El clúster de la construcción es una experiencia original que busca sumar voluntades y miradas para potenciar a un sector clave en la provincia mediterránea. Una agenda con la inversión en infraestructura como prioridad. El Constructor dialogó con Hernán Soneyro, su nuevo presidente.
El clúster de la Construcción de Córdoba, es un organismo empresarial que agrupa empresas y cámaras empresariales que forman parte de la cadena de valor de la actividad de la construcción y según destacan desde la propia entidad “trabajamos con una finalidad más asociativa y no netamente como gremial empresaria”.
Así, el clúster de la construcción apunta a colaborar en las definición e implementación de políticas públicas hacia el sector, con proyectos de impacto y la mejora del sector en general. Hace pocos días asumió como nuevo presidente Hernán Soneyro para el período 2025-2027.
Soneyro es además actual vicepresidente la Cámara de Empresarios Mineros de Córdoba (Cemincor), siendo la minería en la provincia una actividad muy vinculada a la construcción por el tipo de minerales que tiene. Sin minerales metalíferos, sí predominan los llamados minerales de segunda y tercera categorías, entre los cuales están las rocas de aplicación y también minerales industriales como fluoritas, feldespatos, de minerales de cuarzo. Y por supuesto también la producción de cales, cemento y piedra, insumos clave para la actividad.
En diálogo exclusivo con El Constructor, Soneyro destacó la importancia de la inversión infraestructura y los beneficios que eso trae no sólo al sector de la construcción sino a la sociedad en su conjunto, y valoró la articulación público-privada como un espacio donde cada sector aporta potenciar a toda la actividad sectorial.
¿Cómo está hoy la actividad de la construcción en Córdoba?
En la provincia de Córdoba estamos mucho mejor que en el resto del país. Por suerte, Córdoba y Santa Fe están con una agenda activa dentro de la coyuntura del país respecto a la obra pública y a la construcción en general, es bueno aclararlo porque el cluster abarca también a la construcción privada.
En Córdoba se han hecho varias obras importantes en los últimos años y seguimos con ese envión de obras, sumado a que estamos en un año de elecciones. Por más que elecciones sean legislativas y no generan tanto movimiento a nivel de actividad de obras públicas como pueden ser las de gobernador o presidente, como van a ser en el 2027, uno habla con colegas de distintas localidades fuera de lo que es Córdoba de Santa Fe y hay una sensación de mucha caída. Deben estar en el 70% de caída, mientras que hoy Córdoba está alrededor del 50% de caída en obra pública y privada.
Básicamente, lo que se está haciendo es con recursos del gobierno provincial y algunos municipios que atienden sus propias obras, ¿es así?
Exactamente. Algunas empresas del clúster también participan en obras públicas en Santa Fe, son muy pocas, pero por ejemplo, la Cámara de Premoldeados, la Asociación del Hormigón Elaborado y algunas empresas también tienen esa pata en la provincia de Santa Fe. En el caso de la Cámara Minera de Córdoba, la piedra que se genera en Córdoba, por una cuestión de mercado, también va a Santa Fe. Entonces, hay una caída un poco más atenuada o no del nivel que se observa en el resto del país.
EL ENTORNO DE LA MACRO
¿Cómo ves a la economía del país?
Ni hablar que es mejor trabajar con inflación más baja, que haya una lista de precios, poder hacer una redefinición de precios con los distintos niveles del Estado, municipios, provincias y Estado nacional, sin dudas, es mucho mejor trabajar con la inflación más baja posible. Pero la realidad es que lo que falta y nos preocupa a nivel de mirada estratégica de mediano y largo plazo, es la infraestructura. Estamos perdiendo constantemente infraestructura y no solamente la que no se hace, sino también la que se deja de mantener.
No hemos caído en la cuenta del capital que estamos perdiendo por no mantener esa infraestructura. Las rutas que no se están manteniendo en estos meses y en estos años van a costar muchísimo más en dinero volver a hacerlas, simplemente porque no se tomó una junta o no se cuidó esa autopista en el momento adecuado, con poco dinero.
El abordaje de la inversión en obra pública, al menos por parte del Gobierno nacional, pareciera que no va a cambiar en el corto plazo. ¿Cómo cierra este año y qué imaginan para el comienzo de 2026 en materia de actividad?
Entendemos que siempre los años impares son un poco más propicios a la construcción, a la infraestructura, simplemente con una cuestión de elecciones…
Bueno, pero este año fue la excepción a la regla ¿no?
Exactamente. Para 2026 tenemos nuestros recaudos, va a depender de qué mirada haya en el Gobierno nacional. Creo que la macroeconomía hay que acomodarla. Ojalá que después de las elecciones, con el resultado que fuese, sigamos pensando en un país de mediano y largo plazo y todas estas turbulencias del dólar, de los bonos y demás se ordenen.
Y con un poco de optimismo, que el propio Gobierno nacional entienda que no se puede estar dos años más, al margen de los esfuerzos que se vienen haciendo, sin esta infraestructura. En definitiva, el hecho de no tener infraestructura afecta después a las vías de comunicación, a la falta de energía y a un montón de cuestiones más.
En relación a 2026, hay algunas obras importantes en Córdoba y Santa Fe que creo que van a amortiguar este faltante de visión general, pero necesitamos que haya una visión para todo el sector. Representamos a Córdoba, pero no podemos ser poco empáticos con lo que está sucediendo en la provincia de Buenos Aires o en otros lugares del país respecto a la actividad de la construcción.
DÓLAR, TASAS Y ALGO MÁS
¿Cómo está afectando la inestabilidad cambiaria a la actividad? ¿Le cambia los números a las empresas?
Dependiendo de cada rubro, obviamente, las turbulencias no favorecen a nadie, el cambio de las reglas de juego no le sirve a nadie, ni tampoco la falta de previsibilidad. A una cámara o empresas que hacen viviendas estas fluctuaciones con el dólar le cambia radicalmente su matriz. En hormigón o minería también, porque muchos insumos son importados y, obviamente, esas variaciones en el tipo de cambio, perjudican.
Nosotros desde el cluster de la construcción tenemos una mirada de mediano y largo plazo. La mayoría de las empresas y cámaras que forman parte del clúster apuesta a que se desarrolle el país y siempre buscamos, de alguna forma, que las turbulencias no se transformen en una caída, sino que simplemente sigamos mirando al horizonte de más largo plazo para seguir adelante.
¿Hay alguna otra experiencia en el país de algún clúster de la construcción, o son de alguna manera, un invento cordobés?
No que tengamos en el radar, y además hay que recordar que Córdoba ha tenido una política de clusterización en los últimos años.
ARTICULACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
¿O sea, no solo cluster en la construcción sino también en otras actividades?
Así es, en otras actividades. De hecho, nuestro cluster tiene pocos años de existencia, pero Córdoba se caracteriza por tener una parte privada muy activa, como también tienen otras provincias, pero particularmente en el diálogo que hay entre Gobierno y el sector privado. La articulación público-privada ha sido el puntapié en algunas políticas públicas del Gobierno que, junto con la parte privada, termina generando clusters.
Justamente, hace unas semanas estuvo la Tech Week en Córdoba, un evento de tecnología que, en paralelo, sirvió para volcar el know-how de todo lo que es clusterización. Respecto a los clusters, lo que se ha entendido en Córdoba es que personas o empresas individuales existen un montón en muchos lugares del país, pero lo que te hace rico, lo que te hace fuerte en un territorio es cómo interactuás con tu par o con un grupo de esas empresas y ésos son las regiones en las que se han desarrollado mejor.
Si se quiere poner el caso de Córdoba, fabuloso, pero también hay casos en el norte de España, como el País Vasco, con grandes ejemplos de clusterización. Hemos tenido capacitaciones con respecto de esas regiones u otros lugares, por ejemplo, Colombia, donde este tipo de clúster funcionan muy bien, con mucho para desarrollar también, pero poniendo a empresas y cámara en articulación con el sector público.
Y particularmente este clúster de Córdoba, a diferencia de otros clústers de la provincia y clústers de otros sectores, no solamente están involucradas las empresas y cámaras, sino que también están los gremios, como UOCRA y UECARA (mandos medios de la industria de la construcción) y en breve también se unirá el gremio minero. Todos pensando cómo desarrollar y generar condiciones para potenciar la actividad.
APUESTA AL CLUSTER
El aporte del clúster supone la experiencia de los privados diciendo «si tocamos esto, mejoramos en tal aspecto, si tocamos lo otro se puede producir más”, es decir dando información al sector público para cambiar regulaciones y normativas pendientes…
Exacto y aportando también trabajo técnico. Muchas veces por ahí pecamos las empresas, las cámaras de tener nuestra propia agenda que, obviamente, funciona así, pero por ahí en un sector como la construcción hay toda una cadena de valor atrás. Cuando entendés que el norte es el mismo, empezás a utilizar recursos y ver qué puede aportar cada uno.
¿Dónde está hoy el cuello de botella principal en la actividad, más allá que sabemos que la obra pública está parada?
Básicamente, lo que tiene que ver con previsibilidad del país, hacia dónde va la economía del país.
O sea, la macro es lo que más incide hoy.
No tanto la macro. La macro es importante, siempre tenemos que acomodar las cuentas, pero también es la voluntad que haya de entender lo que decía (el expresidente norteamericano John Fitzgerald) Kennedy en algún discurso. No por poner un ejemplo de Estados Unidos, pero básicamente compartimos esa idea del desarrollo. Kennedy decía que un país no es rico por cuánta infraestructura tiene, sino que es rico por la infraestructura que realizó. Si tenés en la cabeza que querés ir a una idea de un país rico, tenés que garantizar que el Estado provea la infraestructura para que se puedan desarrollar las actividades.
¿Qué nos estaría faltando?
Previsibilidad en la macro y previsibilidad para las inversiones. Si le va bien al campo, eso también se termina volcando en vivienda privada, una mejora de la producción en la industria también significa que la gente puede invertir e inclusive desarrollar más viviendas. O sea, es toda una cadena que se va relacionando. Hoy no es solamente la obra pública, sino también entender que si le va bien al país, esto se vuelca en más construcción y beneficia al conjunto de la sociedad.
Hace poco asumiste como presidente del cluster de la construcción en Córdoba. ¿Qué expectativas tenés para esta nueva gestión?
La idea de la gestión, que tiene un mandato de dos años, es empezar a ser un órgano no vinculante para la toma de decisiones en lo que son políticas públicas, poder aportar conocimiento y trabajos técnicos para poner en evidencia cuáles son los proyectos, tanto en infraestructura y desarrollos de construcción que son necesarios, que realmente son fundamentales para que se desarrollen otro tipo de industria, otro tipo de comercio.
Trabajar también en lo que tiene que ver con la parte ambiental, cómo mejorar la economía circular, cómo reforzar en estos dos años la competitividad sectorial. Volviendo a lo que decía recién, queremos generar una plataforma para lograr este diálogo público-privado, que en Córdoba es virtuoso, pero necesitamos potenciarlo aún más y obviamente también dar herramientas de evaluación a escenarios macroeconómicos para la mejor toma de decisiones de nuestros socios.
En la actividad privada ¿en qué sector te desempeñas?
Trabajo en una empresa minera, es una empresa dedicada a triturados graníticos. Tenemos venta para obra privada, pero principalmente vendemos para obra pública. Somos parte de la Cámara del Hormigón, la de premoldeados, la cámara de metalúrgicos.
En el cluster estamos muy relacionados con Camarco Delegación Córdoba, por lo que tenemos un verdadero termómetro de la construcción y de lo que está pasando en el país. En definitiva, si hay más obras, se consume más energía eléctrica de los proveedores, se consume más piedra, se consume más hormigón, se consume más de todo.
¿Qué expectativas tenés hacia adelante sobre la actividad?
Bueno, todo tiene que estar alineado. Hay que empezar a trabajar en esa previsión. Muchas veces en el pasado, por ejemplo, en 2017, el último año más o menos fuerte que hubo en la actividad, u otros años que han sido muy activos en obras, sucedió que por ahí no se conseguían los materiales necesarios para hacer las obras.
Ésa también es la falta de previsión de que pasas de un año de récord de venta en casi toda la cadena de valor a llegar a años con caídas muy fuertes. Hay que tratar de llevgr a que se hagan políticas de mediano y largo plazo, esté quien esté en el Gobierno.
Sería también una forma de mitigar el impacto, que cuando tenés una caída no se caiga todo y haga quebrar empresas.
Exactamente, hay que hacer las previsiones para mantener la actividad y evitar esas caídas bruscas.




