La celebración de un nuevo Día del Camino es una buena oportunidad para analizar la evolución de los indicadores vinculados a la inversión vial en Argentina.
En enero-julio de 2025 el resultado financiero del Sector Público Nacional (el que surge después de contabilizar el pago de los intereses de la deuda pública nacional) continuó siendo positivo. Expresado en valores corrientes ascendió a casi 3 billones de pesos, experimentando una contracción de apenas 2,7% en términos reales con relación al mismo período del año anterior, y fue equivalente a 0,37% del producto interno bruto (PIB).
Mientras los ingresos totales retrocedieron 2,0% en términos reales interanuales, el gasto primario (previo al pago de los intereses de la deuda pública) registró una recuperación de 1,5% real anual. La desagregación de los gastos dejó entrever que los gastos corrientes tuvieron un incremento de 1,5% real anual, producto de un alza de 8,5% real anual de las prestaciones sociales, las que pasaron de representar 63,0% del gasto primario total en enero-julio de 2024 a 67,3% en los primeros siete meses del corriente año. En cambio, los subsidios económicos continuaron reduciéndose, a un ritmo de 44,5% real anual, pasando de 10,7% del gasto primario total a 5,8% entre los períodos analizados. Y también descendieron 0,6% real anual los gastos de funcionamiento (salarios y otros), cayendo su importancia relativa de 18,2% a 17,8% del gasto primario total. En tanto, los gastos de capital continuaron disminuyendo, 12,8% real anual en esta oportunidad. Pero, a diferencia de lo observado el año pasado, en los primeros siete meses de 2025 esto se debió a la reducción de la inversión en los sectores de energía, vivienda y agua potable y alcantarillado. En tanto, la ejecución de las partidas que integran la cuenta de transporte se duplicó en el último año, lo que arrojó un incremento de 107,3% real interanual, a raíz de la bajísima base de comparación que estableció la ejecución de esta partida en 2024. Tan bajo fue el nivel ejecutado de estas partidas en lo que transcurrió de 2025, que en términos reales fue casi 70% inferior al verificado en enero-julio de 2023.
En línea con la evolución de las partidas relacionadas con la cuenta de transporte, los despachos al mercado interno de asfalto experimentaron un rebote con relación al piso que marcaron durante 2024 (el cual fue incluso inferior al promedio de enero-julio de 2020), pero continuaron siendo muy inferiores a los registrados hasta 2023. La serie mensual mostró que la recuperación comenzó en marzo del año pasado, pero la velocidad del proceso fue muy baja. Por ello, mientras las entregas de asfalto registradas en enero-julio de 2025 fueron 59,9% mayores a las de enero-julio de 2024, al compararlas con los promedios de los primeros siete meses de 2022 y 2023 todavía resultaron 30,9% inferiores, y si se contrastan con el máximo alcanzado en el mismo lapso de 2018, fueron 60,8% menores.
En lo que respecta a los despachos de hormigón elaborado, un insumo de menor importancia en las obras viales, sobre todo en el contexto actual, donde se observa una mayor ejecución de obras de mantenimiento, en los primeros siete meses de 2025 se ubicaron sólo 17,4% por encima del promedio de enero-julio del año pasado, período que fue el segundo más bajo de la última década. Y al extender el período de análisis, los envíos al mercado de este insumo todavía fueron 33,8% menores a los de enero-julio de 2018.
Similar fue el comportamiento de los despachos de cemento Portland a granel y de hierro redondo y acero para la construcción, ambos insumos también vinculados en una medida menor a la inversión vial en nuestro país. En enero-julio de 2025 se enviaron al mercado 2,39 millones de toneladas de cemento a granel, es decir 15,8% más que un año atrás, pero 15,1% menos que en enero-julio de 2018. En tanto, entre los enero-julio de 2024 y 2025 las entregas de hierro redondo y acero para construcción subieron 16,4%, manteniéndose 39,6% por debajo del pico alcanzado en los primeros siete meses de 2022.
En síntesis, el análisis de las estadísticas sectoriales mostró que a lo largo del corriente año hubo una recuperación de las obras viales cuando se contrasta con la bajísima ejecución verificada en los primeros siete meses de 2024. Sin embargo, al colocar los últimos datos en la perspectiva histórica queda en evidencia que la inversión en caminos todavía se mantiene en niveles mínimos e incompatibles con el mantenimiento adecuado de la red vial.

Por Pablo Lara – El autor es Economista. Director de Estrateco Consultores.