En septiembre de 2023 el conjunto de los despachos al mercado interno de los insumos más relevantes continuó descendiendo. La caída fue más leve que en meses anteriores, fundamentalmente por un rebote puntual de las entregas de asfalto, un movimiento típico de los períodos electorales, si bien en esta oportunidad tardío y de muy baja intensidad. En cambio, en octubre los despachos para obras residenciales medidos por el Índice Construya exhibieron una fortísima recuperación mensual, producto de los mayores pedidos realizados en las tres semanas previas a la primera vuelta de la elección presidencial, seguramente alentadas por la incertidumbre en torno a cómo sería el día posterior a los comicios. En lo que respecta a las perspectivas para la construcción, tanto a corto como a mediano plazo, continuaron deteriorándose en el último mes.
En el noveno mes del año el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que mide los despachos de los insumos vinculados a las principales tipologías de obra, incluyendo obras viales y petroleras, registró una caída de 0,08% mensual desestacionalizada (ver gráfico Nº 1) y quedó ubicado en un nivel similar al verificado en diciembre de 2020, cuando la cadena de valor de la construcción comenzaba a salir de la parálisis que generó la ‘cuarentena’ implementada en el país para enfrentar la pandemia de Covid-19. En términos interanuales, la contracción del ISAC fue de 4,5% (sexta consecutiva; décima en los últimos doce meses) y al comparar lo entregado en los primeros nueve meses del año con lo enviado en igual período de 2022, la retracción fue de 3,2%.
Cuando se excluyen los despachos de asfalto, que entre agosto y septiembre de 2023 experimentaron un salto de 35,2% corregido por estacionalidad, el ISAC mostró una contracción de 0,5% mensual desestacionalizada (es decir, seis veces mayor a la del nivel general analizada más arriba). En un escenario de fuerte estrechez fiscal, este repunte fue tardío (mes previo a la elección presidencial) y el total despachado fue muy inferior a los verificados en períodos electorales previos.
Al desagregar el ISAC desestacionalizado surge que hubo otros cinco grupos de insumos que elevaron sus entregas durante septiembre con relación al mes previo. Pero lo hicieron a tasas moderadas, muy inferiores a la que exhibió la entrega de asfalto. Se trató de los despachos del agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (6,6%), pisos y revestimientos cerámicos (4,5%), hormigón elaborado (3,5%), hierro redondo y acero para construcción (1,9%) y pinturas para construcción (0,4%). En tanto, del otro lado de la línea se ubicaron siete grupos de insumos con caídas de 1,5% a 6,9% mensual desestacionalizado. Fueron los envíos al mercado de ladrillos huecos, placas de yeso, cales, cemento Portland, yeso, artículos sanitarios de cerámica y mosaicos graníticos y calcáreos, tal como se puede observar en el gráfico.
La apertura de las entregas de cemento Portland por tipo de envase reflejó por primera vez en el año una baja interanual de los envíos a granel, la que se sumó al proceso de contracción que ya venían mostrando los despachos de cemento en bolsa (undécimo en los últimos doce meses). En septiembre se despacharon 490,3 mil toneladas de cemento a granel, es decir 6,0% menos que en septiembre de 2022. Por su parte, los despachos de cemento en bolsa fueron equivalentes a 632,3 mil toneladas y se ubicaron 9,2% por debajo de los registrados doce meses atrás. Al considerar los primeros nueve meses del año, mientras la bolsa cayó 6,2% anual (5,34 millones de toneladas), el granel todavía resultó 4,5% mayor al del año previo (4,244 millones de toneladas).
En tanto, la incertidumbre de los agentes económicos sobre cómo sería el día posterior a la elección presidencial en el plano de las decisiones públicas (en particular, de la política económica), impulsó de forma apreciable la demanda de insumos en las primeras tres semanas de octubre. Por lo menos así lo reflejó el Índice Construya (IC; gráfico Nº 3), que mostró en el décimo mes del año un repunte de 15,0% mensual desestacionalizado. Y la magnitud de la recuperación también se reflejó en una suba de 4,8% interanual, luego de haber registrado diez bajas en los once meses previos.
En lo que respecta a las perspectivas a corto plazo, en la última medición realizada por el INDEC se registró un nuevo deterioro tanto entre los empresarios vinculados a la obra privada como entre los constructores de obras públicas. Entre los primeros, sólo 5,8% consideró que su actividad crecerá en el último trimestre del año y 59,6% que se mantendrá sin cambios, llegando a 34,6% la proporción de encuestados que opinó que su actividad descenderá. Y entre los empresarios que realizan obras públicas, predominaron las respuestas negativas, que concentraron 57,4% del total. En tanto, 8,7% consideró que tendrá un repunte en su actividad y 33,9% que la misma se mantendrá estable.
Por su parte, las perspectivas a mediano plazo para los desarrolladores e inversores vinculados a las obras privadas (residenciales y no residenciales) mantuvieron la tendencia negativa ya observada en los meses previos. En agosto de 2023 se autorizó un total de 1,13 millones de metros cuadrados en los principales 176 municipios del país, lo que arrojó una caída de 12,8% interanual (-165,6 mil metros cuadrados), tal como surge del gráfico Nº 4. Al considerar los primeros ocho meses del año, el total aprobado fue de 8,91 millones de metros cuadrados, ubicándose 11,4% por debajo del aprobado en enero-agosto del año pasado.