El impulso a la financiación bancaria, la utilización de fondos públicos inactivos y la idea de utilizar el mercado de capitales fueron algunas de las propuestas que surgieron en el encuentro para solventar la mejora de rutas y caminos.
Mientras el Gobierno hacía malabares para mantener estable la cotización del dólar e intentaba digerir el golpe que recibió de parte del Senado, los referentes del Consejo de Políticas de Infraestructura (CFI) celebraron un nuevo encuentro. Más allá de algunas diferencias y de la particularidad de cada sector, todos los expositores coincidieron en que es necesaria la implementación de políticas públicas de fomento a la producción.
“Sin Infraestructura, no hay competitividad, ni crecimiento”, fue el mantra que esbozaron todos los disertantes que conformaron el panel de inauguración del encuentro. Las posturas de referentes de la construcción, el comercio, el agro, la industria, bancarios y gremialistas convergieron en un reclamo común: contar con rutas, redes ferroviarias e hidrovías en condiciones para transportar las más diversas riquezas argentinas.
La reunión se concretó en el marco de la edición 137 de la Exposición Rural. Sobre un escenario donde prevaleció la intención de trabajar en conjunto, cada uno de los integrantes de la mesa expuso la realidad que se vive dentro del segmento económico en el que se desempeña y elevó propuestas para salir de esta situación, que la mayoría describió como apremiante.
Gustavo Weiss presidente de la Cámara de la Construcción, Nicolás Pino, su par de la Sociedad Rural Argentina, Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Javier Bolzico, líder de la asociación de Bancos Argentinos, Natalio Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Gerardo Martinez, secretario general de la UOCRA y referente de Relaciones Internacionales en la CGT, se hicieron presentes.
“Los pilares del crecimiento del país, es decir, el campo, la energía y la minería necesitan caminos para distribuir lo que producen. Tenemos tierras raras y la posibilidad de imitar a Chile con el cobre y ha llegado el momento de crecer”, aseguró Adelmo Gabbi que sostuvo que no es justo que los actores relacionados a la producción tengan que pagar por el déficit que hay en cuanto a infraestructura.
En su discurso, el titular de la Bolsa de Buenos Aires, dejó en claro que mira con buenos ojos el escenario económico actual, pero reclamó la generación de condiciones para invertir y el financiamiento a largo plazo. “Sin inflación, con reservas suficientes y con la esperanza del pueblo tenemos una oportunidad importante”, agregó.
A su tiempo, el actual presidente pro tempore del CPI, Nicolás Pino, expuso su punto de vista a partir de una descripción de los problemas cotidianos. En este sentido, dio un ejemplo práctico de cómo se encarece la distribución: “Los fletes son caros, porque se tienen que meter por lugares que antes eran caminos, pero que ahora y con en el estado en el que están, generan el riesgo de roturas”.
Por otra parte, recogió el guante en cuanto a mejorar la eficiencia que tanto reclama el Ejecutivo y reconoció que esa es responsabilidad del productor, aunque sostuvo que para poder aprovechar al máximo sus recursos es fundamental tener la capacidad de despachar lo que se produce sin altos costos.
La voz del sector bancario se abrió paso en la reunión con el discurso de Javier Bolzico, quien defendió con firmeza la institución del crédito hipotecario con actualización UVA y cargó tintas en contra de la gestión anterior que, a su entender, hizo enormes esfuerzos para combatir a esta herramienta de financiaciòn para el acceso a la vivienda. Además, celebró el resurgimiento de estos créditos.
“En cuanto a infraestructura, las dificultades están en la falta de estabilidad institucional y el respeto a los contratos”, sostuvo el representante de la banca argentina e hizo un fuerte hincapié en la importancia de fortalecer la seguridad jurídica y promover normas que “se respeten durante 10 o 15 años”.
La exposición de Natalio Grinman se sumó a esa misma línea de pensamiento. “Nadie va invertir si no está seguro de que de qué va recuperar lo que invirtió. El problema de Argentina está en la falta de confianza y hay que revertirlo”, resaltó luego de señalar que este desafío es una parte de una deuda que tiene el país con los empresarios que apuestan en territorio nacional.
“Si el plan del Gobierno es que el riesgo sea privado, tiene que implementar políticas que garanticen la inversión o que las apalanque en el inicio”, insistió el referente del comercio que continuó diciendo: “creo que es un momento bisagra en Argentina. La inflación ya no es un problema. El Ejecutivo tiene que tomar medidas y el Congreso tiene que dejar de lado los intereses individuales o partidarios”.
“Se requiere capital de largo plazo, pero en este momento Argentina no tiene moneda y, por ende, no hay fondeo de largo plazo”, comenzó relatando Gustavo Weiss. El empresario expuso el plan de la gestión oficialista de concesionar las rutas para trasladar la inversión al sector privado y si bien no dudo del éxito de esa iniciativa, aseguró que eso solo resolvería el 25% de la necesidad actual en infraestructura.
“En el resto de lo que falta por hacer el privado no puede invertir, porque no hay regreso”, remarcó. La urgencia de mejorar las rutas y caminos en la Argentina actual apremia y juega en contra de cualquier proyecto económico que requiera tiempo para su ejecución, según el referente de la construcción. quien consideró que esa necesidad podría ser afrontada con recursos que el Gobierno mantiene inactivos.
“Tiene los fondos específicos de combustibles. Recauda, pero no lo gasta, ni lo reparte. El dinero de organismos internacionales también está disponible y no sé utiliza. Además, tiene la obligación de invertir en infraestructura con el fondo de ANSES, pero solo usa el 18% de esas partidas”, reclamó.
El titular de CAMARCO profundizó su explicación en conversación con El Constructor y aseguró que son varias las firmas con potencial para ser administradoras de las trazas nacionales; aunque aseguró que el mayor desafìo es conseguir el apoyo económico para la realizaciòn de obras que son apremiantes y tienen un costo muy elevado.
“Las únicas empresas que, segùn lo que nosotros sabemos, están interesadas en participar de las concesiones son constructoras. Estamos interviniendo como nexo entre el Ejecutivo, las compañías y los bancos, pensando en cómo hacemos para ayudar financiar -via apoyo bancario- el mantenimiento de rutas que tiene que arreglar el Gobierno”, comentó.
El empresario reconoció que hay comunicación con la gestión de Javier Mieli, respecto al dinero que no se está movilizando. “Tenemos diálogo acerca de estos recursos y de otros fondos que obtiene de organismos internacionales (Banco Mundial o el BID, por ejemplo) y nos dicen: ‘no vamos a gastar ningún dinero, porque por ahora nuestra prioridad es el tema macroeconómico’”, afirmó.
La postura de los trabajadores no quedó afuera de la discusión, Gerardo Martinez habló en representación de los gremios y señaló la importancia de colaborar entre sectores para buscar alternativas y no reclamos estériles. En cuanto a la valoración en el mercado de las riquezas nacionales, el sindicalista afirmó: “Hay que entender las tres “G” de una administración: gobierno, gobernanza y gobernabilidad. De esta manera se podrá evitar la improvisación y promover la transferencia y la competitividad”.
Su discurso tuvo un tono de conciliación, incluso frente a la gestión actual, y alentó la idea de ocuparse de lo que falta más que de enfrentarse. “No queremos que nadie fracase, pero si queremos ser observadores con la idea de ser escuchados para no llegar al extremo del paro. El diálogo es una llave maestra y el Ejecutivo tiene que comprender eso para poder mejorar la situación de la Argentina”, concluyó.
Por PAOLA VARELA