LEILA GANEM
La obra, que se financia a través de un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF), permitirá la evacuación de las aguas para proteger las zonas urbanizadas próximas al río. Abarca los partidos de Luján, Pilar y Exaltación de la Cruz.
Con un plazo de 540 días de corrido e incluidas dentro del Plan de Manejo Integral de la Cuenca del río Luján, las obras de ampliación del cauce del tramo medio involucran 25 kilómetros de longitud y se desarrollan entre las vías del Ferrocarril Belgrano Norte y la ruta provincial N° 6. Los trabajos comenzaron de manera simultánea en tres de los cuatro tramos en los que esta se divide. Por su parte, las tareas tratan de, aproximadamente, 5 millones de metros cúbicos de movimiento de suelos y abarcan los partidos de Luján, Pilar y Exaltación de la Cruz. Además, se complementará con la canalización de otros dos tramos de similares características próximos a licitar.
El objetivo es prevenir las crecidas, manejar controladamente los caudales y moderar el efecto de las inundaciones en la cuenca, lo que ha evidenciado mayor frecuencia y magnitud en el último tiempo. Para lograrlo, se propuso la realización de actividades definidas que incrementen la capacidad de escurrimiento del caudal pluvial. En la redacción del proyecto para incrementar la sección transversal del actual cauce se tuvieron en cuenta tanto las necesidades de los vecinos de la zona como consideraciones ambientales que puedan preservar los humedales.
El subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Jelinski, destacó que “en la obra no se toca el lecho del río, sino que se trabaja sobre la llanura”. Y aclaró que “se evalúa la situación del suelo para que se encuentre en condiciones, ya que luego de la excavación este se deposita en lugares definidos con los vecinos”.
LIMPIEZA DE MÁRGENES Y MOVIMIENTO DE SUELO
El movimiento en la zona tuvo lugar a principios de mayo en el tramo 1 y a cargo de la compañía Pelque S.A.-Lurovial S.R.L. (UTE), que resultó adjudicataria de los tramos 1 y 4. “Para la empresa, es una enorme responsabilidad participar en la ejecución de esta obra que tiene como objetivo mitigar el impacto de las inundaciones que afectan a tantos vecinos de la zona”, sostuvo Luciano Garritano, ingeniero que supervisó el tramo.
La constructora ya dispuso del personal y la maquinaria necesarios para avanzar con las tareas en el tramo comprendido entre el arroyo Gutiérrez, en la ciudad de Luján, hasta el puente ferroviario de la Línea Belgrano Norte, ubicado aguas abajo de la ruta nacional N° 8, en Pilar. En esta etapa se realizan dos acciones fundamentales que anteceden a las tareas de canalización: la limpieza de márgenes y el movimiento de suelo.
El primero consiste en la limpieza y preparación de las márgenes destinadas a la canalización del río. Allí se ejecutan específicamente tareas de desbosque, destronque, extracción de vegetación, desarraigo de árboles y arbustos, troncos y raíces; como, también, el retiro y transporte de todos los materiales que se encuentren en las márgenes y que podrían obstruir los futuros trabajos de excavación. En total, se limpiarán aproximadamente 74 hectáreas de vegetación aledaña al cauce.
En relación con el movimiento de suelo, la empresa consignó que, para poder cumplir con el perfil transversal indicado en el proyecto, antes del inicio de los trabajos de canalización se confeccionó la topografía de obra y se desarrollaron estudios de ingeniería que son utilizados como base para la excavación de la sección que se intervendrá. Para realizar tanto esta tarea como la de limpieza de los márgenes, la empresa contratista movilizó maquinaria de todo tipo, como retroexcavadoras, topadoras y motoniveladoras. “Cuando la obra esté finalizada, tanto las poblaciones de Pilar, Exaltación de la Cruz y Luján, como sus actividades económicas, estarán más protegidas”, agregó Garritano.
EXCAVACIÓN DEL CAUCE
Una vez finalizados los trabajos de limpieza de márgenes y movimiento de suelo se procederá a la excavación del cauce, con una profundidad de 912.293,82 metros cúbicos que, luego, permitirán la conformación de la nueva sección del canal.
Con el fin de trasladar y depositar el material en superficies aledañas al río se utilizarán camiones volcadores. Sobre estos terrenos, la empresa destacó que han sido previamente identificados por tratarse de sectores bajos a ambas márgenes y porque sus condiciones topográficas permiten que, al ser rellenados, eleven sus cotas y eviten inundaciones.
Estos recintos de depósito son longitudinales al río y están ubicados a no menos de 300 metros del borde de la obra, fuera de la zona delimitada por la mancha de inundación para cien años de recurrencia. El depósito de los suelos excavados se realizará en forma acomodada con la pendiente lateral regional, de forma tal que no se produzcan caballones u obstrucciones al normal escurrimiento transversal de los excedentes superficiales hacia el río.
“El tramo de 25 kilómetros del río Luján es una obra fundamental que permitirá un mejor funcionamiento durante los excedentes hídricos; lo que posibilitará, además, que las localidades que tienen sus desagües pluviales hacia el río puedan drenar más fácilmente. En el caso de Pilar, ahora podrá desarrollarse una obra vital, que es la del canal Agustoni, que va a drenar y a mejorar los desagües pluviales de casi toda la ciudad, tanto en el centro como en los barrios periféricos”, destacó Jelinski.
ETAPA FINAL
Una vez finalizadas las excavaciones se procederá a la colocación de un alambrado perimetral de siete hilos de modo paralelo al río Lujan. Esto se realizará a lo largo de la totalidad de la obra, en ambas márgenes de la canalización y a una distancia mínima de 15 metros contados a partir del borde superior del río canalizado. La longitud por colocar será de 18.600 metros lineales (9300 en cada margen).
Además, esta tarea incluye varios elementos complementarios; entre ellos, la empresa enumeró postes enteros largos y cortos de madera, varillas de madera, alambre liso de acero ovalado cincado número 17/15 calibre París, alambre liso de acero zinc para atar y torniquetes de hierro. Por otro lado, en la colocación del alambrado perimetral no están involucrados equipos ni máquinas, excepto herramientas manuales.
Finalmente, el equipo de trabajo se encuentra compuesto por cinco personas que implementarán la metodología una vez que las tareas de excavación en el primer sector hayan finalizado. La colocación de ese alambrado materializará la separación física entre las parcelas de propiedad privada y los terrenos de propiedad estatal que correspondan a la Provincia de Buenos Aires, es decir, aquellos que estén en el sector comprendido desde el río hacia los alambrados.