La tecnología es un aliado indiscutido del sector de la construcción, por ese motivo los equipos utilizados en las obras han evolucionado para satisfacer las necesidades cambiantes de los profesionales, y la industria debe encontrar la manera de adoptar estas nuevas tecnologías para tener éxito.
En los últimos años, se ha hablado de una próxima transformación digital en el lugar de trabajo – y aunque hay algunos componentes de esta transformación que aún no se han realizado, en muchos sentidos la transformación digital de la industria ya ha comenzado.
Durante su sesión educativa de CONEXPO-CON/AGG 2023, «Transformación digital del lugar de trabajo», Jason Anetsberger, de la empresa AEM Komatsu (Asociación de Fabricantes de Equipos), habló sobre la tecnología disponible hoy en día, así como hacia dónde podría dirigirse la industria. «En mi opinión, estos temas de digitalización, automatización y sostenibilidad no son solo tendencias del sector, sino que son una realidad hoy en día», afirmó Anetsberger. Y la progresión de estas tendencias es el medio en el que arraigará la transformación digital.
En el sector de la construcción, las tecnologías digitales que mejorarán los productos y servicios del futuro incluyen la automatización, el modelado digital y los equipos inteligentes. En la industria de fabricación es esencial que los fabricantes de equipos originales aumenten sus capacidades y generen confianza en estas nuevas tecnologías con sus usuarios finales.
«Si lo hacemos bien, muchas de estas soluciones son bastante sencillas y fáciles de adoptar, y el valor que aportan es casi inmediato».
Jason Anetsberger
Anetsberger desarrolló las fases de la transformación digital. Por un lado, la digitalización permite al sector integrar tecnología y ofertas de productos para ofrecer a los clientes orientación basada en datos en tiempo real. Esto está ocurriendo actualmente, ya sea en la nube o a través de aplicaciones interconectadas. Hay una gran variedad de fuentes en las que la digitalización está presente, y es un concepto que ha estado presente en la industria durante años de una forma u otra.
Con respecto a la automatización, la misma se utiliza desde hace años. Sin embargo, las capacidades tecnológicas siguen estando aisladas. Es fundamental que los datos registrados y las piezas automatizadas puedan trabajar juntos, y que todos los datos puedan registrarse y utilizarse. La automatización permite que las obras sean más seguras y estén más optimizadas al aprovechar equipos y procesos cada vez más automatizados. Esto es una realidad actualmente en forma de vehículos personales autoconducidos, y los vehículos automatizados llevan décadas utilizándose en la minería, por ejemplo.
Otra fase importante es el cuidado del medioambiente. La sostenibilidad conecta a los clientes con la tecnología, tanto a nivel de producto como de obra, para minimizar las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia. La sostenibilidad se ha convertido en el centro de atención en los últimos años, y se pueden lograr avances con la ayuda de la digitalización y la automatización. En última instancia, la eficiencia en la obra conduce a la sostenibilidad, y eso puede conseguirse mediante la transformación digital.
«Cuando voy a los usuarios finales y les pregunto cómo será el futuro de la obra, me dicen que la automatización. Y estamos avanzando en esa dirección. Pero lo que es igual de importante es la sofisticación y optimización de los procesos en la obra», afirma Anetsberger. «¿De qué sirve un vehículo autónomo si no sabe adónde ir?».
Según Anetsberger, este es el mayor reto actual. Muchas veces, los clientes dan directrices verbalmente, pero si el sector de la construcción puede ponerse de acuerdo en términos de procesos digitales, la transformación digital se producirá de forma mucho más eficiente.
En el futuro, el sector de la construcción trabajará para conseguir una obra en la que las tareas digitales se creen a partir del plan de construcción óptimo, y la autonomía funcione en armonía con la maquinaria de la obra. Gran parte de lo que se utiliza actualmente en una obra recopila datos, desde telemática hasta datos del terreno. Los drones permiten inspeccionar la obra con precisión. Y un trabajador con un teléfono inteligente es la fuente de información más flexible y quizá más útil que existe, ya que los usuarios finales pueden tomar esos datos y compilarlos para utilizarlos al máximo.
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