El centésimo aniversario del Día del Camino encuentra una vez más a la economía argentina transitando un proceso recesivo. Pero, a diferencia de las crisis anteriores, en esta oportunidad el ajuste del sector público se vio potenciado por la decisión del titular del Poder Ejecutivo Nacional. Con el objetivo de sacar a la economía argentina de las continuas y cada vez más profundas caídas, estableció como piedra angular de su política macroeconómica al equilibrio fiscal desde el inicio mismo de su gestión. Y para ello, no sólo se valió de algunas subas de impuestos (como el caso del impuesto país), sino que al mismo tiempo implementó un significativo ajuste en términos reales de casi todas las partidas de gastos corrientes (sólo fueron exceptuadas las relacionadas con la Asignación Universal para Protección Social y con las prestaciones del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados) y en especial de las de capital, donde la inversión vial no fue una excepción.
En los primeros siete meses de 2024, el fuerte ajuste del balance del sector público nacional se tradujo en un superávit financiero (es decir, después de contabilizar los pagos de intereses de la deuda pública nacional) de casi 2 billones de pesos, un equivalente a 0,4% del producto interno bruto (PIB), tras casi dos décadas con déficit fiscal.
En particular, el ajuste del gasto público se concentró en las partidas relacionadas con la inversión y en las transferencias corrientes (de carácter discrecional) a las provincias, las que se redujeron en términos nominales interanuales, mientras el nivel general de precios (IPC) registró un crecimiento de 275,7%. Entre los gastos de capital, sólo la inversión en energía exhibió un incremento nominal interanual (41,5%), no obstante, no alcanzó para compensar la suba del nivel general del IPC. En tanto, del otro lado de la línea, se ubicaron las partidas vinculadas a vivienda (-84,0% nominal anual), educación (-76,1%), vialidad (-52,3%), transporte (-45,0%) y agua potable y alcantarillado (-12,2%). Es decir, la inversión directa del gobierno nacional y a través de las transferencias de capital a las provincias para obras viales experimentó una contracción de poco más de 80% en términos reales interanuales.
Los despachos de asfalto exhibieron un comportamiento totalmente alineado con esta realidad. Por supuesto, en el inicio del nuevo gobierno las entregas de asfalto se desplomaron, ubicándose en un mínimo solo comparable con el registrado en el momento de ‘cuarentena’ más estricta (abril 2020), tal como ocurrió con la mayoría de los insumos relacionados con el sector de la construcción. En tanto, a partir de marzo comenzaron a recuperarse de forma gradual, no obstante lo cual el promedio de los primeros siete meses del año fue el más bajo de los últimos trece años, resultando 56,8% menor al de enero-julio de 2023 y 75,5% inferior al máximo alcanzado en los primeros siete meses de 2018.
Complementariamente, los despachos de hormigón elaborado, que entre otros destinos pueden tener a las obras viales, y si bien es cierto que su importancia relativa en el total es inferior a la del asfalto, entre los primeros siete meses de 2023 y los primeros siete meses de 2024 registraron una disminución de 36,6%, que con relación al pico observado en el mismo lapso de 2019 llegó a -44,6%. En tanto, cabe destacar que los envíos al mercado de este insumo tuvieron un proceso de recuperación mucho más moderado que los de asfalto, tras haber registrado un piso en abril del corriente año.
Por su parte, los despachos de cemento Portland a granel totalizaron 2,064 millones de toneladas en los primeros siete meses de 2024 y resultaron 35,9% menores a los registrados en el mismo período del año pasado. Que la caída de estas ventas haya sido inferior a las de otros insumos vinculados con las obras viales, respondió muy probablemente al sostenimiento de las obras residenciales y no residenciales medianas-grandes y grandes.
En lo que respecta a las entregas en el mercado interno de hierro redondo y acero para construcción, es importante señalar que estos insumos también están vinculados con todas las tipologías de obras, no solo a las viales, y probablemente tengan menos participación en las obras viales que los demás insumos, además de lo cual actúa como reserva de valor (protección del capital de trabajo) para la cadena comercial, lo cual seguramente potenció su demanda durante 2023. En este sentido, entre enero-julio de 2023 y enero-julio de 2024, los despachos de hierro redondo y acero para construcción se contrajeron 45,7%, ubicándose en un nivel 8,7% inferior al observado en enero-julio de 2020 (alcanzado por la cuarentena).
Sintetizando, una vez más se celebra el Día del Camino en un contexto de recesión. Pero, en esta oportunidad con un ajuste del sector público potenciado por el titular del Poder Ejecutivo Nacional. Porque la piedra angular de su política macroeconómica es el equilibrio fiscal desde el inicio mismo de su gestión. Y para ello implementó un significativo ajuste en términos reales de casi todas las partidas de gastos corrientes y en especial de las de capital, donde la inversión vial no fue una excepción.
Por Pablo Lara – El autor es Economista. Director de Estrateco Consultores.