Debido a las desventajas que se desprenden de la intermediación y al novedoso énfasis colocado en el cliente y en sus necesidades, se está abriendo camino rápidamente un nuevo paradigma enfocado en cambiar el modo en el que las personas se conectan para efectuar distintas operaciones. Y es aquí donde aparece la tecnología blockchain o cadena de bloques.
Blockchain es un registro contable digital que posibilita una conexión directa peer to peer (P2P), mediante operaciones descentralizadas y seguras en red, con generación de huella transaccional visible para todos los que forman parte del sistema. Esta tecnología es considerada por muchos como la nueva era digital: no se necesitan intermediarios y el cliente cuenta con mayores posibilidades de elección. Los datos son verificables y conocidos por todos los usuarios, sin opción de ser alterados ni falsificados, dado que estos se encuentran encriptados y dependen, a su vez, de las cadenas anteriores de transacciones.
Las cadenas de bloques funcionan como un libro mayor que (con los permisos adecuados) puede ser visualizado y corroborado por cualquier individuo. La tecnología se encuentra distribuida en numerosos integrantes independientes en la red, cuya función es la de registrar y validar los datos de cada bloque. Todos los individuos de la red poseen una copia idéntica de la información, otorgando un marco de seguridad e imposibilidad de falsificación.
Una cadena de bloques puede ser clasificada de varias maneras. Una de las más importantes se basa en el acceso a los datos. Es aquí cuando distinguimos redes públicas (no existe ninguna restricción para poder visualizar datos ni para llevar a cabo operaciones por parte de los usuarios), privadas (precisan de una invitación o una licencia de participación y deben ser validadas conforme las reglas de la red), o híbridas (la red no se encuentra abierta para todos; sus “líderes” tienen la potestad de decidir qué transacciones serán públicas y cuáles estarán abiertas solo para un grupo reducido de participantes).
El sistema blockchain que obtuvo gran repercusión en los últimos años fue el referido a monedas digitales (criptomonedas). La más popular es el bitcoin. A nivel general, sus beneficios están dados por una mayor agilidad en las transacciones, la reducción de costos al no existir intermediación, oportunidad de nuevos negocios y mayor confianza entre los pares, dado el control más eficaz de las etapas de cada operatoria.
De modo muy abreviado, el proceso se inicia con una transacción. Esta operación es informada a distintas computadoras encargadas de almacenar una copia exacta de la cadena de bloques, también llamadas “nodos”. Luego, a través de minería de datos, la transacción es aprobada y, por consiguiente, incorporada a un bloque, anexándola oficialmente a la cadena total de bloques. Finalmente, esa red se distribuye a todos los usuarios, dando por culminado el proceso.
LOS BENEFICIOS DE CONTAR CON UN SISTEMA BLOCKCHAIN
Seguridad: estas redes son muy seguras y ello se debe a la criptografía. Toda la información presente en blockchain es cifrada criptográficamente, es decir, cada dato pasa por un algoritmo que genera un valor único e irrepetible. Esta codificación genera una mayor confianza en las empresas, ya que pueden codificar sus contratos, procesos, transacciones, etc.
Descentralización: ninguna autoridad ejerce un control sobre las redes públicas, sino que es un grupo de nodos los que posibilitan la descentralización de información.
Reducción de costos: las operaciones se llevan a cabo sin la intermediación de un tercero, con lo cual se reduce el pago de comisiones entre individuos y empresas. Por otro lado, también disminuyen los costos asociados al archivo de documentación, puesto que esta puede ser almacenada dentro de la cadena de bloques. Además, el hecho de contar con la documentación digitalizada e inalterable mejora su gestión, ya que se vuelve innecesario su traslado de un lugar a otro para autenticarla.
Inmutabilidad: una vez efectuada una transacción en una cadena de bloques es muy complicado eliminarla. No existe ningún método sencillo y eficaz para poder editar cualquier información que ya se haya grabado en una blockchain. Esto hace que la tecnología sea más fuerte y confiable para sus usuarios.
Esta tecnología se encuentra en condiciones de generar una transformación en todas las industrias y sectores. Por ejemplo, en el gobierno, logrando una mejora de los servicios públicos y protección de datos sensibles, y en los servicios médicos, a través de la medicina de precisión, intercambio de datos de salud, etc.
BLOCKCHAIN EN LA CONSTRUCCIÓN
El uso de cadenas de bloques puede acrecentar la transparencia y la seguridad de los procesos, mejorar la gestión de la cadena de suministro y contribuir a que los edificios tengan una vida útil más sostenible y eficiente. Asimismo, puede intervenir suministrando una infraestructura segura para la manipulación de la información durante todas las etapas del ciclo de vida de la construcción.
En lo referente a desembolsos de dinero, el dispersar los datos a varias compañías y computadoras genera que todos los pagos sean claros y ayuda a responsabilizar a las diferentes partes por la etapa que le corresponde en el proceso.
Otro dato relevante es que blockchain sería un gran complemento del entorno BIM (Building Information Modeling). La tecnología asegura un marco colaborativo seguro y controlado alrededor de BIM, dado que la información es validada por cada nodo o participante de manera independiente y sin relación entre sí. Con el uso de la cadena de bloques se estaría dejando un registro invariable de todos los cambios llevados a cabo sobre cada objeto BIM.
Encontramos, además, los smarts contracts, contratos digitales que se pueden ejecutar de manera automática una vez que se cumplen las condiciones predefinidas, y mediante los cuales se pueden automatizar variados procesos, para lograr una mayor eficacia dentro de la cadena. Por ejemplo, se podría aplicar al control de ingreso de los trabajadores. Cada uno podría presentarse con una tarjeta que grabe la información del horario de entrada, permanencia y finalización. Esta información quedaría registrada en la blockchain que estaría disponible para el cliente, el constructor y el contratista. Con esto, se evitaría tener que disponer de medios de registración adicionales. Ya con los datos del tiempo de trabajo, un smart contract podría destrabar el pago y enviar los comprobantes a todos los involucrados.
En este caso, la mayor ventaja radica en que no es necesario el chequeo entre las partes (mediante otros libros/sistemas) de los horarios de trabajo, ya que toda la información está disponible en un solo lugar y al alcance de todos los interesados. La clave es contar con datos certeros a fin de evitar una toma de decisiones incorrectas.
En cuanto a implementación, la herramienta ha sido aplicada por diversas empresas. Uno de los casos pertenece a Maersk & IBM. En 2017, ambas organizaciones pusieron en marcha un sistema de blockchain para digitalizar el flujo de trabajo del comercio y para poder rastrear millones de contenedores por todo el mundo. Con el uso de la cadena de bloques, el agricultor sube una lista con el contenido que genera un smart contract. Este contrato inicia un flujo de trabajo de exportación que precisa que todas las partes intervinientes presenten aprobaciones y certificados para que la carga vaya avanzando. Todo esto se efectúa en la plataforma y se va actualizando constantemente, siendo visible para todas las partes para agilizar el envío.
La tecnología blockchain facilitará las operaciones entre las personas y mejorará la eficiencia de las distintas etapas de un determinado proceso, lo que terminará brindando mayor transparencia, confianza, control, menores costos operativos y un ahorro en tiempos de gestión. En lo que se refiere a la construcción, otorga soluciones a muchos de los inconvenientes que presenta el modo actual de administrar la información de este sector, generando un control exhaustivo y claro de un proyecto constructivo.
Si bien su potencial es enorme, y dado que ha emergido con gran velocidad, también existen desafíos que en un futuro cercano seguramente serán superados. En primer lugar, podemos destacar la aceptación por parte de los usuarios, los desarrolladores y los operadores, puesto que el avance de la tecnología ha sido tan abrupto que puede llevar tiempo acostumbrarse y capacitarse para dar soporte a la misma. Por otro lado, los aspectos normativos posiblemente deberían ser adaptados a fin de quedar en consonancia con la nueva herramienta. A pesar de esto, es indiscutible que las capacidades que presenta este nuevo paradigma son enormes y es muy probable que generen una disrupción en el modo de manejar procesos, negocios, y otras industrias.
Por LIC. SOLANGE ERLIJ E ING. MARCELO CAMMISA