En los últimos días de marzo de 2021, el gobierno mendocino y la Nación firmaron distintos convenios para construir cerca de 1000 viviendas y para reactivar obras que no habían sido concluidas.
El dato certero del déficit habitacional no está, el último censo que tiene la provincia es del año 2010. Sin embargo, “nosotros nos movemos con el termómetro de la demanda de viviendas. Esto lo hacemos a través de los municipios, ya que cada uno tiene, en su dirección de viviendas, un sistema que se llama Renhabit (Registro de Necesidades Habitacionales)”, señala María Marta Ontanilla, presidenta del IPV Mendoza. Y cuenta que la gente va allí, se inscribe, carga sus datos, y ya queda inscrita para postular.
“El problema que tiene ese sistema es que cuando alguien adquiere una vivienda, no todas las veces se da de baja y entonces no hay datos exactos, pero la última actualización que tenemos son unas 130.000 personas inscriptas en cuanto a la necesidad de viviendas de acuerdo con la demanda registrada, que no es lo mismo que el déficit. El último censo daba que faltaban 70.000 y allí está la diferencia”, aclara Ontanilla.
¿Cuál es el plan de obras establecido por el IPV Mendoza para 2021?
Tenemos un programa provincial propio, Mendoza Construye, que contempla realizar viviendas sobre terrenos que no están urbanizados, cuya urbanización corre por cuenta de los municipios o de las cooperativas de cada lugar. Las soluciones habitacionales se construyen con fondos provinciales. El año 2020 fue bastante duro para todos, ya que con la pandemia no pudimos adjudicar nuevas obras, pero este año pudimos repuntar y ya llamamos a licitación a unas 600 viviendas y tenemos en el banco de proyectos para llamar en los meses que siguen unas 900 más. A esto hay que sumarle los programas que puedan venir de Nación, ya que el gobernador Suárez firmó un convenio con el ministro Ferraresi por 1000 viviendas más para Mendoza a través del Programa Casa Propia. El presupuesto provincial para la construcción de viviendas en Mendoza es de $3.700 millones y $515 millones provenientes del Gobierno nacional.
Respecto de Mendoza Construye, ¿cuáles son los principales objetivos y quiénes pueden acceder?
A través de este programa, la provincia financia únicamente la vivienda, ya debe venir el terreno con las obras de urbanización realizadas y una vez que los municipios nos priorizan los proyectos vamos llamando a licitación. Esto es así porque la política de vivienda del IPV de Mendoza es descentralizada y quienes priorizan los núcleos familiares son los municipios. Para la adjudicación debe estar asegurada la infraestructura en el lugar donde se construirá la vivienda. Una vez que está todo en orden, llamamos a licitación y construimos sobre ese terreno. La gente, luego, devolverá un crédito blando a 30 años.
¿Qué participación tienen las empresas privadas ligadas a la construcción en los proyectos que lleva adelante el IPV Mendoza?
Dentro de Mendoza Construye hay dos líneas: la primera, que es la que describí en la pregunta anterior, y la línea dos, que se basa en la participación del privado en la ejecución de las viviendas. Por ejemplo, hoy contamos con más de 400 viviendas que ya están terminadas y que se hicieron con un 40% de inversión del Estado y con un 60% de empresas constructoras privadas. Ahora estamos en el proceso de adjudicación, es decir, de buscarles los propietarios a esas casas.
Un tema importante es la mano de obra local. ¿Se contempla en los proyectos la generación de nuevas fuentes de trabajo para la construcción de las viviendas?
Las viviendas, en el marco de la construcción, es lo que más mano de obra genera, ya sea directa o indirectamente. Sabemos que es una fuente de trabajo importante y en este contexto de pandemia es de gran ayuda que nosotros podamos estar llamando a licitación. Hay mucha gente desempleada en la construcción. Y en nuestros pliegos, les solicitamos a las empresas que incorporen mano de obra local a la hora de comenzar a trabajar en un barrio determinado. Creemos que es muy importante la mano de obra genuina, ponemos mucho énfasis en que las empresas se comprometan con los trabajadores locales. Hay muchas empresas, por ejemplo, que son del sur de Mendoza, que generalmente se presentan en las licitaciones y que ya tienen sus equipos compuestos por gente de su departamento o incorporan trabajadores de lugares vecinos. La construcción moviliza mucho la mano de obra y es una de las cosas que más nos interesan.
Y en cuanto a los materiales de construcción, ¿existe la prioridad para aquellas empresas radicadas en la provincia?
Tenemos un plan, Compre mendocino, que también ponemos como prioridad dentro de nuestros pliegos de las licitaciones. Al menos que ese material no se encuentre en la provincia, se adquiere en otra parte del país. Son muy pocos esos casos, a veces se dan, pero se prioriza la compra local de los materiales.
¿Cuántas viviendas se están construyendo?
Las obras que se están ejecutando son, en total, 1006. Y hasta agosto de 2021 tenemos en planificación entregar unas 418 viviendas. Entre ellas, se encuentran contabilizadas las de público-privadas que había mencionado. Está bastante bien distribuida la entrega en diferentes departamentos de la provincia de Mendoza.
¿Cómo les afectó la pandemia en cuanto al plan de construcción que tenían en 2020?
Teníamos licitaciones para adjudicar y por una cuestión presupuestaria no pudimos adjudicarlas y las tuvimos que dar de baja. Ahora, las estamos relicitando. En Mendoza no se paralizó ninguna obra de vivienda, pero sí debimos disminuir su ritmo de avance para poder administrar mejor los fondos.