Grupo Mitre tiene casi 40 años de trayectoria. Es la única empresa argentina distinguida mundialmente cuatro veces en los World Demolition Awards. De modo que conoce muy bien que “la demolición urbana cuenta con varias dificultades que se deben tener en cuenta si se quiere realizar una obra de manera segura y eficiente”, aclara el responsable de la estrategia comercial de la compañía, Alejandro Álvarez.
¿Por ejemplo, cuáles son los principales desafíos en una demolición urbana?
Primero se debe realizar un estudio del entorno para apuntalar edificios linderos, con el objetivo de disminuir riesgos. Además, hay que tener en cuenta que los accesos de maquinaria muchas veces requiere cortar la calle o tener algún control del tránsito para poder ingresar máquinas de gran porte. También, se debe controlar la contaminación generada, tratando de mitigar el ruido, polvo y contaminación visual.
¿Cuál es el error más común a la hora de afrontar estos proyectos?
La planificación de los trabajos a realizar es de vital importancia para asegurar una correcta ejecución de los trabajos y poder cumplir con los plazos definidos como así también mitigar la posibilidad de accidentes. Como el trabajo de demolición es lo que “no se ve” de una obra, a veces los plazos con los que se cuentan son limitados. Igualmente, es fundamental entender que el material resultante de la demolición es también parte del proceso de ejecución de la obra, por lo que en pos de generar un impacto ambiental positivo es determinante el reciclaje. Además debe haber coordinación entre distintas empresas que se encuentran en obra.
Por eso, siempre que tenemos la oportunidad intentamos generar conciencia de que la demolición es parte del proyecto de una construcción y debe ser tomado en cuenta como tal, con estudio y planificación previa.
¿La tecnología, impacta?
Sí. El valor agregado más importante de la maquinaria está en la seguridad con que se pueden realizar las obras, en la reducción de los tiempos de ejecución y en la posibilidad de ejecutar reciclaje in situ de los residuos de la demolición. Por ejemplo, operar con maquinaria adecuada tiene la ventaja de mantener una distancia entre la estructura a demoler y el operario, y además se gana en versatilidad, porque a una misma máquina se le pueden acoplar distintos accesorios para diferentes tipos de trabajo, por lo que no es necesario contar con varias máquinas en obra.
¿Cómo está la Argentina en equipamiento de demolición urbana?
Latinoamérica, como suele darse, está un paso atrás respecto a los países desarrollados en lo que respecta a tecnología y procesos. Sin embargo, en Grupo Mitre se aplica permanentemente una política de innovación, lo cual permite invertir constantemente en maquinaria y equipamiento de demolición de avanzada, siendo ésta una característica muy valorada por nuestros clientes. Somos la única empresa de Argentina que cuenta con un robot eléctrico de gran potencia de demolición y un High Reach Demolition, el cual gracias a su gran alcance nos permite ejecutar demoliciones mecánicas a una mayor altura.
¿Puede mencionar el caso técnico más desafiante que enfrentaron en los últimos tiempos?
La demolición en los barrios vulnerables, para su urbanización, son obras que cuentan con un alto grado de complejidad. Casi no existen antecedentes de este tipo de trabajos y requieren tiempo de planificación; desde la relocalización de la gente que vive ahí, cercar el perímetro, hasta la demolición de una estructura que no se sabe cómo fue construida, pues no se cuenta con planos para poder diagramar el trabajo. Así por ejemplo, demoler una vivienda puede significar el derrumbe de la estructura contigua, por lo que se debe evaluar individualmente cada manzana del barrio. Un desafío también constituyen los accesos limitados con los que cuentan este tipo de barrios, y para esto contamos con máquinas de distintos portes.
Otro gran desafío que superamos en los últimos meses fue una obra que nosotros denominamos industrial, pero por su entorno urbano la mencionamos: la demolición de la pista principal y todas las pistas accesorias del Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires. El principal desafío fue su plazo de ejecución, de 45 días. Pero gracias a una planificación profesional y un trabajo coordinado de una gran cantidad de recursos aplicados se terminé el trabajo en el extraordinario plazo de 30 días.
¿Cuáles son los riesgos de una demolición mal ejecutada?
El principal riesgo es el derrumbe de la estructura. Sin respetar los planes de trabajo, se pierde el control. La demolición se hace “de arriba para abajo”, conservando el plano horizontal de trabajo. Ssi no respetas el camino de trabajo se puede desprender la estructura y generar un derrumbe descontrolado.
El segundo riesgo, que va de la mano del primero, es el arrastre de elementos estructurales. Por ejemplo, se corta mal una viga, no se desinstala como corresponde, y se desploma arrastrando columnas que tiene arriostradas.
La forma de mitigar estos lamentables acontecimientos es llevar adelante un programa de permanente capacitación de los equipos de trabajo, un eficiente programa de mantenimiento preventivo de la maquinaria utilizada y una planificación profesional midiendo los riesgos de los trabajos ejecutados.
Es fundamental contar con un canal de comunicación siempre abierto con los distintos actores que intervienen en el proyecto para estar permanentemente informados de los avances de los trabajos ejecutados.
Entonces, ¿qué rol cumple la capacitación de la gente?
Un rol central. En Grupo Mitre tenemos como propósito el bienestar de las personas, y como misión emplear a cada vez más personas con barreras al empleo, que pueden ser por nivel de estudio (aumentando aún más su actual porcentaje en nómina, siendo hoy en día del 67%), y dándoles una sólida formación, desde cuestiones técnicas y de oficio, hasta conocimientos respecto a nuestra gestión del triple impacto, como la huella de carbono a maquinistas y choferes y cómo reducir su generación.
Todos los días, antes de iniciar la jornada laboral, hay charlas con todos los equipos, referidas a medidas de prevención en lo que respecta a seguridad e higiene, bajo la propuesta de cuidarnos entre todos, potenciando el trabajo en equipo.
Haber formalizado un programa de capacitación para todos los colaboradores que son parte de Grupo Mitre fue determinante para alcanzar un hito a nivel mundial que es ser la primera Empresa B de demolición a nivel global. Si bien nuestras buenas prácticas de economía circular fueron reconocidas a la hora de la evaluación de nuestra empresa para recibir la certificación, este programa de capacitación in situ fue lo que marcó la diferencia.
Con el afán de garantizar los procesos que nos distinguen, la compañía decidió también certificar su programa de calidad bajo norma ISO 9001 lo cual permite hoy en día a la empresa contar con estas dos reconocidas certificaciones.
Finalmente, ¿cómo viene el trabajo en la primera parte del año?
Para nosotros, el año empezó con varias obras que se venían ejecutando en el 2020 y además, distintos sectores de la construcción se reactivaron luego del primer año de pandemia, por lo que la primera parte del 2021 fue un puntapié para la generación de futuros proyectos.