En 1983, se constituyó en sociedad un grupo de ingenieros que provenían de la actividad pública y con amplia experiencia en la dirección de proyectos de gran envergadura. Básicamente, “su comienzo surge de la participación de sus miembros en represas hidroeléctricas, como el caso de su actual presidente, que fue gerente técnico durante los 10 años de construcción de la represa hidroeléctrica de Salto Grande y director técnico de la represa hidroeléctrica de Yaciretá”, comenta el ingeniero Luis María Calvo, presidente de Hidroestructuras.
Con el tiempo, ¿la sociedad fue ampliando el campo de sus actividades?
Sí, y así conformó distintas áreas de la ingeniería, como hidráulica, hidrología, ingeniería sanitaria, medio ambiente, evaluación de proyectos, desarrollo urbano, turismo, transporte, ingeniería vial, gas, petróleo, energía, modelación matemática, planificación y estudios económicos y sociales.
¿Qué obras pueden destacarse?
De las más recientes, la inspección técnica del entubamiento del arroyo Vega en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante un túnel en TBM de 5,30 metros de diámetro interno bajo los subtes B y D, en Pipe Jacking, de 2,4 metros de diámetro y los desagües pluviales de CABA que pertenecen a los arroyos Maldonado, Vega y Medrano, la represa hidroeléctrica de La Palca, en San Juan, y la planta de cloacas San Felipe, en Tucumán (la tercera más grande en el país). El fuerte del modelo de negocio de Hidroestructuras es el proyecto o la inspección de proyectos de gran envergadura, en particular en desagües pluviales, hidráulica urbana e inundaciones.
¿Qué factores cree que más impactaron a la industria de la construcción durante los últimos años?
Condicionar las inversiones regionales a la política nacional sin planes de desarrollo concretos o de medio cumplimiento, y falta de recursos. En ese contexto, nosotros pudimos seguir desarrollándonos como empresa porque la consultoría se nutre de la la de la construcción y, obviamente, la enorme recesión del sector también nos arrastra. Tratamos de seguir con el grupo de profesionales que nos acompañan y resignar beneficios para mantener la oficina.
¿Cómo ve hoy a la industria de la construcción?
Con la necesidad de reformular sus estrategias empresariales sobre la base de una fuerte reducción de inversiones en activos y equipamiento, ante la gran incertidumbre, falta de credibilidad y escasez de recursos. Otro de los factores que reducen las esperanzas son los pliegos que confeccionan los empleados de la administración, los que son cada vez más asfixiantes, donde se siguen utilizando las viejas fórmulas de calidad y precio.
Y esto, ¿qué les genera?
Como resultado, ante la falta de obras y la vieja costumbre del Estado de adeudar varios certificados, está llevando a la consultoría a ofrecer costos de servicios para cubrir gastos y mantener la oficina.
¿Cómo ve el futuro de la compañía a corto plazo?
De la misma forma que las empresas constructoras tendrán que resignarse a terminar las obras que tienen en ejecución, la consultoría que se basa en la asistencia a esas empresas constructoras y, también, a proyectos conseguidos a través de la licitación pública, deberá adecuarse a similares circunstancias. Sumado a esto, habrá que comprimir desarrollos comenzados, esperando que surja algún repunte de la actividad.
¿Cuáles son las novedades en Hidroestructuras?
Hemos abierto dos líneas de trabajo: la tradicional de participar activamente en cuanta licitación haya, incluso buscando asociaciones que permitan al grupo cumplir con los objetivos del proyecto o a la desigual competencia que surge de los requerimientos del pliego. La otra, que todo nuestro personal profesional realice capacitación en rubros o especialidades de muy específica aplicación, como el desarrollo de túneles en TBM, Pipe Jacking y la tecnología BIM.
¿Qué reglas del juego deberían modificarse en nuestro país para beneficiar el futuro del sector?
Además de que el sector disponga de un claro y creíble escenario de intervención, un cambio en la cultura burocrática del Estado con mayor capacitación en sus profesionales (así como lo realizaban en épocas de esplendor organizaciones que hicieron grande a nuestro país, como OSN, AyE y Vialidad) y evitar las improvisaciones que pueden observarse a diario en la redacción y aplicación de pliegos abusivos.
Cuéntenos sobre su último libro que ha publicado…
Durante casi 40 años hice docencia universitaria, básicamente en la UBA, como profesor de Planificación Hidráulica y Director de Maestría de Hidráulica Urbana. Es la que trata sobre las inundaciones en distintas ciudades. Allí, escribí apuntes que entregaba a mis alumnos.
Y luego, ¿los digitalizó?
Exacto. Con la llegada de la computadora, un día, me llamaron de una universidad de España donde me solicitaban que remitiera mis apuntes. Evidentemente, entregarlos a un alumno hacía que la expansión fuese en progresión geométrica, lo que despertó la idea de volcarlos en un texto que pudiera perdurar y sirviera como manual de diseño a nuevas generaciones. Se titula “Hidráulica urbana – sumideros”.
FICHA DE LA EMPRESA
Año de fundación: 1983
Cantidad de empleados: 10
Rubro: consultoría
Tipos de clientes: empresas constructoras y el Estado
Facturación anual: USD 2.000.000