La máxima autoridad de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación San Juan, Julian Rins, conversó con El Constructor sobre cómo funciona la normativa específica que gestionaron hasta convertir en ley para actualizar el sistema de ajuste de la obra pública en la provincia y la promulgada ley, que aún no entró en vigor, por la cual el Estado garantiza un sistema hipotecario mixto, con una cuota que no se dispare con las crisis.
La Cámara Argentina para la Construcción delegación San Juan, compuesta por 54 socios, tiene vínculo con el Estado provincial y el nacional, porque nuclea a muchas empresas con exclusividad a la obra pública; las otras ejecutan obras privadas, desarrollos inmobiliarios y en minería. En ese sentido, la relación de la Cámara Argentina para la Construcción delegación San Juan con el Estado es muy importante porque “la obra pública, generalmente, suele tener mucha presencia e inversión. Y eso implica que haya una relación constante, tanto en los procesos licitatorios como en el proceso de ejecución”, destaca Julián Rins, el presidente de este ente provincial.
¿Cuáles son los desafíos que tiene la Cámara Argentina para la Construcción delegación San Juan para este año?
2023 es muy particular. En condiciones normales, nosotros hacemos una reunión con todos los socios a principio de año y fijamos los objetivos. Entre estos, generalmente, está el de crecer y mejorar el funcionamiento de las licitaciones. Otra tarea que se está llevando adelante es la de tratar de que los pagos lleguen a tiempo. Ahora realizamos muchas acciones, sobre todo con las empresas mineras, porque entendemos que es el cliente con mayor potencial para crecer. Este año también trataremos de mejorar los plazos de cobranza. La obra pública tiene una característica: uno pone un precio de la obra que se ajusta por una fórmula que está preestablecida, en el momento que uno lícita, y entrega ese producto a 8, 12 o 24 meses. Ese sistema falla, por el valor de la obra, y se hace muy difícil llevarla adelante. Eso es lo que sucedió a fines del año pasado y, justamente, por una gestión exclusiva de la Cámara y un gobierno que entendió que este problema existía, se sacó una ley de emergencia para reconocer y recomponer el sistema de ajustes, que había quedado desactualizado. Se realizó un ajuste único para poder actualizarlo. Participamos en la elaboración del nuevo decreto de determinación, que establece este sistema de reajuste para hacerlo más acorde a la realidad y, sobre todo, a la inflación de 3 dígitos. Uno tiene que estar cobrando un 12 o un 15% menos del valor que siempre ha cobrado al mes de terminar la obra. Por eso, estamos enfocados en tratar de que las obras en curso sigan y se terminen lo más normalmente posible.
Teniendo en cuenta las empresas que componen la Camarco San Juan, ¿cuál es la mayor preocupación?
Como dijimos, en el corto plazo, estabilizar la cadena de pagos. El funcionamiento de los pagos principalmente de parte del Estado, pero también el sector privado. Lo fundamental hoy es normalizar, si no las obras entran en crisis y todo lo que estamos hablando pasa a ser secundario. Por suerte, acá las obras no están demoradas ni detenidas.
¿Cómo ve a la obra pública en la provincia, en particular, y a nivel general en este año electoral?
Las grandes obras públicas las están haciendo empresas que no son locales, lo cual no es un reclamo, pero sí permanentemente interpelamos porque entendemos que hay capacidad para hacer frente a esas obras. Por ejemplo, con las empresas mineras, hoy sí contamos con esa capacidad para ejecutar esas obras. Generalmente, los gobiernos le dan mucha importancia a la obra pública por su capacidad de generar mano de obra directa e indirecta; y en ese sentido, en San Juan se emplean a 15.000 personas. Y, además, cuando uno toma el resto de las industrias que la construcción contrata, se da el efecto multiplicador. La capacidad de generar se efecto es muy importante y, obviamente, cuando la economía funciona mejor, es más fácil. Es vital para el Gobierno que la obra pública funcione, sin embargo, a nivel nacional hay grandes problemas, en especial con la llegada de fondos y el funcionamiento en general. Se está haciendo muy complicado el avance de las obras; de hecho, hay muchas detenidas por demora o por falta de pago.
¿Qué medidas debe tomar el Gobierno para fomentar la construcción?
Lo importante es que tanto la Nación como la provincia lanzaron mucha obra pública que tiene el mismo problema: se está pagando un precio menor. En San Juan eso quedaría corregido por el ajuste y se ha visto un aumento muy importante en lo que son los plazos de pagos; sobre todo, en obras nacionales: Nación está demorando las transferencias de fondos, tanto cuando tienen que transferir a las provincias que les pagan a las empresas como cuando tienen que hacerlo directamente con ellas. En ese sentido, cuando la obra es nacional, las provincias están pagando antes. Hemos visto un proceso de alargamiento de los pagos y eso, con un contexto inflacionario, genera que el valor del dinero en el tiempo pierda justamente el valor de compra.
¿Qué deberían hacer, en consecuencia?
Acelerar los plazos de pago para que se pueda pagar antes. No digo que no se lancen nuevas obras, pero sí que se analice muy bien el presupuesto. Y no asumir nuevos compromisos si no puede cumplir con los compromisos actuales. Yo entiendo que eso, en la provincia, se está haciendo, las obras que se están lanzando son con financiamiento de fondos específicos nacionales o fideicomisos. Salvo obras de emergencias, no están lanzando nuevas que no tengan ya un fondo de antemano. Hay que trabajar en eso. Hace falta mucha decisión política y buena gestión; los trámites y la misma ley de administración financiera complican los pagos. Tienen muchos pasos, muchas personas que intervienen. En San Juan interviene una delegación fiscal, los asesores letrados, y esto implica que un trámite tampoco tenga celeridad. Un certificado puede tener 15 o 20 pasos, eso hace que los pagos se demoren mucho.
¿Cómo ve a la Argentina y a la provincia de San Juan en materia de construcción?
La construcción tiene la particularidad del sistema de ajuste. Un industrial, cuando le suben sus valores, lo que hace es ajustar. Si fabrica martillos, el mes siguiente ajustará los costos del martillo. En la construcción no podemos hacer eso, tenemos un sistema de reajuste que está establecido desde el momento que comienza la obra. En este punto, hago una diferencia entre Nación y Provincia. Este tema es el más importante que trata la Camarco en su comité ejecutivo hace más de un año. El decreto nacional que establece el ajuste aplica a todos los sectores, ninguno quedó exento de este problema. En San Juan sí tuvimos la iniciativa, desde la Cámara, de establecer una nueva ley. Entonces, no solo lo hablamos con el Gobierno, sino también con la oposición, que nos recibieron y les pudimos explicar este problema. Finalmente, la ley está en vigencia. Hoy estamos esperando que tenga su compulsión, que básicamente este ajuste se transforme en un pago. Nosotros tuvimos un ajuste de la obra a partir de noviembre, pero a fines de marzo todavía no empezamos a cobrar.
La situación es muy complicada…
Sí, tanto a nivel nacional como provincial: por la situación general del país y por los materiales de la construcción, que tienen un sistema de ajuste que no permite que las obras puedan ajustarse de acuerdo con la realidad, sino con una fórmula polinómica que viene establecida de antemano. En San Juan hubo avances porque al haber existido este reconocimiento y esta nueva ley de redeterminación entendemos que permitirá que las obras continúen su curso, no digo normal, pero, por lo menos, que puedan concluirse.
¿Cuáles son los motivos por el cual Argentina tiene un déficit habitacional que se incrementa con el tiempo?
Eso es muy sencillo, en todo el mundo lo que es la construcción de viviendas se financia a través de créditos hipotecarios y los grandes desarrolladores de viviendas son privados, o son empresas privadas que hacen obra pública por medio de la vivienda social. Si bien el Estado hace una fuerte inversión en vivienda social, conocemos sus limitaciones. No va a llegar nunca sin la construcción del mercado de capitales a resolver ese problema del déficit. En la Argentina, por las variables macroeconómicas, la inflación y, sobre todo, que muchas veces se han roto los contratos. Como ha sucedido en el 2001 o que está por suceder ahora, con las UVIS. Este tipo de situaciones no garantizan que se den las condiciones para un financiamiento a 20 o 30 años. La Argentina, en 20 años, tiene 4 o 7 crisis económicas. En donde se toca el tipo de cambio, la tasa de interés, se rompen los contratos, entonces eso es muy difícil. Es muy importante destacar que la Cámara de la Construcción, en conjunto con el Gobierno, con los Ministerios de Obra Pública y Hacienda, sacó una ley para el financiamiento de la vivienda. Si bien es un sistema mixto, el Estado hace un fondeo inicial y lo que garantiza es una tasa, y a partir de ahí garantiza una cuota para que, cuando entre el sistema hipotecario en crisis, las cuotas no se disparen. Es muy interesante esta ley, todavía no entró en vigor, se promulgó, ahora hay que reglamentarla y constituir el fondo fiduciario.
¿Cuál es la idea de esta ley?
Justamente, que se pueda financiar el sector público, que el sector privado pueda financiarse, si bien en un primer paso lo hace el sector público. El Estado garantiza el valor de la cuota en términos constantes, asegura que el sistema no colapse. Cada vez que el sistema de hipotecas puras colapsó, la gente ha reclamado, el Estado ha intervenido y ha roto los contratos. Lo que va a garantizar es que cuando se generen estos desvíos, estas crisis, la cuota, por ejemplo, no pase del 30% del ingreso familiar. Es algo muy chico, pero en todo el país, nosotros hemos estudiado bastante y no hay ningún otro ejemplo de una estructura con estas características. Sería muy bueno implementarlo. No creo que lleguemos este año, pero sí podríamos trabajar en la reglamentación para que el año que viene pueda arrancar con este programa.
LA CÁMARA, EN ACCIÓN
La Cámara Argentina de la Construcción viene incrementando sus cursos. ¿Qué importancia tiene la capacitación para el sector?
Fundamental, los cursos que viene realizando la Cámara están más orientados a lo que es el personal de oficina, tanto administrativo, técnicos, los jefes de obra, jefe de taller, jefe de equipo. También creo que hay mucho que hacer en ese sentido. Justamente, en estos últimos años de crisis las capacitaciones pasaron a un segundo plano, hay que revertir esta situación.
¿Cómo es el vínculo de Cámara con la comunidad?
Muy importante, sobre todo en los últimos cuatro años, ha tenido un cambio de enfoque. Por ejemplo, forma parte de la Mesa de la Productividad, que está conformada por la Unión Industrial de San Juan, por la Cámara de Comercio Exterior y por la Cámara Minera de San Juan. Las empresas que están asociadas a esas cuatro Cámaras representan el 70% de la actividad privada de San Juan. Tenemos relación con la Universidad Nacional San Juan en varios convenios; principalmente, de capacitación y pasantías. Hemos diagramado los planes de capacitación y un programa de capataces de obra.
¿Y en cuanto a los gremios?
Tenemos relación con la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y con la Unión Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina (UECARA). Generalmente, el Día de la Construcción hacemos un evento y se invita a un grupo de trabajadores para festejar.
¿Qué acciones lleva adelante Camarco San Juan destinadas a los más jóvenes?
Hacemos un aporte para que los chicos de los departamentos más alejados puedan estudiar ingeniería. Se trata de un incentivo económico, no es mucho, pero ellos, sin ese apoyo, no podrían efectuarlo. Actualmente, están becados 12 estudiantes universitarios. También tenemos el programa de mentorías, que consiste, básicamente, en un grupo de socios o representantes de las empresas que realizan una introducción de lo que es el sector de la construcción a estudiantes de escuelas secundarias. De las escuelas técnicas, el año pasado participaron 120 alumnos. Se realizan prácticas profesionales y tienen la posibilidad de trabajar en empresas de la Cámara.
Por NADIA BRIZUELA