En el arranque del año, los indicadores que miden la evolución de los despachos de insumos para las diferentes tipologías de obra continuaron recuperándose a un ritmo importante. El exceso de oferta de pesos hace que el ahorro en moneda doméstica no sea atractivo –la tasa de interés por un plazo fijo es inferior a la tasa de inflación esperada–, al tiempo que, al nivel actual del tipo de cambio “libre”, sí lo sea hacer refacciones, ampliaciones u obras nuevas, así como recomponer existencias a lo largo de la cadena de valor. La caída del costo de construir en dólares fue muy superior a la del precio del metro cuadrado terminado. Y todo esto se vio potenciado por los cambios de hábitos que generó la pandemia.
En enero de 2021, el conjunto de los dieciséis insumos incluidos en el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) que elabora el INDEC mostró una nueva suba en relación con el mes anterior, que fue de un 4,4% desestacionalizada. Contando desde mayo del año pasado, cuando comenzaron a relajarse las restricciones asociadas a la cuarentena, fue la octava suba en nueve meses.
El proceso de recuperación a partir de mayo de 2020 fue tal que, en enero de este año, el ISAC ya se ubicó un 28,5% por encima del nivel de febrero del año pasado –último mes de actividad “normal”– y un 6,2% por encima del nivel que había logrado alcanzar en julio de 2019 (vale recordar que, en agosto de aquel año, la huida del peso que se desató a partir de las PASO volvió a impactar negativamente sobre la demanda de insumos para construcción). Asimismo, cuando se lo compara con el máximo histórico alcanzado en diciembre de 2017, el ISAC de enero de 2021 fue apenas un 6,0% inferior.
Casi todos los insumos incluidos en el ISAC registraron importantes recuperaciones. Los más dinámicos fueron los de hierro redondo y acero para construcción, un 17,4% más elevados que los de diciembre de 2020 –corregidos por estacionalidad–. En el caso de este insumo, implicó un cambio importante, ya que en los meses anteriores venía recuperándose a un ritmo muy inferior. También se verificaron alzas superiores al 10% mensual desestacionalizado en las entregas al mercado interno de pisos y revestimientos cerámicos (16,7%), mosaicos graníticos y calcáreos (14,9%), y asfalto (13,5%).
Por su parte, el conjunto de los insumos vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería, exhibió una mejora del 9,8% mensual y los despachos de yeso crecieron un 9,0% mensual. Luego, se ubicaron los artículos sanitarios de cerámica (5,0%), las placas de yeso (2,1%), los ladrillos huecos (0,9%), los despachos totales de cemento Portland (0,4%) y los de hormigón elaborado (0,3%). Solo las entregas de pinturas para construcción y de cal resultaron menores a las observadas en diciembre del año pasado (-2,4% y -3,4% mensual).
Al contrastar con enero de 2020, nuevamente la mayoría de los insumos mostraron incrementos de volúmenes entregados al mercado interno, con excepción del yeso (-3,3% anual). En el caso de los pisos y revestimientos cerámicos, se observó una suba del 51,0% anual, que fue del 44,1% para los ladrillos huecos; del 35,8%, para el asfalto; de 30,2%, para los artículos sanitarios de cerámica, para el hierro redondo y acero para construcción; de 29,3%, para el hormigón elaborado; de 27,3%, para las placas de yeso y del 26,6% para las cales. Las entregas de cemento a granel también mostraron una gran recuperación del 22,9% anual, totalizando 315,4 mil toneladas en enero de 2021 (+58,8 mil tn en relación con enero de 2020). Luego, se ubicaron los despachos de cemento en bolsa, con un alza del 18,6% anual, totalizando 580.000 toneladas (+90,9 mil tn). Las pinturas para construcción mostraron una suba del 13,2% anual; el conjunto de vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería tuvo una variación del 1,6% anual y los mosaicos graníticos y calcáreos exhibieron un rebote del 1,3%.
En el segundo mes del año continuaron creciendo los despachos de cemento Portland, uno de los principales termómetros de la actividad de la construcción por el corto tiempo que puede mantenerse en existencias. Los despachos totales ascendieron a 811,8 mil toneladas y exhibieron un alza del 18,2% con relación a febrero del año pasado. Fue la sexta suba interanual consecutiva. Para comprender mejor, cabe señalar que fue el 5.º mejor febrero de los últimos 41 años. En tanto, al comparar con el promedio de los febreros de 2011 a 2019, el total despachado el mes pasado fue apenas un 2,4% menor.
En igual sentido, evolucionó el Índice Construya, elaborado por el grupo de empresas homónimo, que volvió a crecer en febrero pasado (un 8,2% mensual desestacionalizado) y ya se ubicó un 29,4% por encima de febrero de 2020 y un 12,6% por arriba del nivel alcanzado en julio de 2019.
Teniendo en cuenta el nivel casi récord que han alcanzado los despachos de insumos en los últimos meses, hacia adelante surgen interrogantes acerca de la continuidad del proceso. Por un lado, desde que comenzó a relajarse la cuarentena, en mayo de 2020, fueron las refacciones y ampliaciones de viviendas las que principalmente explicaron el proceso de recuperación de los despachos de insumos y del nivel de actividad de la construcción. La recomposición de inventarios por parte de la cadena de valor también influyó, pero en menor medida. Pero el principal motor de la cadena de valor suele ser la construcción de obras nuevas privadas y, en consecuencia, habrá que prestar atención a la velocidad con que se reactivan. ¿Llegarán a compensar y en cuánto tiempo el “boom” de las refacciones y ampliaciones observado en los últimos meses?
Por otro lado, también podrían verificarse cuellos de botella a nivel productivo. Porque el sector de la construcción, al igual que el resto de la economía, está sujeto a protocolos sanitarios para operar, que no solo elevan los costos de operación, sino también los riesgos de tener que reducir turnos de producción en caso de contagios. Y hay que tener presentes las restricciones para importar que existen en la actualidad, que pueden traducirse en algunos momentos en faltantes de insumos básicos y/o de bienes intermedios para terminar productos en el país o, incluso, de bienes finales.