El mercado de la construcción, sobre todo luego de las graves consecuencias que causa la pandemia, es uno de los motores económicos de Argentina; abarca un 5% del PBI y es un generador de empleo constante para todos los estratos sociales.
El año pasado el sector cerró con un alza repentina luego del inicio de las restricciones a la circulación. En concreto, según el Indec, la radiografía del 2020 muestra que a principios de ese año hubo un desplome de 19,5%, mientras que en la última parte el crecimiento fue de un 27,4%, siendo el avance más alto desde fines de 2017.
Si bien una cantidad importante de los empresarios de la construcción augura un 2021 de crecimiento en los próximos meses y otro tanto estima una consolidación de la tendencia del año pasado, según la Cámara Argentina de la Construcción, hay algunas variables interesantes del mercado actual para analizar.
Una clave es el dólar: la brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal genera oportunidades para el desarrollo de nuevos proyectos porque los costos son realmente bajos. Aquellos que ahorran en moneda extranjera se encuentran con que el valor del metro cuadrado se redujo casi a la mitad.
A este punto a favor se le suma la reciente ley del blanqueo para la construcción; en síntesis, el dinero informal ingresará al mercado productivo. La intención es fomentar el desarrollo de obras en el país, lo que permite vislumbrar un panorama alentador en términos de demanda de metro cuadrado.
Sin embargo, nuestra industria siempre estuvo directamente influenciada por la situación económica, tanto micro como marco.
Dentro de este contexto, siempre es necesaria la sinergia público privada para evaluar lo sucedido y encontrar soluciones positivas para la salud y para la economía. Del lado de los referentes de la construcción, cuentan con nuestro compromiso para asegurar las condiciones sanitarias necesarias y cumplir con los protocolos que permitan la continuidad de las obras, un eslabón clave para el desarrollo.
Hoy es común escuchar o leer frases esperanzadoras sobre el futuro del sector. Para que este terreno favorable que planteamos se traduzca en un crecimiento real, es necesario que cada actor accione con responsabilidad, y compromiso.