios. Hacemos sorteos, con toda la gente que necesita su casa y que tiene un cierto ingreso que va desde 1 millón a 2 millones y medio. Ya sorteamos 1500 viviendas para ese extracto social de clase media.
En cuanto a nuestra función social pura, es para la gente que no tiene recursos o son muy bajos, trabajamos con los 18 municipios que forman Mendoza.
Cada municipio tiene un registro de necesidades habitacionales y ahí la gente que vive en el ejido municipal va y se anota. La municipalidad tiene un listado de la cantidad de gente que necesita casas y entonces tiene que conseguir el terreno, urbanizar y dar los servicios.
El municipio entonces capta la demanda y nos trae el terreno con la organización de los servicios y lo que hace el estado provincial es darles un crédito o licitar el barrio arriba de ese de ese terreno. Esa es la línea social, para la gente que gana menos de 800 mil y se trabaja de esa forma.
¿Qué le dirías a la gente que esté esperando su vivienda en Mendoza?
Primero, pedir la disculpa porque el gran esfuerzo que hacemos a veces no alcanza. Le digo a la gente que desde el gobierno mendocino seguimos trabajando, quizás no a la velocidad que se necesita para llegar rápidamente a la gente, porque decir que le damos una solución en 5 años sería mentir, sino que trabajamos para que tengamos en algún momento un país con el presidente que sea, con variables macros podamos solucionar el problema de la falta de viviendas.
Queremos que toda la gente pueda acceder a un crédito hipotecario y no como pasa hoy que lo reciben solo los que tienen plata. Tenemos que ir hacia un país donde esas variables, por supuesto, sean constantes a largo plazo y que los bancos tengan confianza en que eso va a suceder para que empiecen a prestar plata. Para que la gente de clase media puede ir a las entidades bancarias y tanto los estados tantos provinciales, como nacionales, nos dediquemos a la gente que realmente hoy está en condiciones de vulnerabilidad muy grande y se pueda trabajar con soluciones básicas. Estoy convencido que la forma es de salir de este déficit de soluciones habitacionales, es mediante un mix entre los créditos hipotecarios, los desarrolladores privados y el Estado. Mientras no suceda eso, vamos a seguir hablando el año que viene igual, de un déficit de 130 mil viviendas.
Nosotros desde la provincia no inventamos nada, sino que tratamos de ver cuáles son las necesidades de nuestra gente y lo que hacemos es tomar programas que ya están inventados, los adaptamos a Mendoza y los hacemos. Esto requiere ahorro previo 36 meses, con la posibilidad que después la tercera cuota se pueda licitar.
En Mendoza tenemos seis alternativas de metraje de casa: desde 55 metros que son pequeñas, hasta de 140 metros techados a las que se les puede sumar la cochera y otras opciones. Entonces, en función de eso va la cuota ahorro.
Una vez que la gente obtiene su crédito se empieza a construir, y tienen 11 meses de gracia para construir. Al mes 12 se empieza a pagar la cuota que es un porcentaje del ingreso familiar, que no puede ser mayor a un 20 por ciento.