La ciudad de General Pico es considerada la segunda ciudad más importante de La Pampa. Su intendenta, Fernanda Alonso –quien, además, es la primera mujer en ocupar ese cargo en el municipio– cuenta las obras programadas para lo que resta del 2021 y el futuro de esta urbe que crece cada día. ¿De qué se trata?
¿Cómo podría evaluar su actual gestión frente al municipio de General Pico?
La gestión de este gobierno municipal, que ya cumplió más de un año, se ha visto dificultada por algo que no teníamos previsto: la pandemia. Tuvimos que hacer un plan de gobierno totalmente adaptado a esta circunstancia extra que no estaba en nuestros planes. Si hubiéramos sabido el 10 de diciembre de 2020 lo que se venía, podríamos haber pensado algunas cosas para enfrentar la situación. Lo cierto es que nuestra gestión municipal está de manera permanente siendo evaluada por la gente y se va adaptando hoy a distintos niveles de prioridades que tienen que ver con el transitar de la pandemia. Lo que tuvimos en cuenta es poder respetar ese plan de gobierno que nos propusimos hacer, a fin de cuidar las prioridades y cumplirle a la gente con lo que habíamos propuesto.
¿Tuvieron que suspender algunas obras que tenían programadas para destinar esos fondos a infraestructura para paliar el COVID-19?
La verdad es que nosotros tuvimos dos eventos extra en nuestra agenda: uno ocurrió el 20 de enero del 2020, cuando llovieron unos 130 milímetros en 30 minutos y nos colapsó la ciudad, que es netamente plana. Y el otro fue la presencia de la pandemia. Entonces, debimos replantearnos el direccionamiento de los recursos. Pusimos en carpeta, como prioridad, la realización de desagües pluviales, que eran obras que sabíamos que había que hacer, pero que las teníamos previstas para más adelante y debimos adelantarlas. Y, después, destinar fondos para cuestiones que acompañan la logística de la pandemia porque la salud en La Pampa está provincializada.
¿Estaba entre sus ambiciones políticas ocupar este cargo en una de las ciudades más importantes de la provincia?
No era mi prioridad ser la intendenta de esta ciudad. A mí, la política me dio todo lo que soy, mi formación profesional, mi vocación, mi militancia desde los 17 años, soy funcionaria desde los 20 y ocupé cargos. He venido dando pasos en función de ser parte de un proyecto que lideró el peronismo. Ante esas oportunidades hay que demostrar que uno puede y se debe desempeñar con el mayor compromiso que está a nuestro alcance. En función de eso, después de 114 años de que el municipio de General Pico fuera gobernado por hombres, la decisión resultó ser que la candidata fuera una mujer. Me lo propusieron como parte de ese proyecto y no pude decir que no porque me siento parte de un sistema, que hoy te necesitan allá, mañana acá y pasado te mandan a dormir también…
¿Qué obras considera que son prioritarias para su municipio?
Hay muchas. Tenemos una primera circunvalación que comprende al viejo casco urbano y una segunda que se dio por el crecimiento demográfico y la construcción de viviendas por el “boom” que fue el Plan Procrear. Esto hizo que aquellas viviendas que están dentro de esa primera circunvalación puedan acceder a todos los servicios, como agua de red, gas natural, electricidad, infraestructura de cloacas y otros relacionados con la conectividad, como cordón cuneta y el asfalto.
Fuera de esa circunvalación, ¿cuál es la prioridad?
Poder extender esos servicios a esa segunda franja o anillo que rodea a General Pico. Son obras importantes, millonarias, que gestionamos a nivel nacional y en las que estamos trabajando con el apoyo de la provincia también. Otra obra pendiente, que dentro de poco licitaremos, es el Acueducto del río Colorado, fundamental para la ciudad. Nosotros tenemos un grave problema de acceso al agua en La Pampa y desde el río Colorado se toma el agua que abastece a Santa Rosa, y falta realizar la conexión hasta nuestra ciudad. Este año logramos que se amplíe la cisterna de abastecimiento de agua potable, que es el punto final de esa conexión entre Santa Rosa y General Pico.