Para conocer la situación actual de las obras de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tales como la Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM), el Reactor Argentino 10 (RA-10), el Centro Argentino de Protonterapia (CeArP) y la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), dialogamos con Adriana Serquis, presidenta de la comisión.
¿Qué puede comentar acerca de las obras iniciadas y próximas a finalizar de la CNEA?
Dentro de estas grandes obras hay cuestiones que tienen que ver con la ejecución diaria y el poder sostener que funcionen los centros atómicos, con todo lo que tienen que ver con la seguridad radiológica, el funcionamiento de los reactores de investigación, ya sea para la producción de radioisótopos —elementos atómicos que pueden usarse para uso médico, por ejemplo— o para nuestros estudiantes que se está formando en las áreas de ingeniería nuclear. Principalmente le hemos acercado a la Secretaría de Energía desde el comienzo de cambio de gobierno la intención de que puedan evaluar cuál era el grado de desarrollo que tenía cada una de las obras, en particular las cuatro grandes que están en marcha en este momento: el Carem, el Reactor multipropósito RA-10 (y sus plantas asociadas) el cual va a poder permitir ampliar por diez la producción actual de radioisótopos e implica tener una planta de producción acorde a eso; la puesta en marcha nuevamente de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), que está también con varios requerimientos y no solo se va a poder disminuir la necesidad de importar ese insumo para las centrales que están actualmente en funcionamiento, que requieren entre veinte y treinta toneladas de agua pesada por año. Esta obra permitiría volver a tener entre ochenta y cien toneladas de producción anuales —con el excedente había un plan particular de intereses de muchas compañías de afuera— y por otro lado, el Centro Argentino de Protonterapia y todo lo relacionado con el área de medicina nuclear. Este último está muy cerca de su finalización y se comenzaría ya muy pronto con la puesta en marcha de la instalación del equipo final. Presentamos toda la información necesaria para que se evalúen justamente cuál es la inversión que requiere cada uno de estos, en qué instancia se encuentra y para qué etapas espera que finalice.
Pero todo eso implica sostener también al personal que hay, porque perder al personal tan especializado en el mundo que está buscando desarrollarse cada vez más en el sector nuclear implica no recomponerlos en un corto ni mediano plazo.
Estas obras no están oficialmente paralizadas, pero sí se encuentran con mucha deuda, ¿de eso no tienen novedades?
No, la verdad es que no tenemos novedades. Nos habían dicho que durante marzo se iba a evaluar justamente el presupuesto 2024 más realista, que no sea solamente la prórroga del presupuesto 2023 y eso hasta ahora no ocurrió.
Nosotros enviamos nuestro escenario de mínima, media y máxima para poder continuar con estas obras y con todo el resto del funcionamiento de la institución. Tampoco tenemos una clara definición respecto de ese presupuesto.
Eso se presentó en los últimos días de marzo, queremos ver si logramos que pueda tener una respuesta, porque si no, no tenemos ni siquiera la petición de cómo se continúa sin información y sin decisiones tomadas del sector. La verdad es que es muy difícil poder continuar. Ojalá que quien sea quien me suceda en esta posición, que espero que sea pronto además, pueda tener formación para poder saber qué decisiones tomar en función de lo que decía el Gobierno Nacional. Entendíamos que había interés de que las obras continúen, pero en la práctica no nos han dado respuesta.
Tenemos que resolver cuestiones urgentes, como es el tema del manejo de fideicomiso del Carem, está impidiendo que se ejecute el dinero que ya tiene. De todas formas, eso no nos permitiría entender o saber cuál va a ser la posición hacia el resto de este año y en los años siguientes.
Sobre sus plazos, Carem se espera que finalice para el año 2028. Mientras que la RA-10 el año que viene debería estar finalizándose para poder comenzar su puesta en marcha. Le queda muy poco, que sería el pago de la deuda.
Presentamos el escenario de mínima que permitiría al menos que se sostengan las actividades presentes y mantener la ejecución de todos los contratos evitando pagar multas. Igualmente, este escenario de mínima implica aumentar el presupuesto que tiene asignada la institución ahora, en función de la inflación que hubo del año pasado a este de más de un 200% de inflación.
¿Qué otros riesgos y desventajas tiene para el país que estos proyectos no sigan para adelante?
Por un lado, tenés el riesgo real de que los convenios que no estés cumpliendo, tendrás juicios y costos hundidos de gastos que se van a tener que hacer para pagar una vez que se pierdan esos juicios.
El segundo riesgo son las cuestiones que estamos perdiendo dependiendo de cada proyecto. En el caso de la RA-10, es perder la posibilidad de tener la capacidad de aumentar nuestra producción de radioisótopos para el diagnóstico de enfermedades y tratamiento de cáncer y la capacidad exportadora. Se podría tener listo antes de fin de año el Centro Especializado de cáncer infantil… Cuántas niñas y niños podrían ya empezar a ser tratados con esto.
Otra pérdida es la generación de divisas con la exportación de estos y otros productos como el silicio dopado para la industria microelectrónica. Y la discontinuación de proyectos como el del Insecto Estéril en mosquitos del género Aedes aegypti, portadores del dengue.
Y en el caso del Carem perderíamos la oportunidad de ser el país más avanzado con el primer reactor nuclear de potencia con una capacidad de exportadora.
Al no recibir respuestas, ¿se puede llegar a analizar otras alternativas de financiación?
Sí, se están analizando. Pero si se cuenta con un proyecto en marcha, hasta que esas posibilidades se analicen, mientras tanto se tiene que sostener el proyecto.
Este es el momento de terminar y poner en marcha la puesta en valor de cada una de estas obras.
Considerando que va a dejar este cargo en cuanto asignen su reemplazo, ¿qué balance y logros destacados realizaría de su gestión?
Durante este período se hizo una reestructuración de la institución para optimizar los recursos que teníamos, tratando de unificar en las áreas temáticas todo lo que corresponde para que haya una sinergia. Hubo además una nueva perspectiva de género en esa reestructuración, porque cuando yo asumí había veinticuatro gerencias y eso se ha convertido en doce áreas con paridad de género en sus titulaciones.
Entonces, en esa reorganización creemos haber podido darle un poco más de dinamismo y desburocratizar a algunos de los sectores.
También me parece importante que en el proyecto del Carem en particular se avanzó no solo con la obra física del proyecto, primero de su tipo de 32 megavatios eléctricos, sino que se trabajó en paralelo con todas las oportunidades comerciales que tiene.
Se avanzó en numerosos acuerdos internacionales y que ahora podríamos estar en condiciones de armar algún tipo de sociedad anónima para conseguir financiamiento.
Y por otro lado, en el área de medicina nuclear, el centro de protonterapia está casi listo y va a poder dar lugar a acuerdos con el Hospital Garrahan, para que adecúe toda la parte de atención para el cáncer infantil del país.
Como todo proyecto relacionado con el sector nuclear, son muy longevos, ninguno empieza y termina en una gestión porque son proyectos que suelen durar muchísimos años, entonces cada avance me parece que es importante.