La industria de la construcción es uno de los pilares de la sociedad moderna, siendo no solo esencial para el constante desarrollo de nuestras ciudades, sino también uno de los negocios más rentables de la actualidad. Por eso, la innovación mediante la implementación de nuevas tecnologías es una de las prioridades de la mayoría de las empresas que se desempeñan en el sector.
Se trata de un proceso continuo de cambio donde las grandes constructoras realizan inversiones para encontrar alternativas más asequibles, veloces y sostenibles. De cara a las próximas décadas, se espera que un paradigma de planificación tenga relevancia por encima del resto: la automatización.
Automatización en el sector
Cuando se habla de automatización en la construcción, se hace referencia al uso de un entramado de herramientas que funcionan de forma autónoma para agilizar procesos y disminuir costos.
Desde robots de construcción hasta software basado en inteligencia artificial, la tecnología está transformando la planificación en el sector.
Esta se implementa en todo el proceso de construcción, desde el desarrollo de las ideas iniciales, la prueba de conceptos, y el diseño y ejecución de planes. Adicionalmente, la automatización brinda soporte adicional en áreas como el mantenimiento, permitiendo una actualización de equipos ágil y una disminución en los riesgos laborales.
Las herramientas más usadas
Este proceso de automatización no surge de la nada, sino que se implementa de la mano de distintas herramientas:
- Robótica e imagen: el uso de dispositivos robóticos (como drones) ha ganado popularidad en el proceso de planificación, ya que estos pueden analizar rutas de forma automática, algo esencial para el estudio de terrenos, el monitoreo de trabajo, entre otras tareas.
- Modelado de información de construcción: conocido en inglés por las siglas BIM, es un paradigma de trabajo colaborativo que implementa herramientas de automatización para optimizar el flujo de trabajo y mejorar la precisión en las proyecciones de construcción.
- Inteligencia artificial: la IA se ha vuelto un pilar en el sector de la construcción ya que permite eliminar tareas repetitivas, acelera el desarrollo de proyectos y optimiza procesos para disminuir el error humano.
- Big Data: el uso masivo de datos, en conjunto con herramientas basadas en IA, permite crear presupuestos mucho más efectivos, estudiar el mercado y sus necesidades en menos tiempo, e incluso desarrollar planes que tomen en cuenta una serie de variables que hasta hace algunos años eran casi impredecibles.
- Maquinaria inteligente: la maquinaria también puede incorporar sistemas automatizados para agilizar el proceso de construcción, facilitando la planificación de proyectos mediante previsiones más exactas.
Estas herramientas son efectivas en la planificación, pero también en todos los pasos posteriores, por lo que se trata de inversiones que nos acompañan durante todo el proceso de construcción.
Beneficios tangibles
Si bien la mayoría de estas tecnologías hablan principalmente de una agilización de procesos, la realidad es que la automatización brinda un amplio número de beneficios:
- Aumento en la productividad, acelerando procesos y eliminando tareas repetitivas. Esto no solo se traduce en una menor carga para los trabajadores, sino también en una reducción en los tiempos de construcción.
- Reducción de riesgos, ayudando a la identificación de peligros en el ambiente de trabajo y acelerando al desarrollo de medidas prácticas y efectivas. Herramientas como los drones, cámaras de seguridad para edificios y sensores inteligentes, son capaces de analizar entornos en tiempo real para detectar situaciones de riesgo.
- Optimización, tanto en la planificación como en la ejecución de proyectos a través de herramientas que descentralizan el trabajo. Estos sistemas, apoyándose en datos recolectados mediante distintos dispositivos en las áreas de construcción y casos de estudio, ayudan a desarrollar presupuestos más efectivos, simplifican la comunicación entre proveedores, y aceleran la toma de decisiones.
A pesar de su relevancia, la automatización todavía enfrenta retos importantes en lo que respecta a su implementación en los procesos de planificación.
La adquisición de nuevas tecnologías, la integración adecuada de las herramientas, los riesgos de ciberseguridad, y la formación del equipo de trabajo serían los retos más persistentes.
Por eso, aunque el futuro de la construcción se halle en la automatización, se trata de un proceso que necesitará de inversiones y estudios pertinentes para poder rendir los frutos esperados.



