Knauf se posiciona como una compañía global con 150 fábricas en más de 60 países de todo el mundo. Cuenta con su planta en Luján de Cuyo, Mendoza, donde hoy se fabrican los tres componentes principales de los sistemas de construcción en seco Knauf: las placas de yeso, los perfiles de acero galvanizado que conforman la estructura y la masilla para el tomado de las juntas. Además acaba de inaugurar su planta solar con más de 1920 paneles que le permitirá asegurarse sustentabilidad energética para el futuro.
El Constructor visitó las oficinas en Vicente López para dialogar con Nicolás Piallat, gerente general de Knauf Argentina.
¿Qué evaluación podría hacer de lo fue el 2023 para Knauf en la Argentina?
Este año fue al revés de la pandemia en cuanto a la demanda. Durante la pandemia tuvimos muchos meses con un alto nivel de volumen de ventas en todos los rubros, pero muy fuerte con todo lo que era el mostrador. Esto fue debido a las ventajas de la construcción en seco, ya que mucha gente que tenía un poco de ahorros quiso refaccionar habitaciones, baños y otras pequeñas obras y aprovechar nuestra rapidez de ejecución. Hoy, al contrario, tenemos más demanda de obras grandes o medianas. Si bien el consumo cayó, nosotros terminaríamos un año casi al mismo nivel de venta que el año pasado. Esto dentro de todo es un buen resultado porque hemos sufrido bastante, debido a problemas con el Sistema de Importaciones (SIRA). Nosotros tenemos un mix con muy pocos productos importados y fabricamos casi todo en Mendoza, pero ciertos tipos de productos no los pudimos vender, y allí perdimos oportunidades en productos de gran valor.
¿Cuáles son los desafíos teniendo en cuenta el contexto actual y lo que viene para el 2024?
Los grandes desafíos para nosotros, primero como rubro, es empujar más todavía la construcción en seco: promover que las leyes se apliquen y que el tema de ahorro energético esté en el centro de una política global. Además, debe haber una demanda genuina de construcción nueva o de refacción, así como créditos verdes. En cuanto a la mano de obra, en líneas generales, los fabricantes de materiales para la construcción en seco necesitan capacitar más el rubro instalador para diferenciarse del albañil de construcción tradicional. Hay un déficit muy grande de mano de obra capacitada.
Sobre la capacitación interna, nosotros tenemos la suerte de tener mucha gente con antigüedad. Es una empresa que cumple 25 años este año y se ha construido y ha crecido con valores muy sostenibles: la excelencia y la visión a largo plazo. Desde hace cinco años ha crecido muchísimo la proporción del steel framing o del drywall por sus beneficios económicos, los tiempos de construcción en una obra y, sobre todo, por la sostenibilidad a largo plazo.
Hay una tendencia del Estado en las políticas públicas de tratar el ahorro de energía. ¿Cuánto puede sumar Knauf a este sector de la construcción de vivienda social?
Nosotros instalamos el tema casi desde el día cero por el espíritu y por el ADN que tenemos en la empresa. En el mundo más o menos el 40% de las emisiones de CO2 vienen de toda la industria de la construcción. Nosotros, siendo el modelo de construcción más eficiente y sustentable, tenemos un rol muy importante a desarrollar en un país, a través de la energía y del bienestar de las personas. Para mí es fundamental que en el rubro en el cual estamos del sector privado haya una empresa como la nuestra, ya que tiene un rol enorme en el crecimiento de la gente. Por ejemplo, en la vivienda social tenemos mucha relación con los institutos provinciales de vivienda de diferentes provincias.
Con el tema de la humedad, tenemos tres productos para un estilo de provincia y de clima diferente, ofrecemos una solución adecuada en casi todos los lugares o todas las tipologías de construcción. Respecto a la capacitación, continuamos cada año capacitando, lo cual es un trabajo de muchos esfuerzos. Con esto buscamos, más allá de nuestra venta, proteger a los clientes, ya que estamos convencidos de que se puede explotar y multiplicar por lo menos por dos en pocos años, el consumo de placas en Argentina. Trabajamos en hospitales, escuelas, shoppings, oficinas y en el sector residencial.
¿Qué cosas se podrían aportar desde el Estado para favorecer o para impulsar el sector?
En primer lugar, impulsar una línea de créditos verdes, para mí son fundamentales porque tienen una economía circular y valorizan a la persona que quiere ayudar al planeta. Vemos que gran parte de la decisión de comprar un departamento o una vivienda se focaliza en la ubicación. Hoy se pagan los metros cuadrados de un lugar y después no hay esta intención del público final de preguntarse cuál es el etiquetado energético allí o cuál es la calidad de sonorización de las paredes de impacto. Eso también culturalmente lleva mucho tiempo. Para alcanzar una demanda genuina, un acceso constante y accesible a créditos para comprar departamentos, se deben desbloquear todas las trabas para también crear una demanda de futuros proyectos.
¿Cómo crees que está la Argentina en materia de construcción en seco con respecto a otros países de la región?
Se pueden hacer dos comparaciones: Brasil y Chile. El segundo, por aplicación de leyes muy especiales con su geografía y por la cultura, tiene un consumo alto por habitante mucho más grande que Argentina y la calidad de construcción también ha crecido más. Después se puede observar el caso de Brasil que es imponente en cuanto al mercado interior pero que todavía en consumo por habitante se encuentra bajo. Argentina, por su lado, tiene aproximadamente el 30% más bajo de consumo en el mundo por cápita. Hay mucho para crecer todavía, porque los recursos para lograrlo rápidamente están disponibles. Eso es lo más importante: que no estamos desfasados entre los recursos y la necesidad de este crecimiento.
¿Cómo es su vínculo con esas provincias y cómo lograron instalarse y venderles sus productos?
En cuanto a los clientes, afortunadamente tenemos en todo el país, no estamos focalizados solo en Buenos Aires. Llegamos a las provincias mediante capacitaciones, ya que tenemos una red de clientes muy especializada. Por ejemplo, ofrecemos el Partner Programm, el cual es un programa de crecimiento y reconocimiento, a nuestra red de socios comerciales donde revisamos con ellos la visión que tenemos a largo plazo del negocio y cómo usar los beneficios a través de nuestro producto. Con eso hemos logrado tener en cada provincia clientes que tienen la misma forma de hacer negocio que nosotros. Gracias al crecimiento de nuestra planta, podemos abordar toda la diversidad en el país mediante diferentes tipos de productos, no solamente placas: masillas en polvo, masillas listas, perfiles, yesos en polvo y varias herramientas paralelas.
¿Qué puede agregar de su porfolio de productos?
Ofrecemos un portfolio completo que permite abarcar a un especialista de la madera, a otro puro de la construcción en seco, techos o aislación. Es decir, cada distribuidor tiene una impronta diferente y eso nos permite atender a todos. Esto hace también que cuando un segmento, un canal especializado o una región se cae en ventas, estamos muy protegidos por amplitud de los servicios y de los productos que abordamos.
¿Cuáles son los diferenciales que tienen con respecto a otras marcas?
Primero la gente elige Knauf Argentina por el sentido de familia. Es una empresa que es líder mundial de la construcción en seco, pero que supo guardar un espíritu familiar: los tipos de clientes son, en general, empresas pymes, entre 20 o 30 personas. Además, cuando hacemos una encuesta de mercado, el punto más importante para ellos es el relacionamiento con la gente. Nosotros somos muy serios pero humildes. Hacemos lo que decimos y decimos lo que vamos a hacer. Respecto a la calidad, fuimos de los primeros en fabricar la placa Diamant, que es una placa con alto impacto y muy difícil de fabricar y también ofrecemos la placa más liviana. Nuestra performance industrial en Mendoza es muy importante. Entonces eso: largo plazo, planificación y buscar la excelencia.