Con el objetivo de conocer más en profundidad las funciones que lleva adelante la comisión de sustentabilidad de la Cámara Argentina de la Construcción – Delegación Córdoba-, las iniciativas que proponen y la relevancia que ocupan las acciones sostenibles en el rubro de la construcción, El Constructor dialogó con Mariano Buteler, presidente de la comisión, quien otorgó su mirada y los detalles sobre el área que gestiona.
Para comenzar… ¿Cuáles son las funciones principales de la comisión que presidís en la Cámara Argentina de la Construcción?
La comisión fue creada oficialmente a fines del 2023 luego de que, por varios años, nuestra delegación desarrollara proyectos en el marco de la RSE (Responsabilidad Social Empresarial) y la sustentabilidad. Estos proyectos se ejecutaban desde distintas comisiones y con distintos objetivos. Finalmente, con la creación de una mesa de trabajo de RSE, en el año 2021 se formaliza esta línea de trabajo y se empiezan a canalizar todos los proyectos en este espacio. El año pasado, esta mesa tomó carácter de comisión con el fin de, no solo trabajar la RSE, sino también acompañar a los socios en la incorporación de las nuevas tendencias mundiales de producción. Entendemos que la sustentabilidad propone un nuevo paradigma productivo, y esto obliga a las empresas a reformularse, actualizarse y producir de otra manera. Este es nuestro objetivo como comisión, trazar ese camino.
Para esto, nuestra función es llevar adelante los vínculos necesarios intersectorial, crear herramientas que ayuden a las empresas y capacitar y fomentar a quienes las integran.
¿Cuál fue el motivo que los impulsó a fundar la Comisión de Sustentabilidad de Camarco?
Entendemos que “hablar de sustentabilidad” ya no es un “discurso bonito”. Hoy el mundo exige un cambio en la forma de producir. Por lo tanto, esa tendencia mundial se traduce en competitividad y economía. Tenemos que entender que este nuevo paradigma viene a delinear los nuevos modelos económicos y las reglas de juego para producir. A la vez, y por sobre todo, sabemos que el mundo no puede seguir en el viejo camino productivo sin que los daños se vuelvan irreversibles. Es nuestra obligación ser parte del cambio en el presente para poder proyectar un futuro.
Entender este panorama es lo que llevó a que tomemos el tema con el compromiso que amerita y crear una comisión que constantemente esté dando tratamientos a estos temas. Así, poder acercar a los socios, a las empresas y sus integrantes a este modelo. En Córdoba tenemos una ley vigente que se firmó en el año 2020. Es la ley Provincial Nº 10.721, denominada Promoción y Desarrollo para la Producción y Consumo de Biocombustibles y Bioenergía.
Esto apunta a incentivar este tipo de consumo «sustentable» y está activo en las licitación del ministerio de infraestructura y servicios públicos.
¿Qué importancia consideras que le dan los jóvenes a la sustentabilidad y cuál es su rol en esta industria?
Los jóvenes vienen con una “nueva matriz” de base. La forma en la que se conciben las relaciones, y no solo humanas, sino también con el medio en general (ambiente, físico y social) proponen un dinamismo totalmente diferente a lo que se vivía hace unos años. Entonces, desde allí se propone un nuevo camino y están jugando un partido preponderante para promover este cambio.
Hoy encontramos empresarios/as cada vez más conscientes y conectados social y ecológicamente. Existe muchísimo desarrollo tecnológico en estas líneas y una forma de consumo comprometida.
Pensar en productos etiquetados con los datos de sustancias o alimentos que dañan el organismo era impensado hace unos años y hoy es una tendencia firme e irreversible. Esto mismo sucede en todas las industrias productivas y en los formatos de consumo. Los jóvenes están tomando el protagonismo de este modelo y son el motor.
En nuestra delegación y a nivel nacional, son los que tomaron el tema con fuerza, lo promovieron, crearon los espacios de discusión, charla y aprendizaje y son los que hoy presiden estos espacios.
¿Qué iniciativas llevaron a cabo desde su comisión hasta el momento?
En un principio, llevamos adelante mucho en materia de vínculos intersectoriales para descubrir cómo están las otras industrias y aprender de qué se trata este tema. En segundo lugar, nos capacitamos. Trabajar en conjunto con entidades públicas y académicas que tienen información, es vital para proponer un cambio de paradigma tan importante como este. Y por último, trabajamos en la materialización de herramientas concretas que resultan la puerta de entrada para las empresas y empresarios/as del sector en la sustentabilidad.
En este sentido, hemos desarrollado en conjunto con el INTI, EPEC, el Ministerio de Servicios Públicos e Infraestructura, la consultora HINS y nuestros 150 socios, una herramienta única en la construcción que permite calcular la “huella de carbono” que van a emitir nuestras obras.
En materia social, hemos desarrollado el ciclo “Creamos Futuro” que es una creación entre la mesa intersectorial joven llamada “Córdoba Joven Productiva”, que trabaja en trazar un camino a las empresas hacia un futuro sostenible y contemplar en ese camino a los adolescentes que están pronto a incorporarse al mundo laboral. Este ciclo se repite todos los años con 4 encuentros o talleres. Además, acompañamos a organizaciones y ONG´s como el Banco de Alimentos, Fundación Empate o Ingeniería Sin Fronteras. Todos ellos tienen un gran desarrollo social y necesitan que los acompañemos con acciones concretas. Allí estamos presentes.
Asimismo, hemos conformado mesas de trabajo con secretarías y ministerios para avanzar en temáticas técnicas como la utilización del biocombustible, el uso de energías alternativas y la recuperación de residuos de obra.
Además, llevamos adelante charlas y encuentros con cámaras de España, Chile y otros sectores para conocer qué pasa en el mundo y conseguir líneas de acción exitosas; entre otras acciones que estamos trabajando.
Más allá de tu rol en la Comisión en CAMARCO, ¿cuánto hace que estás involucrado en el campo de la sustentabilidad y preservación del medio ambiente y por qué?
De alguna manera siempre estuve involucrado en la sustentabilidad sin saberlo “técnicamente”. Desde chico, siempre me interesaron los temas relativos al medio ambiente y la ayuda social. Empecé a trabajar en lo que hoy es mi empresa a los 14 años casi como un juego. Con el paso del tiempo, se transformó en una empresa constructora ‘poco tradicional’. Inclusive, nos definimos como “una empresa de servicios dentro de la construcción”, esto hace que siempre nos estemos relacionando desde otro enfoque: poniéndonos como pares y colaboradores ante nuestros clientes y nuestros equipos de trabajo, con una posición resolutiva y colaborativa.
En ese momento no sabía que de alguna manera había adoptado un modelo de “gestión sustentable” en donde buscaba involucrar a los colaboradores desde otro enfoque, con compromiso por el medio ambiente, por el crecimiento personal y profesional.
De más grande, descubrí que había un resultado diferente, o que se reconocía un “valor agregado” tanto para nuestros clientes, como para nuestros equipos de trabajo.
Entonces intentamos formalizarlo, adoptamos ejercicios concretos en el día a día como el reciclaje, el compostaje, o la incorporación de personas en situación de calle a trabajos puntuales. Empezamos a registrar la situación de la gente que nos rodeaba y colaboramos en intentar mejorarla; además de aportar al crecimiento personal y profesional de cada uno, y eso trae beneficios a todo el equipo y a la empresa.
En fin, nos encontramos siempre conformes con ser una “empresa con propósito”. Pasamos mucho tiempo dentro de ella y creemos que la forma de que eso se equilibre es haciéndolo con gusto y acompañar el trabajo con contenido que apunta a encontrar beneficios económicos, sociales y ambientales. Somos una empresa joven, con mucho por aprender y recorrer, pero sabemos que este es el camino que vamos a recorrer y esto nos trae gratitud y resultados. Logramos ser más competitivos a la vez que aportamos a los ejes principales de la sustentabilidad. Nuestros equipos y clientes lo reconocen y valoran.
¿Por qué considerás que es relevante que la industria de la construcción adquiera principios y soluciones sostenibles?
Creo que esto trasciende a toda industria. Es lo que comentaba anteriormente, el mundo no resiste mucho tiempo más si seguimos en la línea que venimos; y a la vista está lo que sucede a nivel climático, a nivel social/étnico e incluso económico a nivel mundial. Todo está cambiando y este nuevo paradigma es el eje de estos cambios.
Hay una generación que se dio cuenta que tanto el medio ambiente como las personas necesitamos otra forma de vincularnos entre nosotros. Este fenómeno modificó las reglas de juego económicas y sociales. Las formas de producir y por ende, se modifica la estructura económica, transformando todo.
La construcción existió desde siempre. Acompañó al hombre en su desarrollo, desde la caverna hasta la llegada de los mega-edificios. Es la construcción una de las industrias que mayor capacidad tiene de aportar a este cambio de paradigma. Es la construcción la que nos puede dar estructuras e infraestructura más resilientes. La que puede trabajar para materializar la obtención de agua potable en lugares donde no lo hay. La que construye escuelas, hospitales, rutas, canales, etc.
Somos quienes hacemos partícipe de nuestro trabajo a un gran volumen de personas que necesitan trabajar y crecer en desarrollo personal, social y económico; por eso, sin duda, tenemos una gran oportunidad y responsabilidad, y tenemos que trabajar para ser agentes de ese cambio y asumir ese protagonismo.
Con todo este crecimiento, ganaremos, en paralelo, a nivel de competitividad. Hoy, el mercado exige que las empresas tengan algo de todo esto dentro de sus estructuras. Si no es por convicción, será por dicha competitividad.
¿Considerás que el sector de la construcción e infraestructura está dándole a la sustentabilidad la importancia que amerita?
Sin dudas. Estamos siendo pioneros en cuanto al trabajo sustentable a nivel industrial y sectorial. Esto no quiere decir que tenemos todo resuelto; pero un paradigma no se cambia de un día para otro. Hemos decidido asumir la responsabilidad, transitar el camino largo, aprender y trabajar para mejorar. Tanto a nivel provincial como nacional, se está trabajando muy fuerte en instalar la temática y crear espacios de formación.
Córdoba va a la cabeza en un montón de cuestiones que ya se materializaron en acciones concretas. Pero en la comisión joven a nivel nacional, el tratamiento de los ODS es uno de los 3 temas principales de este equipo de trabajo.En nuestra delegación, tenemos la suerte de que nuestros últimos 3 presidentes han tomado la temática y les dieron mucho lugar a los jóvenes que querían hacer estos aportes. Eso fue vital para estar donde estamos hoy.
Aquí tenemos empresas constructoras que producen su propia energía con panelería solar, empresas que mueven camiones y maquinarias con biocombustible, o empresas que están fabricando cañería con material reciclado. Tenemos empresas que participan activamente para ayudar a los chicos que abandonaron la escuela, con el objetivo de que la retomen, aprendan un oficio o se incorporen al mundo laboral. Hemos firmado un convenio con UOCRA para formar a mujeres en el oficio de “maquinistas” generando mayor apertura del sector. Estamos en la línea, falta mucho, pero estamos avanzando.
¿Realizan capacitaciones para los actores de la industria?
Si, efectivamente esto es una constante. Primero que nada, nos capacitamos nosotros mismos para luego poder avanzar. Nos rodeamos de especialistas en la materia. No es menor que la Cámara esté en manos de sus socios. Son los socios los que llevan adelante cada comisión, cada tarea y proyecto, y en su mayoría somos técnicos, ingenieros, arquitectos, contadores, entre otros. Este tema no está en la base de nuestros estudios. Por lo que estamos obligados a aprender y crecer en materia de conocimiento; luego avanzamos con nuestros colaboradores y equipos. Como comentaba anteriormente, trabajamos con UOCRA en talleres o proyectos específicos.
Además, nos apoyamos mucho en las acciones gubernamentales ya que Córdoba es pionera en nuestro país. Es la provincia que ha tomado de alguna manera el tema como bandera. Por capilaridad, desde los empresarios hasta en los colaboradores, la temática empieza a ganar lugar y eso lleva a un aprendizaje de todos. Es clave esta articulación.
¿Cuál es el balance que podés hacer de la comisión que estás presidiendo en lo que va de su existencia?
Somos muy jóvenes como comisión oficialmente, pero creo que lo más importante está en la decisión del empresariado en crecer en este camino; en hacerlo en conjunto y articulado con otros sectores, y esto está dando muchos resultados, sin dudas, positivos. Esta es una cuestión desafiante, de muchísima exigencia pero gratificante cuando vemos que cada vez tenemos más interesados y empresas que empiezan a pensar “sustentablemente”.
No nos sorprende que el crecimiento haya sido exponencial y la temática tan convocante, ya que venimos analizando lo que ocurre en otros países. Estamos contentos sabiendo que nuestra comisión hoy cuenta con 49 miembros de los 151 socios que tiene la delegación. Sin dudas, se trata de una participación muy alta. Esto nos alegra y nos pone a trabajar responsablemente para el sector.
¿Tienen proyectada alguna acción o iniciativa de cara a lo que resta del 2024?
¡Verdaderamente, la temática es infinita! Por el momento, estamos detrás de algunos temas que nos llegan y que vemos muy interesantes, pero hemos organizado nuestro trabajo para, en primer lugar, brindarles herramientas a los socios.
Por otro lado, estamos trabajando en la creación de una segunda herramienta para medir el impacto ambiental de las empresas constructoras a nivel organizacional, lo que va a permitir a las empresas más chicas o a aquellas del sector privado que empiecen a diseñar sus modelos sustentables.
Además, estamos por confeccionar dos mesas de trabajo multisectoriales para trabajar temas relativos a la energía y el biocombustible, y estamos comenzando un camino en el tratamiento de residuos de obra, además de espacios de trabajo entre sector público, privado y académico. Asimismo, también empezamos a trabajar en una asesoría para trabajar la “Triple Norma” que nos pone a verificar y certificar -a futuro- en materia de calidad, ambiente y seguridad. Este será un tema largo pero que empezamos a estudiar.
Por último y no menos significativo, es que tenemos proyectado para este fin de año, poder presentar el primer reporte de sustentabilidad de la comisión, la idea de este informe es poder hacerlo escalar y que sea obra de la delegación. Dado que es el primero, le hemos dado una escala menor para poder materializarlo en un principio.
¿Qué rol cumple la tecnología en el sector?
La tecnología cumple un rol fundamental. Si hay algo que caracteriza a las nuevas generaciones es la adaptación al cambio en tiempo récord. En este sentido, es la tecnología la base de ese cambio rápido, vertiginoso y acelerado, por lo cual tenemos que seguir buscando en ella la implementación con impacto positivo para que nos ayude a transformar la industria. No debemos perder de vista que dentro de la cámara está comprendida toda nuestra cadena de valor, por lo que muchos de nuestros socios son fabricantes o proveedores de servicios para el rubro y para ellos la tecnología es una base constante. Este nuevo paradigma y el modelo de gestión, requiere de la tecnología en gran medida. Desde la comunicación hasta las nuevas técnicas constructivas, o las aplicaciones y software que nos acompañan cada vez con mayor presencia, son fundamentales y necesarias.
Es por todo esto que hemos conformado una mesa de trabajo dentro de la Comisión de Jóvenes Córdoba que se llama “nuevas tecnologías” y apunta a estar en constante búsqueda y aprendizaje de lo novedoso para implementar en el sector.
¿Qué medidas crees que se han tomado o deberían tomar por parte de los gobiernos para fomentar la industria?
En Córdoba esto es un tema cercano ya que estamos en constante trabajo y co-creación con el sector público. Estamos contentos con los resultados que hemos logrado juntos y es fundamental el respeto mutuo para ir incorporando temáticas a medida que ambos sectores lo vayan asimilando. Políticamente, en nuestra provincia la decisión está tomada y nuestra industria tiene un rol protagónico. En este sentido, creo que es fundamental que los gobiernos acompañen al sector privado en este camino y es vital que no se impongan reglas de juego sin antes trabajarlas juntos.
El “copy-paste” de estas temáticas traídas de otros países es común, pero cada provincia debe trabajar sus problemáticas, darle carácter propio e identificar el camino y las posibilidades concretas. Es muy importante dejar de lado el ‘discurso bonito’ y pasar a la acción con hechos. Pero repito que, al menos desde nuestra experiencia, la clave no es imponer, sino co-crear desde lo multisectorial.
Estamos atravesando un momento muy delicado de la industria que afecta de manera directa e indirecta a muchísima gente de todos los sectores, pero aún así, es un buen momento para pensar en la empresa constructora del futuro, y en eso estamos.
Finalmente, ¿cómo crees que está Argentina con respecto a otros países de la región en este tema?
Lo primero que pienso es que estamos transitando una recesión importante que afecta a todos los sectores productivos y sociales de manera pocas veces vista, pero incluso ante este panorama, en nuestro caso, estamos trabajando en la temática como nunca, por lo que creo que hemos encontrado en la genética empresarial de la construcción un tema que motoriza y ayuda. Eso es un intangible que me permite valorar de sobremanera el compromiso de mis colegas y el enorme esfuerzo que hacen por seguir avanzando pese al contexto. Por todo esto, creo que, a nivel compromiso y sector, estamos siendo protagonistas de un cambio muy importante y valorable.
A nivel regional, la tendencia se repite. Tenemos la suerte de que países como Chile o Brasil, por ejemplo, están trabajando muy fuerte en esto y nos colaboramos mutuamente.
No quiero “spoilear”, pero estamos trabajando para crear un espacio de “encuentro latinoamericano de la construcción sustentable” para el próximo año. Esto nos ayudará a entender aún más qué pasa en nuestra región y así encontrar líneas de trabajo conjuntas. Hay mucho por hacer, pero el primer paso está dado, el compromiso es inamovible y nuestro sector lo está asumiendo con gran entusiasmo.
En lo general, en lo social, es claro que esta tendencia mundial llegó para quedarse. Argentina está dando sus pasos. Está avanzando y cada vez más empresas y personas están involucradas en esto.