El Constructor dialogó con Maximo Tettamanzi, arquitecto argentino que descubrió cómo hacer hormigón con la arena del desierto de Dubai, producto que recibió el nombre de Ramel. Es el cofundador de las empresas estudioestudio_, en Argentina, y Ardh Collective, en Medio Oriente.
¿Qué puede contar sobre su descubrimiento sobre cómo hacer hormigón con la arena del desierto?
En el 2019 me mudé a Londres para estudiar una maestría en la AA School of Architecture. Ahí conocí a Alyina, mi actual socia, con quien hicimos equipo para la tesis. Alyina nació en India pero vivió gran parte de su vida en Dubai. Compartió conmigo algo que siempre le resultó una gran paradoja: Emiratos Árabes es uno de los países que más arena de construcción importa —mayormente de Indonesia y Malasia—, cuando el 80% de su superficie es desierto.
Decidimos que este fuera el tema de nuestra tesis. Investigamos y entendimos que el motivo por el cual la arena de desierto no se utiliza es debido al tamaño pequeño de sus partículas y su forma redondeada. El cemento no adhiere bien a las mismas, mientras que sí lo hace con los granos más grandes y de geometría angulosa de la arena importada. La diferencia en tamaño y forma se da por el tipo de erosión: el viento redondea las partículas, mientras que el movimiento del agua hace que golpeen unas contra otras.
Alyina volvió a Dubai para hacer una serie de experimentos para sustituir arena importada por local, en la mezcla tradicional del concreto. Luego de varias iteraciones y tras la incorporación de otro aditivo, no solo logramos usar arena local, también redujimos en un 50% la cantidad de cemento utilizado. A esta mezcla le pusimos de nombre Ramel que significa arena en árabe.
¿Qué beneficios sustentables brinda esta arena?
En primer lugar, reducimos la huella de carbono que implica la logística de importar un recurso. Por otro lado, el proceso de extracción de arena de fondos de río es en general muy dañino para los ecosistemas del lugar, por la falta de regulación y control de los países. Sumado a esto, la reducción en el uso de cemento es muy beneficiosa: la producción de cemento es responsable del 8% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global.
También promueve un sentido de identidad cultural y valoración de los recursos propios, ya que la arena de los desiertos de Dubai era poco aprovechada.
¿Qué diferencias y similitudes ve entre la industria de la construcción en Argentina y en Dubai?
Dubai destaca por su rápido desarrollo económico y su enfoque en la construcción de infraestructuras de vanguardia, mientras que Argentina puede experimentar fluctuaciones económicas que impactan en la estabilidad del mercado de la construcción. Esto hace que Dubai tienda a adoptar tecnologías y métodos de construcción más avanzados en comparación con Argentina, donde si bien hay avances, la tecnología puede no estar tan ampliamente integrada.
La contracara de este aspecto es que el ritmo acelerado de crecimiento económico y urbano de Emiratos Árabes fue con la mirada puesta en Estados Unidos y Europa. El resultado es una ciudad que adoptó sistemas constructivos que no son acordes a su clima de temperaturas tan altas y hostiles. Por el contrario, en Argentina hay un desarrollo y respeto a sistemas constructivos tradicionales, que se siguen utilizando porque perduran en el tiempo debido a que son eficientes y se adaptan a las condiciones del entorno.
¿Qué otros materiales sustentables para la construcción han desarrollado?
Otro material que desarrollamos es una superficie sólida que llamamos DateForm. Una actividad muy importante en los Emiratos Árabes es la producción de dátiles. Toneladas de carozos son descartadas todos los días. A partir de ahí, decidimos ver si podíamos aprovechar ese recurso. Luego de tostarlos, molerlos y mezclarlos con resinas de origen natural, generamos una mezcla que aplicamos sobre una placa de MDF (fibras de densidad media). Una vez que la mezcla se solidifica, se adhiere a la placa. Con el producto ya listo, hacemos desde mesas y objetos personalizados, hasta muebles de cocina.
¿Cómo ingresaron al mercado de Emiratos Árabes?
En septiembre nos convocaron para la edición Medio Oriente del programa Shark Tank. Alyina y Alhaan (mis dos socios), fueron quienes hicieron la presentación a los 5 jurados. En el programa cerramos un acuerdo con dos inversores, y actualmente nos encontramos en el proceso de Due Dilligence para cerrar contrato y materializar una fábrica en Dubai para producir tanto Ramel como Dateform.
A pesar de que la negociación fue dura y de que entregamos más equity del que estábamos dispuestos a dar, estamos muy entusiasmados ya que una de las inversoras representa a Damac, una de las desarrolladoras más grandes de Dubai.
En la empresa que cofundaste en Argentina, estudioestudio_, sus proyectos respetan la tradición autóctona y el entorno natural del lugar. ¿Qué implica esto a la hora de construir?
Nos enfocamos mucho en entender el lugar, estudiar el contexto, ver cuáles son los materiales de la zona, cuáles son los sistemas constructivos que se implementan. Esos datos son fundamentales como puntos de partida para que el diseño respete al entorno. Como resultado vemos cómo la obra de arquitectura interactúa de una forma orgánica, no impuesta.
Todo esto simplifica mucho la ejecución, ya que el equipo sabe, por ejemplo, cómo levantar paredes de ladrillon revestidas en piedra, como fue el caso de Casa GZ ubicada en la costa, en la zona de Lobería. Los ladrillones se fabrican en la zona, y se traban de una forma tal que el muro portante trabaja en conjunto adaptándose al movimiento de la arena del médano sobre el que se implanta casa.
¿Cuál ha sido su obra de mayores dimensiones? ¿Qué materiales utilizaron?
Actualmente estamos construyendo una obra en Zárate, en un campo sobre el río Paraná de 700 m2. El programa es bastante especial porque cuenta con una oficina, un estar, una pulpería y una exposición de carros antiguos de colección. El proyecto lo pensamos en torno a un patio. En conjunto con un equipo de biólogos estamos seleccionando las especies para reproducir en el interior el bosque nativo de barranca que está en extinción. Además de la belleza de lo autóctono, es una forma de generar conciencia sobre la importancia del cuidado del entorno.
La cabaña, como le decimos nosotros, va revestida en madera quemada. Con este proceso la madera aumenta su resistencia y tolera mejor la exposición al agua, sol y viento. Los pisos son tejuelas de adobe hechas por un artesano, pisoteadas por caballos y cocinadas a fuego a leña. Nos gusta darle lugar a lo artesanal haciendo uso de este tipo de materiales que son tan nobles y perduran en el tiempo al margen de cuáles sean las tendencias. En este proyecto estos materiales y técnicas conviven con un sistema de construcción en seco. La cabaña es un gran tinglado, de estructura metálica reticulada y una gran cubierta de chapa, tal como se construyen los galpones de la zona.
¿Qué desafíos han tenido con el contexto económico del país para concluir con las obras?
Creo que los desafíos son comunes a todos los que estamos en este rubro: falta de precios, falta de materiales, diferencias abismales entre presupuestos. En este sentido es fundamental ser muy organizado y llevar un cómputo muy preciso para poder acopiar y que la obra no frene. Por otro lado, tener cintura para manejar la ansiedad del cliente, explicando que los tiempos de obra lamentablemente pueden verse afectados por todas estas variables.
Además de darle importancia a la sustentabilidad de sus materiales, ¿consideran otros aspectos ecológicos?
Casualmente en los últimos proyectos nos tocó trabajar en lugares en donde acceder a los servicios no es tan fácil, con lo cual las obras exigen cierto nivel de autosuficiencia. Por ejemplo, para proveernos de energía y agua caliente utilizamos un sistema de paneles solares con su equipo de baterías. Para calefaccionar las casas, apuntamos a reducir al máximo las pérdidas apostando por aberturas herméticas y muros anchos y bien aislados.
Volviendo a la elección de materiales, los beneficios no son solo su durabilidad, si no también una reducción en costos y emisiones de dióxido de carbono vinculados con la logística. Por ejemplo, en las obras de Necochea usamos piedra Mar del Plata, que al ser un recurso local, favorece también a la economía regional.
¿Qué sería provechoso adoptar de los modos de construir en otras regiones para Argentina?
Se podría implementar la forma de pensar el aprovechamiento de recursos locales. Por ejemplo, ahora con mi colega en estudioestudio__, Ines Gimenez Zapiola, estamos investigando el sistema Rammed Earth que usa tierra compactada tanto para hacer bloques como muros in situ.