El intendente de San Francisco, Damián Bernarte, en entrevista con El Constructor detalla el proyecto. Es una obra innovadora que combina infraestructura sustentable, recuperación del espacio público y una mirada urbanística. La iniciativa forma parte de un Master Plan Urbano Integral que busca revalorizar el antiguo trazado ferroviario, ordenar el tránsito en esa zona y transformar el centro cívico en un verdadero punto de encuentro ciudadano.
¿Cómo surge la idea de esta bicisenda en altura?
La obra es más completa, esencialmente, porque en el sector que atraviesa hay un boulevard. La idea es recuperar ese tramo que es el segundo más importante de la ciudad. Es decir, que se busca volver a construirlo en el sector oeste de 9 de julio, que va desde Juan B. Justo hasta la avenida Caseros. En su momento, para facilitar la circulación de automóviles, se había sacado el cantero central y quedaba la traza más ancha. Nosotros queremos recuperar el espíritu de esos espacios que hacen a la estructura y a la belleza de nuestra ciudad.
Esa fue la primera iniciativa, revalorizar lo que en la zona se conoce como el eje del centenario, que tiene que ver con la traza del ferrocarril central. Ese fue el ámbito alrededor del cual creció la localidad. Cuando uno llega hacia el oeste, al final del boulevard, accede a una rotonda que se ve si se llega desde la ciudad de Córdoba a San Francisco; es un acceso histórico.
Ahí hay una enorme dificultad de cruzar para peatones y ciclistas que desde hace muchísimo tiempo hicieron un planteo. Se transformó con el paso del tiempo en un lugar inseguro. Por lo tanto, en ese proceso de boulevarización, una cuadra antes la avenida Caseros, se empieza a levantar una senda peatonal y una bicisenda en altura. Esa estructura se eleva y hace como una pancita donde está el monumento al patrono de la ciudad, que es San Francisco de Asís. Finalmente, cae en lo que eran las vías del ex ferrocarril Central Córdoba. Ahí se conecta con una senda peatonal y se hace toda una bicisenda nueva hacia el oeste. Se trata de una obra de casi 1.300 metros y llega a los corredores que están delimitadas en la avenida Cervantes.
¿En qué etapa está la construcción?
Ya se ha adjudicado, es decir, el proceso de licitación concluyó y se definió cuál será la empresa encargada de llevar adelante el proyecto. En este momento, la provincia se encuentra avanzando con los trámites administrativos internos necesarios para poder comenzar a realizar las transferencias de fondos correspondientes, lo que permitirá iniciar la ejecución de la obra en cuanto se complete esta etapa.
Esta iniciativa se encuentra dentro de un plan más amplio de movilidad, ¿cuál es la finalidad en particular?
El objetivo general de esta red es favorecer la circulación sostenible, garantizar la seguridad de quienes se movilizan en bicicleta y generar una conexión fluida entre distintos puntos clave de San Francisco, como centros educativos, barrios residenciales y espacios públicos.
En realidad, fue en el año 2020 cuando comenzamos a diseñar y ejecutar el plan. Desde el punto de vista técnico se denominan ciclovías. Es decir, estamos hablando de las delimitaciones señalizadas sobre la calzada existente que permiten ordenar el tránsito y otorgar un espacio exclusivo para la circulación segura de bicicletas dentro del entramado urbano de la ciudad.
Hasta el momento, llevamos desarrollados aproximadamente 20 kilómetros de bicisendas en el marco de un proyecto integral de movilidad sustentable que prevé alcanzar un total de 60 kilómetros en distintas etapas. La gran mayoría de estos tramos corresponden justamente a corredores marcados sobre la calzada.
Sin embargo, en este caso particular, cuando el trazado desciende hacia lo que era el antiguo ramal del ex ferrocarril Central Córdoba, la infraestructura cambia y se convierte en una bicisenda en altura. Allí se proyecta la construcción de una vía con base de hormigón, especialmente diseñada para garantizar durabilidad, seguridad y accesibilidad que se enlazará con el próximo tramo de ciclovía, que resulta clave, porque conecta directamente con lo que nosotros denominamos el Polo Educativo. Es decir, una zona estratégica de la ciudad donde se concentra una importante cantidad de instituciones educativas, especialmente de nivel terciario, superior y universitario.
¿Qué características tendrá esta estructura en cuanto a longitud, altura, los materiales que pueden utilizar?
En cuanto a las dimensiones, lo primero que hay que destacar es que el ancho total del tramo principal es de cinco metros. Este espacio está distribuido de la siguiente manera: un metro y medio corresponde a la senda peatonal, destinada al tránsito exclusivo de peatones; luego viene un tramo de igual extensión de cantero central, que funciona como separación paisajística y organizativa del espacio urbano. Especialmente donde comienza el cantero del boulevard. Finalmente, los dos metros restantes están destinados a la bicisenda, que será de doble sentido, permitiendo la circulación fluida y segura de ciclistas en ambas direcciones.
Esta configuración se mantiene a lo largo del recorrido hasta alcanzar su punto más destacado: el tramo que bordea el Monumento a San Francisco de Asís. Allí la estructura alcanza su altura máxima de cinco metros sobre el nivel del suelo, lo que no solo representa un desafío arquitectónico sino que también le otorga una impronta visual única al paisaje urbano.
En la parte del puente propiamente dicho, que forma parte esencial del trazado, el corredor tendrá una anchura de tres metros. Allí, la distribución interna también está bien definida: un metro corresponde a la senda peatonal y los dos metros restantes a la ciclovía, siempre manteniendo el criterio de doble sentido.
En cuanto a lo económico, el proyecto tiene un costo estimado en la licitación de 2.500 millones de pesos. Esta cifra incluye tanto la construcción del puente como el desarrollo completo del camino peatonal y la bicisenda. En términos de longitud, la extensión total del recorrido, sumando todos los tramos proyectados, es de aproximadamente 1.270 metros, lo que lo convierte en una de las obras de movilidad más destacadas que se han impulsado recientemente en la ciudad.
¿Qué materiales prevalecerán en esta construcción?
La obra contempla una combinación de materiales, en primer lugar, la estructura principal que sostiene la bicisenda en altura está compuesta por elementos metálicos. Sobre esa base metálica se construye la superficie de circulación -bicisenda y la senda peatonal- que estará realizada íntegramente en hormigón armado que tiene un buen comportamiento frente a las condiciones climáticas.
¿Qué beneficios son los que esperan que tenga la comunidad una vez que ya esté realizada esta bicisenda en altura?
Hay dos factores. Uno de recomposición histórica del boulevard y, asociado a eso, tratar de desalentar el uso de vehículos impulsados con combustibles fósiles. De alguna manera, impulsar el tránsito de medios de locomoción más saludables. San Francisco es una ciudad que en 15 minutos en bicicleta cruzás de un extremo al otro.
Y en segundo lugar, darle seguridad a peatones y a ciclistas. Un espacio para transitar seguro en una zona que si la ves realmente es muy compleja para poder atravesar caminando o en bicicleta.
¿Cuál es el origen de estos fondos?
En lo que respecta al financiamiento de la obra, la provincia de Córdoba realiza un aporte del 70% del costo total del proyecto, lo que representa una inversión significativa por parte del Gobierno. Por su parte, desde la municipalidad de San Francisco asumimos el 30% restante, lo que demuestra una clara decisión política de acompañar y sostener iniciativas que mejoren la calidad de vida de los vecinos y vecinas.
¿Cuáles son los criterios que evaluaron para priorizar esta inversión?
San Francisco es una ciudad con una geografía predominantemente plana, lo cual, si bien facilita ciertos aspectos del desarrollo urbano, también ha generado históricamente serias dificultades en materia de drenaje y saneamiento. Hace aproximadamente 15 años, la ciudad enfrentaba graves problemas para evacuar tanto las aguas pluviales como los líquidos cloacales y esto generaba inconvenientes especialmente durante las temporadas de lluvias intensas. Esta situación dejaba en evidencia la urgente necesidad de obras de infraestructura bajo tierra que son fundamentales para el funcionamiento diario de cualquier ciudad.
A partir de ese diagnóstico, se encararon importantes inversiones y proyectos de saneamiento. Hoy, gracias a ese trabajo la localidad cuenta con una planta de tratamiento de líquidos cloacales de última generación, considerada modelo en la región, tanto por su tecnología como por su capacidad de procesamiento y su impacto ambiental positivo.
También se ha realizado un gran esfuerzo por ampliar la cobertura de la red cloacal. Como resultado, actualmente el 95% de la superficie de la ciudad cuenta con acceso a este servicio esencial. En relación con el manejo de las aguas de lluvia, durante los últimos años se llevaron adelante obras fundamentales para resolver un problema histórico.
Se trabajó intensamente en la construcción y mejora de canales de desagüe, entre estas intervenciones, se realizaron canales entubados en zonas donde era indispensable trasladar las precipitaciones de manera subterránea para liberar la superficie. Al mismo tiempo, se ampliaron los ductos a cielo abierto ya existentes, mejorando su capacidad de escurrimiento. También se desarrollaron obras sobre lagunas de retardo, que permiten contener y regular el caudal en momentos de lluvias intensas.
Una vez que logramos dar solución a estas problemáticas estructurales, que por décadas generaron preocupación y malestar entre los vecinos, pudimos empezar a pensar “tierra arriba”, es decir, en su dimensión visible, habitable y simbólica. San Francisco es una ciudad ordenada, limpia, prolija, con una excelente calidad ambiental. Sin embargo, urbanísticamente conserva en buena parte la misma fisonomía que tenía hace 50 años, lo que nos planteó el desafío de actualizarla sin perder su identidad.
En ese contexto, diseñamos y comenzamos a ejecutar un plan urbano integral que tiene como eje estructurador la antigua traza del ferrocarril Central Córdoba, no es un detalle menor, ya que hablamos del sitio fundacional de San Francisco, el lugar donde comenzó a escribirse la historia de nuestra ciudad.
A partir de este eje, se están realizando una serie de obras estratégicas en sucesión, con el objetivo de intervenir y revitalizar ese sector de oeste a este, dándole nueva vida a zonas que hasta ahora estaban desaprovechadas o relegadas. Esta transformación busca revalorizar el espacio público, promover la integración urbana y dotar de una identidad renovada a puntos clave del entramado urbano.
Una parte central de este proceso es la puesta en valor de la plaza principal, conocida como Centro Cívico; un espacio que hasta ahora nunca había logrado consolidar plenamente ese carácter cívico y representativo que su nombre sugiere. Con el conjunto de intervenciones previstas, que incluyen espacios verdes, bicisendas, mobiliario urbano, iluminación y conectividad, buscamos construir ciudadanía también desde el diseño del espacio público, con lugares que convoquen, protejan y dignifiquen.
¿Cómo se desarrolló el diseño de la bicisenda?
En el marco de este proyecto, desde el área de la Secretaría de Infraestructura de la Municipalidad de San Francisco se llevó adelante un trabajo articulado y sostenido en distintas etapas. En primer lugar, se acordó la formulación de la idea original, es decir, el concepto general y la visión urbana que dio origen a la iniciativa. A partir de allí, el equipo técnico municipal avanzó en el desarrollo del anteproyecto, evaluando aspectos funcionales, estructurales, urbanísticos y de conectividad.
Posteriormente, se trabajó en la elaboración del proyecto ejecutivo en profundidad, contemplando todos los detalles técnicos necesarios para su implementación, este proceso fue llevado adelante en estrecha colaboración con el área de Arquitectura del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Córdoba, cuya participación fue clave para garantizar la calidad técnica del diseño y su adecuación a los estándares provinciales.
Esta articulación entre municipio y provincia permitió no solo potenciar capacidades y compartir criterios de planificación, sino también consolidar una propuesta que hoy se está transformando en una obra concreta.
¿Cómo fue la reacción de los vecinos ante la propuesta de la obra?
Toda obra pública anunciada genera controversias. Hay quienes entienden que, por fin, vamos a recuperar el boulevard y tener un área segura para pasar por la zona que se conoce como la rotonda. Por otro lado, hay quienes han manifestado que es innecesaria, que es faraónica; hay opiniones encontradas.
Nosotros estamos convencidos que una vez que el proyecto esté terminado y que, como sucede habitualmente aquí en San Francisco, los vecinos se apropian de los espacios, le encuentran utilidad, terminan siendo valoradas y disfrutadas.
¿Este modelo puede ser aplicado en otros lugares de la ciudad o en otras localidades?
La ciudad de Córdoba es la que ha tenido, a mí entender, las primeras sendas peatonales y bicisendas en altura en Latinoamérica. Nosotros, me parece, somos los que venimos después con esta idea dentro de la provincia. Y en esta ciudad todo el cronograma de ese master plan de obras está pensado sobre el ex ferrocarril y por el momento no tenemos planificado hacerlo en otro lugar. Pero en el futuro no se puede descartar.
Por Mónica Arroyo