La industria asiste a la emergencia de un nuevo paradigma tecnoproductivo. La posibilidad de adaptarse de una manera inteligente signará la competitividad empresarial y los modos de trabajo.
La incorporación de nuevas metodologías de trabajo basadas en datos y el uso de nuevas aplicaciones tecnológicas se presentan como herramientas esenciales para avanzar hacia un sector más productivo y sustentable que permita dejar atrás la gestión centrada en procedimientos burocráticos, para concentrarse en la obtención de resultados y asignar a la tecnología el rol de generar entornos inteligentes.
Actualmente, BIM (Building Information Modeling, por sus siglas en inglés) es la tecnología más dinámica que se conoce para la gestión de una organización y los renders digitales. En menor medida, está el crowdfunding y las tecnologías que se emplean para controles en obra. Según la primera encuesta empresarial BIM en América Latina y el Caribe, el uso de estas en nuestra región resulta incipiente: solo el 53% de los participantes del relevamiento tuvieron una experiencia de más de 3 años en la utilización de Building Information Modeling. En la Argentina, esa cifra es del 31%.
PRINCIPALES BENEFICIOS
La citada encuesta demostró que el uso de BIM reduce los conflictos de coordinación durante la etapa de obra (un 79,2% de las empresas consultadas); disminuye errores y omisiones en la documentación (un 76,7%), como también de los retrabajos (un 72,7%). Todo esto impacta significativamente en la diminución de desperdicios de insumos y horas trabajadas. Que una empresa constructora tenga un alto nivel de madurez digital significa que las tecnologías forman parte de su negocio de manera transversal y que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son una parte valiosa de sus actividades.
Juan Pablo Tarasido, VP y director de Operaciones de CRIBA, detalló a El Constructor que la compañía cuenta con un área de innovación que tiene personal especializado full time que desarrolla softwares de gestión de proyectos y documentación digital basados en el concepto de trabajo colaborativo. Además, implementan sistemas de gestión de proveedores y soluciones de trazabilidad de activos. Porque, para ellos, “digitalización también implica tecnificar procesos de obra y darle al cliente el acceso a documentación, planos, firmas, certificados de obra”.
CAMINO A LA TRANSFORMACIÓN
Una de las principales dificultades que enfrentan las empresas al momento de encarar el proceso de transformación tecnológica es la gran cantidad y diversidad de herramientas que existen y cómo empezar a invertir. Otro obstáculo suele encontrarse en la escasez de capital humano capacitado o de procesos culturales dentro de la organización para encarar este tipo de iniciativa. Más allá de la complejidad, la digitalización del sector es necesaria e inevitable. Además, representará un cambio estructural que impactará en la rentabilidad y supervivencia de los proyectos.
En una encuesta realizada recientemente, en el marco de un programa de cooperación que la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) está llevando adelante junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Digitalización de Procesos (diseño, planeamiento, ejecución y seguimiento, administración y comercialización) fue seleccionada como la principal transformación tecnológica que puede impactar en la industria argentina en los próximos 5 a 10 años, captando cerca de un 25% de las respuestas. Esa misma encuesta demostró que la dinámica de la COVID-19 aceleró la necesidad de encarar este proceso: cerca del 75% de los consultados incorporaron algún tipo de software en los últimos años. Invertir en este tipo de desarrollo puede tener un costo promedio de entre $300.000 y $400.000.
Desde el Ministerio de Obras Públicas de la Nación se proyecta convertirnos en un referente regional en el uso de tecnologías innovadoras para la gestión de la obra pública. La transformación digital del sector es considerada un pilar fundamental para promover nuevos procesos productivos y organizacionales, puesto que la adopción de herramientas innovadoras es un factor impulsor para el crecimiento de las pymes de la industria.
La intención del Ministerio es “construir un Estado colaborativo y facilitador del desarrollo económico, con servicios integrados que simplifiquen la interacción de las empresas con los organismos públicos y modernizar los procesos mediante la incorporación intensiva de tecnología en toda la cadena de valor para contribuir con el desarrollo económico y sostenible”.
En esa dirección, y para acompañar a las empresas en su competitividad, se lanzó el Plan de Transformación Digital PyME, que ofrece asistencias técnicas financiadas con un aporte no rembolsable de hasta $600.000 para proyectos enfocados en mejorar la gestión de los negocios, incrementar la productividad y mejorar la eficiencia y calidad de los procesos. En ese sentido, se busca profundizar el desarrollo de aplicaciones digitales para la supervisión y el control de la obra pública con el fin de lograr una máxima trazabilidad y, al mismo tiempo, mayor visibilidad de cara a la ciudadanía.
MADUREZ DIGITAL
Según la gerenta de Desarrollo e Integración de la Cámara Argentina de la Construcción, la ingeniera Cecilia Cavedo, “aún no existen estudios que permitan caracterizar el estado de las empresas constructoras en materia de adopción del paquete tecnológico de la Cuarta Revolución Industria ni tampoco en términos más generales de transformación digital”. Distintos sectores económicos desarrollaron plataformas para evaluar el grado de madurez digital de las organizaciones, como Chequeo Digital, una herramienta gratuita elaborada por el Banco Interamericano de Desarrollo en Chile y que ahora se está difundiendo a toda la región. Los resultados de tal medición permiten tomar decisiones para impulsar su evolución tecnológica. En Argentina, la herramienta se lanzó en 2020 con un acuerdo entre la Universidad Nacional del Litoral y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la provincia de Córdoba.
La plataforma es lo suficientemente general como para que, quien ingresa, tenga una noción de su nivel de madurez digital y acceso a una ruta para comenzar la transformación. Además, el diagnóstico dado a las compañías resulta útil para el BID, ya que contará con relevamientos actualizados, indicadores y números sustanciosos sobre qué tecnologías se estaban usando, en qué sectores y en qué partes del país. Chequeo Digital resulta interesante para conocer el nivel de madurez digital de las pymes, está orientada más a lo comercial y no tanto para la construcción. En sí, representará un cambio estructural que impactará en la rentabilidad y supervivencia de los proyectos.
Hoy, la industria de la construcción no cuenta con una herramienta específica que le permita tener una estadística precisa sobre los niveles generales de madurez digital de las empresas del sector ni de los montos que estas invierten a tal fin. Al respecto, Daniel Galilea, gerenta del Área de Pensamiento Estratégico de la CAMARCO, destacó que, en el marco del trabajo mencionado anteriormente en conjunto con la OIT, la Cámara “se propone contribuir al conocimiento sobre el estado de madurez digital del sector y fortalecer su capacidad institucional para acompañar a las empresas del sector en su transformación digital; lo que, además, permitirá elaborar un diagnóstico de la situación actual en la cual estas se encuentran”.