¿Y si, en lugar de resolver conflictos en proyectos de construcción mediante arbitrajes o juicios costosos y que duran años, pudiéramos resolverlos en apenas 90 días, con eficiencia, conocimiento técnico y sin paralizar la obra? Esa es la promesa de los Dispute Boards (DBs), un mecanismo que combina prevención, gestión y resolución temprana de las diferencias, y que está transformando la forma en que se ejecutan contratos de obra en todo el mundo.
La construcción es una de las industrias más propensas a las controversias. Múltiples actores —contratistas, proyectistas, proveedores, organismos públicos, financiadores— interactúan bajo plazos ajustados y alta inversión, generando tensiones y controversias inevitables. Factores externos como volatilidad de precios, cambios regulatorios o problemas de suministro pueden agravar la situación.
El Reporte Estadístico de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) sobre Resolución de Disputas para el año 2024 confirma que los contratos de construcción e ingeniería representaron cerca del 25% de todos los arbitrajes administrados por ICC a nivel mundial, con reclamos que en promedio superaron los USD 50 millones. La duración media de estos procesos sigue siendo elevada —en muchos casos superior a 18 meses— lo que implica que los conflictos suelen dirimirse cuando el proyecto está terminado o, peor aún, paralizado. Esto significa pérdida de recursos, deterioro de relaciones y, a menudo, un impacto negativo en la reputación de las empresas.
En este contexto, contar con un mecanismo rápido, técnico y eficaz puede marcar la diferencia entre una obra finalizada y un problema que la frena indefinidamente.
Dispute Boards: Qué y para qué
Son juntas de resolución de altercados, paneles de expertos independientes que acompañan la ejecución de un contrato de construcción desde su inicio. Su misión es prevenir la escalada de tensiones y resolver disputas asegurando la continuidad de la obra.
El reglamento sobre Dispute Boards de la ICC contempla tres modelos con alcances diferentes: los Dispute Review Board o DRB son juntas que formulan recomendaciones no vinculantes, los Dispute Adjudication Board o DAB son equipos que emiten decisiones vinculantes inmediatas, y los Combined Dispute Boards o CDB son paneles que pueden ofrecer recomendaciones o decisiones de manera alternativa.
Por otro lado, desde el año 2017 los contratos FIDIC han impulsado el modelo Dispute Avoidance and Adjudication Board o DAAB, con un rol preventivo explícito y consultas informales para evitar que un problema se convierta en un proceso formal.
Además, existen dos formas de implementar dispute boards: paneles permanentes —que entran en funciones desde el inicio del proyecto, lo cual les permite mantener reuniones periódicas con las partes y realizar visitas a obra— y los paneles ad hoc —que actúan solo cuando surge un reclamo formal—. La experiencia internacional demuestra que los DBs permanentes son más efectivos para prevenir y gestionar conflictos antes de que escalen, pues acumulan conocimiento del proyecto y confianza con las partes.
Características y ventajas
La cercanía del DB con el proyecto le permite detectar y desactivar problemas incipientes, resolver disputas en semanas, mantener la obra en marcha y proteger relaciones de largo plazo.
La diferencia con el arbitraje se entiende mejor en términos de salud, ya que el arbitraje sería semejante a un médico forense; examina el cuerpo sin vida para determinar la causa del deceso. Cuando un desacuerdo llega a arbitraje o juicio, el proyecto ya está muerto, la obra paralizada siendo difícil identificar con precisión las causas del fracaso. Un DB sería parecido al galeno clínico que acompaña al paciente durante su vida, previene enfermedades, trata síntomas a tiempo y logra que se recupere y continúe.
La eficacia de este método alternativo de resolución de conflictos depende, en gran medida, de su integración por expertos independientes seleccionados por experiencia técnica y de gestión, no por afinidad con las partes. Esto asegura decisiones objetivas, centradas en el interés del proyecto.
Además, la sola existencia de un equipo confiable tiene un efecto disuasivo, las partes tienden a negociar y alcanzar acuerdos antes de activar el mecanismo. De esta manera, se evita formalizar disputas que podrían resolverse de forma directa.
Costos y “seguro contra el escalamiento”
Lejos de ser costoso, la implementaciòn de un DB suele representar entre el 0,03 % y el 0,3 % del valor del proyecto, según datos de la Dispute Resolution Board Foundation, cifras confirmadas por experiencias como el Proyecto Escuelas del Bicentenario en Perú (75 escuelas, con una inversión aproximada de USD 1.685 millones). Esto demuestra que incluso en proyectos de gran envergadura, la incidencia en el presupuesto es mínima.
Comparado con la erogación de una obra paralizada, los honorarios de peritos en arbitraje, abogados, tasas y gastos administrativos, un DB se convierte en una inversión estratégica que ahorra tiempo, dinero y reputación. Por eso, se lo suele identificar como un seguro contra el escalamiento de las diferencias. Además, los valores de un DB pueden integrarse al flujo de caja del proyecto, lo que facilita su previsión financiera.
Efectividad: datos concretos
La encuesta sobre uso de dispute boards a nivel mundial realizada por el King’s College de Londres en el año 2024 revela que más del 70% de las disputas sometidas a DBs se resuelven sin llegar a arbitraje o litigio. En América Latina, la tasa es aún mayor en proyectos con paneles permanentes, en especial en aquellos financiados por organismos multilaterales. El estudio también destaca que, en promedio, las decisiones o recomendaciones de estos equipos se cumplen voluntariamente en más del 80 % de los casos, lo que confirma su aceptación y credibilidad.
Casos de éxito en la región
En Perú, los DBs son obligatorios en obras públicas y han sido clave en concesiones viales, defensas ribereñas, saneamiento, aeropuertos y proyectos educativos, como en los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde se resolvieron controversias sin afectar el cronograma. Este éxito se apoya en un marco regulatorio que promueve su uso y facilita su operación.
En Brasil, la experiencia en los Juegos Olímpicos de Río 2016 marcó un antes y un después, expandiendo su uso a metros, energía, puertos y otros grandes proyectos de infraestructura. Ejemplos recientes incluyen proyectos de metro en São Paulo y Belo Horizonte, donde los DBs evitaron demoras críticas. El respaldo institucional en licitaciones y contratos públicos ha sido clave para su consolidación.
En Argentina, se aplican en proyectos públicos con financiamiento del BID o el Banco Mundial, bajo contratos FIDIC. Aunque los resultados han sido positivos, su adopción en el sector privado es muy baja, incluso en industrias de alto riesgo técnico y económico como minería, energía o petróleo y gas.
Oportunidades de crecimiento
La reforma de la Ley de Concesiones (Ley 17.520, modificada por la Ley 27.742) y el Decreto 713/2024 incorporaron la figura del panel técnico, similar a un DRB ad hoc. Es un avance, pero con limitaciones: se activa solo ante conflicto, carece de autoridad nominadora independiente y no contempla un rol preventivo definido.
Adoptar marcos probados como el Reglamento de la ICC o los modelos FIDIC mejoraría la efectividad, reduciría la incertidumbre y facilitaría la disponibilidad de expertos idóneos. Esto no sólo elevaría la calidad de la gestión de disputas, sino que enviaría una señal clara de previsibilidad a inversores y contratistas.
El llamado a la acción es ahora
Adoptar DBs no es solo una buena práctica para mejorar la gestión contractual de una obra, es un cambio estratégico que distingue a quienes reaccionan ante los problemas de quienes los anticipan y neutralizan. Donde hay paneles bien implementados, los proyectos se terminan antes, cuestan menos y preservan relaciones.
Sin embargo, su adopción requiere una modificación de mentalidad en empresas, contratistas y autoridades, para abordar problemas y contratos de forma diferente, con foco en prevención y soluciones oportunas. Es también una oportunidad de mejora competitiva para las compañías y de desarrollo profesional para ingenieros, abogados y técnicos que quieran especializarse en un campo de creciente demanda internacional.
En este camino, la Conferencia Regional LATAM de la DRBF, que se celebrará en Buenos Aires del 10 al 12 de septiembre de 2025, será una ocasión inmejorable para conocer más sobre este método alternativo de resoluciòn de conflictos, aprender de casos de implementación exitosa y conectar con expertos internacionales. Además de su valor académico y práctico, será un espacio para debatir cómo impulsar cambios regulatorios y de mercado que faciliten la adopción de DBs en toda la región.
Ricardo E. Barreiro Deymonnaz – EL AUTOR ES SOCIO BARREIRO Abogados – Presidente de la Sociedad Argentina de Derecho de la Construcción – Director de la Dispute Resolution Board Foundation (DRBF) Región 4 – LATAM




