Por Lorena Grojsman – Desde su creación en 1930, el Centro de Ingenieros de Mendoza realiza innumerables sugerencias y aportes sobre las obras que necesita la provincia además de participar activamente a través de sus representantes en la redacción y seguimiento de las normas de construcción, entre otros. El Constructor dialogó con su presidente, quien comentó cuáles son los principales desafíos con los que se encuentra el sector en la provincia cuyana hoy.
¿Cómo ve el sector de la construcción en Mendoza hoy? ¿Cómo es esta situación en comparación a la de otras provincias?
Desde hace varios años la construcción en la provincia ha experimentado un retroceso muy importante, aunque hoy está en proceso de crecimiento. De acuerdo a los datos oficiales de la Dirección de Estadística de la Provincia, estamos muy por debajo del 1.122.000 m2 que se construyeron en el año 2005 y aunque se superó el piso del año 2019 de 745.000m2, los 997.000 m2 ejecutados en el año 2023 (último dato oficial), demuestran una situación de crisis, más aún si se tiene en cuenta que en el mismo período la población creció un 21%. Situación que seguramente es, con matices diferentes, similar a lo que ocurre en las otras provincias argentinas.
¿A qué atribuye esta situación?
Se atribuye a que, año tras año, se ha agrandado la brecha entre ingresos de la población y costo de la construcción, más la falta de créditos que imposibilita a los mendocinos emprender cualquier tipo de obra.
¿Cómo está la obra pública en Mendoza actualmente y por qué?
Las dos obras públicas nacionales de importancia que estaban en ejecución, doble vía ruta nacional 40 Mendoza – San Juan y variante Palmira de la Ruta Nacional 7-, se encuentran prácticamente paralizadas por la conocida decisión del Estado Nacional. En el caso de las obras públicas provinciales que estaban en ejecución, continúan, aunque a menor ritmo. En los últimos días se han publicado las licitaciones de obras nuevas, todas de menor envergadura.
¿Cuáles son las principales obras de infraestructura que se están desarrollando actualmente en Mendoza?
Como respondí anteriormente, las principales obras en ejecución, y que necesitan recuperar su ritmo normal, son la doble vía de la Ruta Nacional 40 Mendoza – San Juan y la variante Palmira de la Ruta Nacional 7. Por otra parte, la provincia ejecuta a mejor ritmo la Ruta Provincial 82 en su primera etapa y ya se licitó la segunda. Cabe señalar que también sería de vital importancia continuar con la doble vía de la Ruta 40 desde Tunuyán hasta San Rafael.
¿Qué papel juega el Centro de Ingenieros de Mendoza en la planificación y supervisión de grandes obras públicas como rutas, represas o sistemas de riego?
El Centro de Ingenieros de Mendoza, desde su creación en abril de 1930, ha realizado innumerables sugerencias y aportes sobre las obras que necesita la provincia. Más recientemente ha sido un acérrimo defensor de la construcción del dique Portezuelo del Viento. Así también, ha comunicado las críticas que estimó necesario realizar sobre alguna obra en particular, ya sea en el proyecto o en su ejecución. Por ejemplo, polemizó con autoridades provinciales acerca de la idea de utilizar los fondos del dique Portezuelo del Viento para construir uno nuevo que funcione como regulador en el río Diamante (que ya cuenta con cuatro diques), cuando a nuestro parecer es mucho más importante regular el río Mendoza o el Tunuyán que sólo cuentan con un dique regulador cada uno.
En septiembre de 2023, durante la campaña electoral para la renovación de las autoridades provinciales, los cuatro candidatos a gobernador que superaron las elecciones PASO, fueron invitados por las autoridades del Centro y visitaron nuestra sede. En ese momento recibieron en mano un plan de obras públicas desarrollado por esta institución, con su respectivo fundamento, en el que figuraban las obras que a nuestro criterio eran, y son necesarias realizar para el crecimiento de la provincia.
¿Empeoró o mejoró la situación en el área de la construcción con el cambio de gobierno?
La política del actual gobierno nacional de paralizar la obra pública representa claramente un momento de crisis para la industria de la construcción, y esto lógicamente afecta a la provincia en general y en particular a sus actores por lo que claramente empeoró la situación en el área de la construcción. Toda vez que las inversiones que se realizan en las obras públicas redunda en la aplicación de los beneficios que obtienen las empresas constructoras en otras obras -como pueden ser edificios de departamentos, barrios, centros comerciales etc.- se convierte en un círculo virtuoso.
¿Aumentó mucho el metro cuadrado de construcción en Mendoza el último año?
El Centro de Ingenieros de Mendoza realiza todos los meses un relevamiento de precios y costos de la construcción en la provincia y de acuerdo a la medición realizada durante los primeros días del mes de septiembre de 2024 el incremento interanual fue de 161% y de 41% en lo que va del año.
¿Cómo resuelven el tema de la vivienda los mendocinos? ¿Hay fácil acceso al crédito?
Históricamente el ahorro ha sido la forma que los mendocinos utilizaron para la construcción de sus viviendas. Pero el proceso inflacionario nacional ha destruido esa posibilidad. Ésto, sumado a la falta de crédito y al aumento de la brecha entre ingresos familiares y costo de la construcción, han originado la disminución en la superficie construida en la provincia. Si bien los planes Procrear y Mendoza Activa, -este último instrumentado por el gobierno provincial-, permitieron que sectores medios y medios altos de la sociedad mendocina ejecutaran su vivienda, lamentablemente hoy no están vigentes.
¿Ha bajado o subido la matriculación de ingenieros en Mendoza durante los últimos años?
Según datos oficiales del Consejo Profesional de Ingenieros y Geólogos de la Provincia, en el año 2005 (año de mayor superficie construida) los ingenieros civiles matriculados eran 841 y en el año 2024 son 998. No obstante, por diversos motivos, muchos ingenieros deciden no matricularse y trabajan en relación de dependencia o como asociados a estudios de ingeniería.
¿Hay trabajo para los ingenieros civiles en la provincia de Mendoza hoy?
Definitivamente hoy no hay en la provincia la cantidad de trabajo suficiente que permita a los ingenieros civiles del medio desarrollar sus conocimientos y experiencia.
¿Qué desafíos específicos enfrenta la construcción en la provincia debido a factores locales como el clima, la geografía y la economía regional?
Teniendo en cuenta que la provincia se encuentra en una zona de riesgo sísmico muy elevado, el principal desafío que enfrentamos los profesionales es mantenernos permanentemente actualizados en cuanto a nuevos conocimientos y el uso de nuevas tecnologías de diseño y construcción. Pero lo más importante es que podamos transmitir al resto de la sociedad, y en especial a las autoridades, la importancia de la aplicación de este conocimiento, que se traduce en la reducción de víctimas fatales y daños económicos ante la ocurrencia de un terremoto de gran magnitud. En este sentido, el trabajo del Centro de Ingenieros de Mendoza es permanente. Justamente la problemática sísmica hace que el costo de las estructuras en Mendoza sea más alto que el de una zona de bajo riesgo sísmico y este factor debe ser tenido en cuenta al momento de analizar inversiones en obra civil en la provincia.
Mendoza ha experimentado un crecimiento en el desarrollo de barrios cerrados y complejos residenciales últimamente, ¿qué opina de esta tendencia? ¿Es sostenible a largo plazo?
De la mano de la necesidad de la población de vivir en lugares con mayor seguridad, en Mendoza se han desarrollado muchos barrios cerrados y complejos residenciales, al punto de superar la construcción de edificios de viviendas y seguramente en los próximos años continuará esta tendencia. Sin embargo, habría que pensar la forma de no utilizar terrenos que hoy forman parte del cordón productivo cercano a la ciudad. Y tener en cuenta que su utilización en el negocio inmobiliario puede tener mejor efecto comercial en lo inmediato pero que a largo plazo afectarían la producción primaria de la provincia.
¿Cuál es la situación de la formación de ingenieros y técnicos especializados en la provincia? ¿Existen suficientes profesionales para cubrir la demanda del sector?
En Mendoza existen dos facultades dedicadas a la formación de ingenieros civiles y varias a la formación de otras especialidades de la ingeniería, como así también muchas escuelas de las que egresan un importante número de técnicos de la construcción. Sin lugar a dudas resultan suficientes para la necesidad de profesionales de la provincia. No obstante, existe mucha preocupación en el ámbito universitario local por la poca matriculación de nuevos alumnos en la carrera de ingeniería civil ya que ha disminuido en los dos últimos años en forma alarmante y eso puede originar a futuro falta de profesionales.
¿Qué iniciativas están llevando adelante desde el Centro de Ingenieros de Mendoza para capacitar a la próxima generación de profesionales en nuevas tecnologías y normativas?
Desde su creación, la principal actividad del Centro de Ingenieros de Mendoza ha sido participar activamente, a través de sus representantes, en las comisiones de redacción y seguimiento de las normas de construcción, especialmente las referidas a estructuras sismorresistentes para luego capacitar a los profesionales sobre estas normativas y las nuevas tecnologías que se aplican en el mundo de la construcción. También ha organizado -y organiza- innumerables jornadas, conferencias y seminarios relacionados con técnicas constructivas, métodos de diseño y cálculo, uso de nuevos materiales, sistemas de control de hormigones en obra, desarrollo de energías renovables, etc.
¿Cómo avanza Mendoza en la incorporación de energías renovables en sus proyectos de infraestructura? ¿Hay algún ejemplo destacado que pueda mencionar?
En la provincia existen algunos parques solares en funcionamiento en los departamentos del este mendocino y varios más en proyecto o ejecución en las localidades de Luján de Cuyo, Malargüe, San Rafael y Las Heras. Pero sin duda, todavía no se han desarrollado suficientemente proyectos de energía renovable de alto impacto para la matriz energética de la provincia y el sistema interconectado nacional.
¿Qué rol están jugando los ingenieros mendocinos en los proyectos de energías renovables, como parques solares o eólicos, y qué perspectivas tiene para el futuro en este campo?
En este tema es muy importante recordar que la empresa mendocina IMPSA es la responsable de desarrollar importantísimos proyectos de energía eólica en el país y en el mundo. En estos desarrollos la participación de los ingenieros mendocinos que trabajan en la empresa ha sido fundamental. Si bien esta compañía, después de pasar por un proceso de crisis económica, fue estatizada y ahora está en proceso de privatización, su futuro es altamente alentador especialmente para los profesionales de la ingeniería que trabajan en ella.
¿Qué oportunidades y riesgos visualiza para los profesionales del sector de la construcción en la provincia?
En este momento, el mayor desafío que enfrentamos los ingenieros de Mendoza es colaborar con la sociedad para encontrar un mecanismo de acceso y promoción de la construcción, sustentable y creciente en el tiempo, tratando de alcanzar una continuidad para el rápido desarrollo provincial.
Mendoza depende en gran medida de una gestión eficiente del agua, ¿cómo evalúa la infraestructura actual en relación con las necesidades hídricas de la provincia?
La infraestructura de gestión del agua en la provincia puede dividirse en dos grandes ramas: Por un lado el agua potable, cuya red de distribución es muy antigua y requiere una pronta renovación. Aparte de ser muy onerosa su ejecución provoca importantes trastornos en la población, desde cortes del servicio a problemas de circulación en las principales arterias. No obstante, no debería postergarse esta renovación, dado que actualmente las pérdidas de agua conducen al desperdicio de un recurso costoso y valioso, el agua potable, y provoca daños a estructuras de infraestructura urbana. También deberían construirse a corto plazo nuevas plantas de potabilización de agua, ya que las existentes son insuficientes y muy antiguas.
Por otro lado, el agua destinada al riego, que es la que mayor volumen demanda, y que tiene una baja eficiencia en cuanto a su aprovechamiento, por lo que requiere que se continúe con el proceso de revestimiento de canales y acequias que se comenzó a implementar hace varios años, pero que aún está incompleto. Además se utilizan, dentro de los terrenos cultivados, métodos de riego eficientes, a través de tecnologías como pueden ser el riego por goteo, aspersión, etc.
¿Qué impacto han tenido los proyectos de riego tecnificado y obras hidráulicas en la mejora de la productividad agrícola de la región?
Mendoza es una zona desértica con muy escasa precipitación pluvial, por lo que el agua de uso doméstico y agrícola proviene 100% del deshielo de los glaciares; y el calentamiento global origina, año tras año, un retroceso de los mismos con disminución importante de la cantidad de agua disponible, por lo que la regulación de los ríos mediante obras hidráulicas y la implementación de técnicas de riego que garanticen el menor desperdicio de agua, es fundamental para la continuidad de la producción agrícola de la provincia.