El ministro de Infraestructura del Gobierno de la Ciudad, Pablo Bereciartúa, cuenta todos los detalles de cómo se llevará adelante esta imponente obra que mejorará la movilidad vehicular y peatonal de esta zona de la Ciudad que cuenta con un crecimiento exponencial.
En la Ciudad de Buenos Aires asoma la primera obra de alto impacto de la nueva gestión de gobierno de Jorge Macri. Telón abierto, la ejecución de un original proyecto de envergadura convertirá al puente Ángel Amadeo Labruna −que en el presente forma parte de la avenida Guillermo Udaondo y tuvo como objetivo inicial contrarrestar el tránsito vehicular “propuesto” por las vías del tren y las autopistas−, en una estructura con nuevos acoples que contempla un puente para peatones y ciclistas y cuatro retomes. De este modo, actuará como un “intercomunicador” entre el flamante Parque de la Innovación −donde, inciso mediante, ya se ejecutan dos torres residenciales premium de 100 metros de altura, un hotel cinco estrellas y dos torres de oficinas clase A contiguas que lleva adelante Raghsa−, el estadio Más Monumental con la Ciudad Universitaria y otros centros deportivos y espacios de interés lindantes o cercanos que se emplazan por esta área, tales son los casos del Club Ciudad (“Muni”), el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), la Universidad Torcuato Di Tella, el club CUBA y la estación de tren del FC Belgrano, el Centro de Graduados del Liceo Naval. Y, un poco más allá, la Reserva Ecológica Norte y el Parque de la Memoria.
Localizado en un distrito que viene experimentando transformaciones exponenciales, este fresco proyecto no solo tiene el propósito de aprimar la movilidad y la circulación en la zona a través de una nueva conexión de los puntos destacados; su meta, por otra parte, es integrar los barrios entendiéndolos con una visión estratégica de ciudad para los próximos años.
Así pues, tanto los estudiantes y trabajadores como los residentes tendrán la posibilidad, después de todo, de moverse de una manera más ágil, ordenada y segura. Puesto que, una vez concluida, la obra beneficiará a más de 350.000 vecinos.
LICITACIÓN ABIERTA
Según la Secretaría de Transporte y Obras Públicas del Gobierno porteño, la licitación lanzada el domingo 14 de abril cuyo propósito es llevar adelante tamaña construcción −que se iniciará a mediados de 2024− ya cuenta con fecha prevista de apertura de sobres: será el 5 de junio. Con un presupuesto estimado que ronda los $2.000 millones y la idea de obtener resultados de potencial a largo plazo, esta obra a cargo de la empresa AUSA (Autopistas Urbanas SA) −que depende del Ministerio de Infraestructura y cuenta con experiencia de sobra en este tipo de faenas dentro de la Ciudad− tendrá una duración de 24 meses: su inauguración se prevé para mediados del 2026.
Y si bien, por supuesto, las empresas que participarán de esta licitación recién se conocerán una vez que esta finalice, la realidad es que “desde el comienzo de la gestión hemos priorizado un conjunto de obras y proyectos para comenzar durante este año”, destaca el actual ministro de Infraestructura de la Ciudad, Pablo Bereciartúa. Sin ir más lejos, a inicios del 2024 “licitamos las obras del paso bajo nivel Larrazábal y el bajo puente Bosch, en el sur de CABA, y el interés de las empresas resultó ser significativo”, detalla el funcionario.
En cada una de las licitaciones, según revela, se presentaron “más de diez empresas de primera línea y mucha experiencia en obras de envergadura, tanto en la Ciudad como en todo el país. Algo similar ocurrió con una licitación para el camino de sirga, con muchas ofertas y valores competitivos”, considera.
EL RESTABLECIMIENTO DEL TRÁNSITO, EN OBRA
Primero, es fundamental aclarar que, pese a que se trata de una obra clave dado el contexto, para el momento en que se encuentre en ejecución no se contemplan grandes interrupciones de la circulación en avenidas y arterias de la zona (como las significativamente transitadas avenidas Lugones, Cantilo y la autopista Illia). En realidad, “se están analizando los escenarios probables para interrumpir y afectar lo menos posible el tránsito vehicular”, aclara Bereciartúa.
Todo parece estar calculado: existen variables que el Ministerio tuvo en cuenta a la hora de pensar este proyecto. Uno de ellos es la necesidad de asegurar una mejor convivencia entre los distintos tipos de movilidad. Porque, hoy en día, “desplazarse por la infraestructura existente y llegar a Ciudad Universitaria no es tan sencillo para los que eligen hacerlo a pie o en bicicleta”, desentraña el ministro de Infraestructura de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cuál es la solución que conlleva la obra proyectada? “(El nuevo puente Labruna) incluirá especialmente a estos grupos y contemplamos vías peatonales y ciclovías para conectar a Ciudad Universitaria y también la zona de clubes que existen y tiene mucho tránsito diario”, precisa. En total, “se triplicaría la capacidad actual del puente Labruna”.
LAS PECULIARIDADES DE LA OBRA
En sí, la readecuación, ensanche y refuncionalización del puente se trata de un desarrollo más integral que considera la incorporación de nuevas ramas vehiculares de ingreso y egreso para las avenidas Lugones y Cantilo, pero asimismo contempla la eliminación de la actual pasarela peatonal, que se desplazará sobre el lado sudeste de sus dos carriles con único sentido, lo que dará como resultado un nuevo “cruce transeúnte” y ciclista con dimensiones acordes a la nueva demanda.
A este, se podrá acceder desde cinco puntos: Av. Udaondo, bulevar Campos Salles, andenes del FFCC (estación Ciudad Universitaria del FC Belgrano Norte), puerta norte de Ciudad Universitaria, sendero proveniente del campo de deportes de la UBA (sujeto a aprobación de dicha institución). Por otro lado, con la intención de aumentar la seguridad vial en toda esta demarcación, la segmentación de los carriles tendrá su demarcación particular que se llevará a cabo de la siguiente manera.
Por el lado del Carril Noroeste, que contará con un viaducto de dos carriles que atravesarán sobre las Av. Lugones, Cantilo y el FC Belgrano Norte, el puente posibilitará cruzar desde el Parque de la Innovación hacia Ciudad Universitaria y la Av. Cantilo. En tanto que el Carril Sureste ofrecerá la posibilidad de cruzar desde Cantilo hacia el Parque de la Innovación y el ingreso a la Av. Lugones desde Ciudad Universitaria.
Mientras las colectoras de la avenida Lugones y la cabecera norte del Parque de la Innovación harán un “lazo” entre la Av. Campos Salles con la rama noroeste, la Av. Udaondo y la Av. Lugones a través del cual se generará una plaza elevada sobre estas, con accesos peatonales, y rampas, terrazas y escaleras para ciclistas. Todas estas opciones de nuevos accesos darán la posibilidad de tener mayor libertad de movimientos y hacer recorridos más cortos.
En números mensurados y concretos, con el fin de ofrecerles mayor confort a los peatones, más allá de que el ancho mínimo para rampas y escaleras es de 1,80 m entre zócalos, se tomó la decisión de ampliar esta medida a 2,50 m y 4,00 m. Al mismo tiempo, se sumará una guía de hormigón en forma de U sobre los laterales de las escaleras que, junto con las rampas, tendrán espacios de descanso para “invitar” a las bicicletas con un recorrido alternativo a las rampas peatonales.
RECONFIGURACIÓN Y EFECTO DERRAME
Existen otras novedades que no van en sintonía específica con obras viales: el puente peatonal, una vez ensanchado, devendrá en una nueva secuencia de centros de actividad de todo tipo: enclave cultural, gastronómico y de recreación para la Ciudad de Buenos Aires.
Así, se podrá convertir en un área para actividades programadas, espacios flexibles para mercados o ferias, plazas abiertas, otras zonas equipadas para el descanso, terraplenes y terrazas que posibilitarán obras teatrales o hasta expresiones del arte callejero.
Por otro lado, existe la posibilidad de pensar en instalar estacionamientos, a un lado y el otro de la autopista, puesto que “hemos detectado un potencial grande de espacios subutilizados que podrían destinarse a tal fin, pero también a otro tipo de proyectos”, confía el ministro.
Eso sí: “Teniendo en cuenta que están sobre terrenos que no son de la Ciudad y, por lo tanto, corresponden a inversiones que deberá llevar a cabo el sector privado u otros. Nuestra visión de ciudad es contribuir a que la inversión privada pueda desarrollarse, generar valor y empleo de calidad”, asevera.
En definitiva, con el viaducto del Mitre y el Parque de la Innovación en el centro de la escena, el barrio de Núñez sigue viviendo un crecimiento exponencial en los últimos años. En sintonía con ello, el Gobierno porteño, de la mano Ministerio de Infraestructura, se aferra a la idea de trabajar en un plan a largo plazo para satisfacer la demanda de movilidad en toda esta franja de la Ciudad de Buenos Aires.