La empresa, líder en el desarrollo proyectos de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables de la provincia de San Luis, solicitó asistencia del instituto para la puesta en funcionamiento de una planta de 1 MW (Mega Watt) de digestión anaeróbica. La primera tarea que realizaron especialistas en energías renovables fue realizar un control de los procesos microbiológicos de generación de biogás, a través de digestión de maíz y restos de la producción ganadera, para transformarlo en energía eléctrica.
La planta de biogás, ubicada a las afueras de la ciudad puntana de Justo Daract, se alimenta con silo de maíz y desechos de la producción de engorde vacuno (feed lot), para producir una potencia de 1 MWe (Mega Watt eléctricos). El sistema se compone principalmente de un reactor primario de 4.500m3 de acero vidriado (20m de alto, 18m de diámetro), y un reactor secundario de 3.400m3 (6 metros de alto y 27 metros de diámetro) que opera en rango termofílico a 52° C. A su vez, el sistema cuenta con una etapa de tratamiento del biogás y la posterior cogeneración energética a través del CHP (combined heat and power).
A inicios de 2020, y de forma ininterrumpida, el INTI comenzó con la asistencia técnica a la planta de biogás, primero con la etapa de puesta en marcha, trabajando entre otros temas con el control microbiológico, a través de una estricta rutina diaria de análisis (FOS/TAC, nitrógeno total, nitrógeno amoniacal, pH, conductividad, sólidos totales, sólidos volátiles, entre otros); y actualmente sobre la operación estándar del sistema. La empresa cuenta con cuatro plantas en operación por más de 8 MW (Mega Watt), y otras tres en desarrollo.
La vinculación con la empresa se vio fortalecida a través de actividades de sinergia industrial local. En este punto se está avanzando con la factibilidad de utilizar los desechos originados en un frigorífico ubicado en la ciudad de Villa Mercedes como fuente de alimentación del sistema anaeróbico (proceso con ausencia de oxígeno), para mejorar, de esta forma, la matriz nutricional del biodigestor y el desempeño ambiental del establecimiento de faena.
“La asistencia se brinda en el marco del programa de desarrollo de la biodigestión anaeróbica que el INTI viene trabajando en la región Cuyo. Una vez realizada la puesta en funcionamiento de la planta de biodigestión, seguiremos trabajando en el control rutinario del proceso”, afirma Víctor Goicoa, jefe del Departamento de Energías Renovables y Gestión Energética de la región Cuyo del INTI.
En esta misma línea se está desarrollando junto a otra empresa líder en maquinarias para residuos, un prototipo piloto para la biodigestión seca de residuos orgánicos provenientes de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) tecnología que podrá aportar una solución energética a la gestión de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos.