Con un área de 700 hectáreas y dos yacimientos ubicados en el centro de la Argentina, en la provincia de Córdoba, hoy Fluorita Cordoba S.A. es una empresa de capitales íntegramente argentinos dedicada a la extracción y procesamiento de fluorita y serpentinita de calidad exportable, sumando además triturados pétreos para abastecer el mercado interno.
Esta compañía, que tiene medio centenar de empleados y ahora es administrada por la familia Martínez en su tercera generación, tiene su origen hace 40 años, a partir de la consolidación de otra empresa (Minera Bamba S.R.L.) dedicada a la extracción y tratamiento de ese mineral que combina calcio y flúor casi al 50/50, el fluoruro de calcio.
«Fluorita Córdoba S.A. es actualmente el único productor en la Argentina de concentrados de fluorita en grado ácido, metalúrgico y cerámico; materiales concentrados que se entregan con granulometrías 95 % pasante 100 malla mientras que el material en boca de mina y metalúrgico puede entregarse con la granulometría solicitada», señala el Presidente de la compañía, el contador Ricardo Martínez; y aclara: «con más de 30 años de trayectoria, cubrimos las necesidades de una amplia gama de clientes en el Mercosur en diversas industrias, incluyendo la cerámica (de la marca Vixel) y el cemento (Minetti); en tanto también extraemos e industrializamos serpentinita (óxido de magnesio), un producto de aplicación principal para la siderurgia que podemos entregar con cualquier granulometría solicitada».
¿En dos palabras, cómo es el proceso?
En otra escala, en Córdoba necesitamos aplicar los mismos procesos que la alta minería de la Cordillera: exploración, preparación y explotación; y esos procesos llevan mucho tiempo y muchas inversiones.
La fluorita se extrae con 30 a 40 por ciento de pureza del yacimiento y tras procesarla por flotación la llevamos a un 97 por ciento de pureza.
Ese material tiene luego numerosas aplicaciones en la industria. En algunas, tenemos participación; y por ejemplo, como un insumo para la producción de electrodos de soldadura, ya que es un fundente. Es un nicho al cual hemos ingresado con exportaciones, principalmente a Chile y Brasil.
Por su lado, la serpentinita es un óxido de magnesio que se usa en la elaboración de las chapas laminadas en frío y en caliente, como las que por ejemplo hace de Siderar.
¿Cómo se produce la flotación?
Obtenemos la piedra de fluorita y se muele de tal modo que la molécula se separe del resto de las impurezas como carbonatos, sílices, óxidos. Luego va a un medio donde con un colector oleico la molécula disminuye su peso específico aparente y entonces, flota. Allí se la recolecta y sigue su procesado. El resto de los materiales se descarta.
¿No hay nada para hacer con ese descarte?
En la actualidad, ese descarte se está empezando a utilizar en el cemento, para bajar el punto de fusión del clinquer, lo que permite realizar un ahorro energético a las cementeras. En cambio la fluorita por su lado nos permite tener clientes varios como Aluar, Conarco y Murvi.
¿Por qué últimamente están desarrollando vinos?
Estamos moviendo seis o siete veces más (material) de escombreras que de material útil. Entonces, hicimos estudios topográficos y al analizar qué podíamos hacer con eso, una idea fue hacer terrazas, preparar el suelo para el drenaje adecuado y sembrarlo.
Creemos que el emprendimiento estará maduro como para hacer una bodeguita en 10 a 15 años. Tenemos nueve variedades puestas. Con mi edad, no es fácil proyectarnos, pero con el empuje y las ganas de mis hijos, creo que lo vamos a lograr.
RECONVERSIÓN Y FUTURO
A comienzos de los años 80, como una productora de fluorita flotada, Fluorita Córdoba S.A. continúa la tarea de Minera Bamba, “empresa fundada por mi suegro Santos Heriberto Parodi en los años 50”, recuerda Martínez. Diez años después, se incorpora a la empresa el complejo Cerros Negros «como fuente de fluorita», aclara el ejecutivo. No obstante ocurrió que en seguida, «por las privatizaciones de los 90 y cambios que se aplican en los procesos industriales se deja de usar fluorita por ejemplo en Altos Hornos y entonces comenzamos a trabajar en La Maga, en la producción de serpentinita como material alternativo de la empresa”. ¿Por qué cambiaron la producción? Concretamente, siguió el empresario, “en 1991 éramos proveedores de Somisa, cuando pasó a manos de Techint, esta empresa cambió la formulación del acero y dejó de utilizar fluorita. Nosotros todavía teníamos un contrato por cinco años de provisión. Nos dijeron: ´Dejamos de usar fluorita y pasamos a emplear serpentinita. Búsquenla y nosotros compramos´. Entonces, en lugar de ponernos a iniciar un juicio por el contrato incumplido, lo vimos como una oportunidad de tener trabajo; y en 1995 se traslada la planta de concentración de fluorita contigua al yacimiento de Cerros Negros y empezamos a producirles el insumo”.
Así, el emprendimiento se situó a 1.300 msmm, al oeste de la localidad Río de los Sauces, en el departamento cordobés de Calamuchita, y a 700 metros del frente de explotación se construye una escombrera.
Desde entonces, con un ritmo de producción promedio de 2.500 ton/mes -lo que representan 32.000 ton/mes de estéril, considerando que en este caso la relación útil/estéril es de 1/13-, además de pañoles y maquinarias, hoy las instalaciones desarrolladas en Cerros Negros junto a Río de los Sauces cuentan con plantas de trituración de fluorita, flotación de fluorita, trituración de pétreos, trituración de serpentinita y molienda de ultrafinos de serpentinita; conformando las distintas áreas de la empresa e incluyendo también un viñedo: «en el Establecimiento Cerros Negros, las actividades mineras produjeron una gran cantidad de materiales de descarte que fue necesario almacenar en escombreras, un lugar que desde 2013 se viene adecuando a la topografía existente, quedando como una superficie equiparable a una terraza alta enclavada en el relieve serrano circundante y dando lugar a un proyecto ecosustentable que promete ser un caso testigo para la actividad minera a partir de la generación de suelos artificiales para el desarrollo de una actividad agrícola», explicó Gastón Martínez, ingeniero agrónomo y Gerente de Operaciones en Fluorita Córdoba S.A.
Según aclaró el profesional, el proyecto no solo busca remediar los espacios impactados por la minería, como muchos lo hacen utilizando especies autóctonas (como son los casos de Cantesur, Diquecito y El Gran Ombú), sino dar un valor agregado; pues cuatro años después de la primera plantación, celebraron su primera vendimia con 1.000 kilos de malbec.