La empresa BG S.R.L opera un puerto originalmente de cabotaje enclavado en la rivera del departamento de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, con un muelle de 65 metros lineales de atraque y 4 metros de calado ubicado en el Km 441,3 del Río Paraná (margen derecha), a 23 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario.
Además de brindar servicios náuticos, como guardería de lanchas, acepta buques de diseño tipo barcaza Mississippi y remolcadores, en tanto que hoy es la primera terminal de la zona habilitada por la Aduana para operar carga y descarga.
Después de cuatro años de trámites y “cumplir todos los requisitos que solicita la ley 24.903 de puertos, la Aduana Nacional lo habilitó, porque la Secretaría de Puertos y Vías Navegables confirmó que podía habilitarse”, señaló el titular de la firma, Adalberto Gualtieri, explicando que para dejar esta terminal portuaria acondicionada para obtener el permiso de operador aduanero se desembolsó aproximadamente 250.000 dólares, además de incorporar a su flota de equipos una grúa autopropulsada Zoomlion ZCC850H (foto).
UNA GRÚA CELOSÍA
Con una pluma estándar de 62 metros de alcance y alta velocidad de funcionamiento, el modelo ZCC850H de Zoomlion es una grúa sobre orugas de 85 Ton de capacidad de carga nominal, aunque con tramos auxiliares pueden lograrse distintas configuraciones y alcanzar los 95 metros de altura máxima de elevación de gancho; mientras que un motor de pistón axial de desplazamiento constante impulsa el mecanismo de giro a través de un reductor planetario, de modo que la función de giro libre puede reducir efectivamente la fuerza lateral de la pluma.
Además, en esta máquina se implantó un sistema hidráulico conectado de serie con un control hidráulico proporcional, de manera que el motor hidráulico de alta velocidad impulsa el reductor planetario para realizar el movimientos de los mecanismos: el sistema tiene las ventajas de alta eficiencia, ahorro de energía, suave y seguro, posibilitando también los movimientos simultáneos.
“Estas y otras capacidades entregan una amplia tabla de cargas, que sumada al bajo peso y ancho de transporte de 3 metros, hacen de esta grúa un equipo muy versátil, ideal tanto para empelarse en obras de construcción, montajes industriales, Oil&Gas y puertos, así como en flotas de alquiler», explicó el ingeniero Ángel López desde la oficina local del distribuidor Zoomlion, Tecmaco Integral S.A.
Por definición, la ZCC850H de Zoomlion es una grúa celosía, porque está provista de una pluma de celosía.
“Las plumas de celosía se caracterizan a simple vista porque presentan una estructura reticulada, formada por un conjunto de barras rectas interconectadas y entrecruzadas unidas por medio de nudos articulados o rígidos, formando triángulos o pirámides”, aclara López.
El diseño permite tener una mejor tabla de cargas con un brazo más ligero, para llegar más alto que otros tipos de pluma.
Por debajo, la infraestructura de esta grúa se compone de una oruga doble equipada con un sistema de accionamiento hidráulico independiente para cada lado: cada sistema de conducción hidráulica tiene un motor, que puede impulsar la rueda dentada de transmisión a través de reductor planetario. Por lo demás, un motor Weichai con un torque de 1.200Nm de output mueve el conjunto.
A 23 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario y como parte del grupo Gualtieri e Hijos S.R.L., la empresa BG S.R.L opera un puerto que hasta marzo de este año era solo de cabotaje: justo en el límite con la localidad vecina de Fray Luis Beltrán, en un predio concesionado por el municipio santafesino de San Lorenzo desde el año 2000, el emprendimiento incluía una guardería de lanchas, una plaza, una playa de estacionamiento y un muelle de pesca.
Anteriormente “las operaciones se hacían en la zona del arroyo San Lorenzo, porque no se contaba con habilitación para realizar la operatoria”. Es decir, “la Aduana decide dónde controlar las cargas que van al exterior, que hasta ahora se hacían sobre el cabotaje, sobre Puerto General San Martín como zona secundaria”, explicó el titular de Puerto BG S.R.L., Adalberto Gualtieri.
Entonces, sobre el Km 441,3 del Río Paraná (margen derecha) se desarrolló un muelle de 65 metros lineales de atraque y 4 metros de calado.
“Así regularicé la situación y hoy ofrecemos una terminal que tiene un destacamento de Aduana y otro de Senasa, donde hay un pormenorizado control de las cargas”. O sea, concluyó el empresario, “la inversión respondió a una necesidad de contar con otro puerto más, debido a la alta demanda que genera la actividad”.
De ese modo, tras una fuerte inversión en infraestructura y equipamiento, BG es la primera terminal habilitada por la Aduana de San Lorenzo para la operatoria de carga y descarga del servicio de lanchas. Es decir, hoy BG es el único complejo agroexportador de ese cordón industrial autorizado para los buques que llegan de ultramar y para remolcadores que navegan con barcazas desde Brasil, Paraguay y el norte argentino.
Además de actuar la Aduana y el Senasa, entre otras actividades esta terminal “está habilitada por Prefectura, por contingencia; también, el puerto está habilitado para brindar mercaderías para aprovisionar a los remolcadores, junto a la disponibilidad de operar las lanchas habilitadas por Medio Ambiente”, aclaró Gualtieri.
Por fin, “tras cuatro años de tramitaciones”, dijo el ejecutivo, la Aduana habilitó al empresario a operar el único puerto fluvial de San Lorenzo que, a diferencia de un puerto de ultramar, que amarra barcos de gran porte, trabaja con barcos de hasta 20 metros de eslora, remolcadores chicos y lanchas para mover alimentos y asistir a los buques en general.
En cualquier caso, las expectativas para este nuevo puerto sobre el Paraná son buenas: “aflojó el tema de la operatoria porque el dólar está bajo, hay un parate en los servicios y nuestras mercaderías están caras para venderles a los barcos. Pero creo que en un tiempo mejorará la situación”, dijo Gualtieri, y confió que “para que el puerto quede acondicionado para obtener el permiso de Aduana”, la inversión realizada fue de aproximadamente 250.000 dólares, además de incorporar algunos equipos importantes como una grúa Zoomlion (foto).
La grúa
Zoomlion Heavy Industry Science and Technology Co., Ltd. es un fabricante chino de maquinaria de construcción y agrícola que tiene su sede en Hunan, una provincia montañosa del sur de China. En una decena de categorías de productos agrupados en más de medio centenar de líneas de máquinas, la compañía también produce equipos para elevación de cargas, con varios modelos de grúas móviles que son distribuidos en nuestro país por Tecmaco Integral S.A.
“Son todos productos autopropulsados sobre orugas o ruedas de neumáticos, con mástiles telescópicos o plumas de celosía”, señaló Ángel López, desde Tecmaco.
Particularmente, el equipo que opera en el Puerto BG es el modelo identificado con la nomenclatura ZCC850H. Es una grúa que clasifica en la categoría de las 85 toneladas de capacidad y se distingue a simple vista por su pluma principal de celosía, junto a dos cabrestantes principales que incluyen cables de acero (260 m y 160 m) y un contrapeso trasero.
“El peso total del equipo es de aproximadamente 68 t y se desarma, para facilitar su traslado”, dice López, aclarando que “al llegar al sitio de emplazamiento, el tiempo de montaje de esta grúa es de menos de 6 horas”.
Como en equipos similares aun de otras marcas, una grúa de celosía se monta sobre un tren de orugas, la sección que permite el desplazamiento, posicionamiento y estabilidad; mientras que por arriba se coloca un chasis portante, donde además de los sistemas de propulsión y dirección, se fijan los restantes componentes:
La superestructura se constituye con una plataforma basada sobre una corona o tornamesa (de orientación) que la une al chasis y permite el giro de 360º, la cual soporta la pluma; además del equipo de elevación, también estará la cabina de mando y en muchos casos un contrapeso desplazable, una masa fijada para ayudar a equilibrar las acciones de la carga.
Desde luego, como en otras máquinas, la cabina está destinada al manejo o conducción de la grúa y alberga los mandos que controlan desde la traslación de la grúa y el movimiento de los cabrestantes hasta el giro e inclinación de la pluma; mientras que la corona de orientación, además de orientar la estructura, está en el medio y transmite los esfuerzos de la superestructura a la base de la grúa.
Entre el equipo de elevación se deben destacar los cabrestantes y sus tambores de bobinado, donde se alojan y enrollan los cabrestantes; estos son los encargados de transmitir la fuerza y el movimiento desde los tambores a la carga. ¿Por qué una grúa de celosía cuenta con dos cabrestantes? Uno es el principal y otro, auxiliar, cuyos requerimientos pueden ser distintos y por tanto también sus características.
Por fin, un motor diésel y el grupo hidráulico conforman la fuente de energía que alimenta todos los accionamientos de este equipo: “de fábrica, esta grúa viene con un motor diésel desarrollado por el fabricante chino Weichai Power Co., Ltd que entrega alto torque en baja velocidad y trabaja bien con el combustible disponible en nuestra región”, dice López, y agrega: por su lado, “el sistema hidráulico es controlado por válvulas múltiples, de modo que se pueden lograr movimientos simultáneos y sin desaceleración”.