En la pista de pruebas anexa a la fábrica de máquinas amarillas que Caterpillar opera en Piracicaba, Brasil, se realizó recientemente la última etapa regional del certamen Desafío Mundial de Operadores, con la participación de 12 concursantes provenientes de nueve países de Latinoamérica.
Armando Echegaray, oportunamente seleccionado por Finning Argentina como el representante oficial de nuestro país, llegó a la etapa final sudamericana del encuentro, no obstante, la competencia fue ganada por un operador del país anfitrión. De todos modos, «más que una disputa técnica, el Desafío Mundial de Operadores celebra la formación profesional y el reconocimiento de los operadores como piezas clave para sectores como infraestructura, construcción, minería y agroindustria, entre otros nichos esenciales de la economía”, dijo el Director de Ventas de Caterpillar Brasil, Artur Bullio.
En general, empleando distintos equipos, las pruebas de manejo se hicieron para evaluar las habilidades de los maquinistas, con énfasis en la precisión y la seguridad de las operaciones. Así es que la oportunidad también sirvió para conocer los últimos avances tecnológicos de la marca.
CONTRA RELOJ
El Desafío Mundial de Operadores de Caterpillar se realiza desde 2019 en todo el mundo. En cada oportunidad, participan más de 10.000 operadores de 32 países. La actual edición finalizará durante la tradicional feria Conexpo de Las Vegas, en 2026, en tanto que este año terminaron de realizarse las eliminatorias zonales, empleando distintas máquinas de la marca. Particularmente, en la semifinal latinoamericana, participaron: una cargadora 938, un topador de orugas D4, una retroexcavadora 420 y una excavadora 320 (foto).
Así, entre otros requisitos, los concursantes debieron mostrar su talento en la operación de cuatro tipos distintos de máquinas, mientras que cada desafío puso a consideración la seguridad, precisión y eficiencia con que se excavaron volúmenes de tierra o movieron materiales así como también se evaluaron los conocimientos especializados en tecnología: «las pruebas en cada circuito se hicieron contra reloj y por ello, ya que la productividad es una característica esencial de nuestras máquinas, para no perder el tiempo en la pista fue necesario moverse con precisión», señaló el vicepresidente de Marketing y Ventas de Caterpillar, Dennis Ventura.
Entre otras tecnologías Cat Grade, se apreció un sistema (Cross Slope Assist) que permite controlar de forma manual un extremo de la cuchilla mientras el software controla el otro, simplificando la nivelación en una pendiente; y el empleo de E-Fence o cercos virtuales en torno al área de trabajo de una excavadora, para restringir el movimiento de la máquina o la cuchara a los límites preestablecidos por el operador; junto a los ya populares sistemas 2D y 3D, la tecnología Grade que proporciona control automático, para mejorar la eficiencia del movimiento, reduciendo las pasadas innecesarias y la intervención del operador, ahorrando tiempo y dinero.
Es decir, indicó Ventura, «más allá de que el uso de joysticks electrónicos facilita los controles del operador, permitiendo maniobras más rápidas y cómodas, operar con precisión no solo exige habilidad, también requiere enfoque, constancia y conocimientos». Así entonces, «el Desafío Mundial de Operadores es mucho más que una prueba de destreza: es una celebración del trabajo técnico y la formación profesional detrás de cada obra, cada mina, cada carretera o central energética. Es, por lo tanto, una iniciativa para valorar la mano de obra especializada y asimismo, promover la excelencia técnica en el sector de maquinaria pesada”.




