Desde hace muchos años, Argentina ha abandonado la senda del crecimiento y la estabilidad. Producto de dicho estancamiento, se acumulan las mejoras en la eficiencia de la producción; la integración franca y plena de las diferentes regiones entre sí y con el Mercosur; la disminución de los desequilibrios regionales; facilitar el acceso a los grandes mercados; y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de toda la población.
La ingeniería civil tiene mucho para aportar. Su experiencia, grandes empresas de respetada solvencia y tradición, constituyen una prueba palpable de lo afirmado. Las obras, todas ellas indispensables para el crecimiento productivo de nuestro suelo, encuentran camino y respuesta en la ingeniería civil. Las mismas se corporizan a partir de la inteligencia y el ingenio que nuestra disciplina, junto a sus afines, son capaces de asegurar.
Sin embargo, las propuestas no son debidamente escuchadas por las distintas administraciones, las cuales suman fracasos en las conducciones vitales de sus organizaciones. Los planes de mediano y largo plazo que podrían trazar la ruta de prioridades en materia de construcción de puertos, caminos, energía, puentes y viviendas, se agotan en diatribas, las cuales pocas veces, ubica en la concreción su punto final.
Ante este escenario, nuevamente, alzamos la voz para expresar que “la peor obra de ingeniería civil es aquella que no se concreta”. Es ese puente que no vincula a la producción con el consumidor, es esa ruta que provoca accidentes fatales, es esa vivienda que castiga a sus habitantes con nulas condiciones de habitabilidad, es ese hospital negado a la población enferma, es esa lámpara eléctrica que no ilumina ciudades, es ese gas que no encuentra en la combustión el fin último de su recorrido, es esa red cloacal que no evita enfermedades en las poblaciones vulnerables…
LAS MENTES Y LOS CONOCIMIENTOS, A LA ESPERA
Está en nosotros la voluntad de saber elegir las respuestas adecuadas a cada demanda. Solo falta que esta sea habilitada y escuchada, en torno al respeto corporizado en los nombres de mujeres y hombres, quienes, con su trayectoria, fueron capaces de demostrar las bondades de nuestra disciplina.
Entre ellos y ellas, podemos mencionar a Luis Augusto Huergo, primer ingeniero civil en Argentina; Elisa Bachofen, primera ingeniera civil en Argentina y en Sudamérica; Otto Krause, ingeniero y fundador de la primera escuela de enseñanza técnica de la Argentina, entre otras y otros.
Cubrir puestos de organismos públicos y privados del sector con ingenieros civiles, explotar su sapiencia en beneficio de nuestro país y su gente, continúan siendo saldos pendientes de las sucesivas administraciones políticas que gobiernan nuestro suelo.
Desde el Consejo Profesional de Ingeniería Civil, de Jurisdicción Nacional y de la CABA, plasmamos en acciones concretas esta posibilidad, brindando capacitación, foros en los cuales participan organizaciones e instituciones de primer nivel del ámbito, donde se plantean los problemas y se imaginan soluciones concretas y posibles a nuestro tiempo y recursos.
La ingeniería civil constituye una de las actividades con mayor campo de acción e importancia en el progreso de las culturas. Su objetivo radica en disciplinar para cubrir todos los aspectos necesarios en el desenvolvimiento efectivo de la población, aportando a mejorar su calidad de vida y atendiendo especialmente el manejo racional de los recursos naturales.
Lo hemos hecho llevando agua potable de red a los grifos, saneamiento a las ciudades, transporte seguro para las relaciones y el comercio, y el abrigo imprescindible el cual denominamos “vivienda”. Solo falta tener confianza, término definido por la Real Academia Española de Letras como “la esperanza firme o seguridad que se tiene en que una persona va a actuar como se desea”. Jamás se dude ello de las mujeres y hombres de la ingeniería civil argentina. Porque la peor obra de ingeniería civil es aquella que no se concreta.
Por ING. CIVIL LUIS PERRI (ES PRESIDENTE HONORARIO DEL CONSEJO PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL CPIC)
Comentarios