Como ingeniero, y desde 2001, ha estado trabajando en varios segmentos del mercado (canteras, construcción, fertilizantes y rellenos sanitarios), “lo que me ha permitido saber cómo contribuir en los proyectos de las empresas relacionados con modificaciones de máquinas, introducción de nuevos productos y recomendaciones de flota”. Pero, actualmente, desde el área de Ingeniería de Aplicaciones y Desarrollo de Producto de la multinacional japonesa fabricante de esas máquinas de construcción y minería, Vladimir Machado trabaja con excavadoras Link Belt, dependiendo de la fábrica localizada en San Pablo (Brasil) como especialista de producto enfocado en Mkt para toda Latinoamérica y “con el objetivo de hacer la recomendación adecuada, capacitación del producto, introducción y modificación del producto; para apoyar las necesidades del cliente”, dice.
En este sentido, el especialista defiende el monitoreo de indicadores para mensurar la productividad de las excavadoras: “Es necesario monitorear datos específicos que, evaluados correctamente, podrán generar ventajas, como el incremento de la rentabilidad y producción en las canteras”.
Los costos
Tal como explica Vladimir Machado, la productividad está relacionada con la cantidad de trabajo que la máquina puede ejecutar durante cierto tiempo, según criterios de velocidad, eficiencia y calidad del servicio: “Es uno de los principales factores por observarse, mensurarse y seguir en una cantera o en cualquier actividad, porque puede dictar la cadencia de la rutina y todo el resultado de un proyecto”. Por ejemplo, aclara, “una excavadora trabajando en la carga de despachos con una productividad más baja de la esperada para su categoría de peso podría provocar una cola de camiones esperando, o afectar al rendimiento del triturador o impactar en la programación del mantenimiento del propio equipo”.
Asimismo, “en una obra de infraestructura vial se calcula la cantidad de excavadoras necesarias para desplazar a una cantidad de tierra en un tiempo determinado. Si los equipos trabajan por abajo del planificado, el tiempo de operación será más grande, lo que da como resultado costos no programados y retrasos en la programación”.
Del mismo modo, agrega el especialista de Producto de Link-Belt, “la productividad del equipo también se refleja en más seguridad para los trabajadores en el frente de obra, pues una operación eficiente presenta la tendencia de reducir la exposición a riesgos de accidentes”.
En síntesis, según Machado, es recomendable que los propietarios y los que alquilan las máquinas hagan el monitoreo periódico de datos específicos que, una vez cuidadosamente evaluados y optimizados, reducen los costos operativos, amplían la prestación de servicios y optimizan el cronograma de la obra u operación, resultando en más prestaciones y mayor retorno de la inversión: “La productividad afecta el costo de la operación, pues auxilia en la dilución de los costos con mantenimiento, combustible, adquisición, inversión y otros más. Cuanto más se produce con seguridad y calidad, hay más dilución de costos y dinero en caja”, revela el profesional.
En la cantera
Para la toma de decisiones en una cantera, “los datos de productividad deben ser evaluados juntamente con otros tipos de variantes”, confía Machado, tales como los costos con mantenimiento, combustible, operador y adquisición: “El objetivo es generar un resultado financiero para los gerentes, para viabilizar la expansión de la flota, el cambio de maquinaria, la adquisición de equipos de apoyo y otras necesidades, siempre con el objetivo de perfeccionar la productividad”.
Para esto, “entre las informaciones recaudadas para mensurar la productividad de una excavadora tenemos el ciclo de carga y los tiempos de cada actividad, el ángulo de carga y descarga, las alturas de las encimeras y, además de la especificación de la máquina (incluyendo cuchara, brazo, zapata y pluma), las características del terreno en donde la excavadora estará trabajando”. Igualmente, destaca el técnico, “habrá dos puntos de atención de las empresas: la especificación del equipo de acuerdo con la operación y el mantenimiento de esa excavadora, para garantizar su disponibilidad hacia la producción y evitarse paros no programados”.
Otra necesidad es capacitar a los operadores para identificar los puntos que limitan la productividad dentro de la actividad; en tanto que “la experiencia del operador se refleja directamente en la productividad” y “las máquinas tienen puntos de referencia o indicadores para comparar lo que se espera del equipo”, destaca Machado, enfatizando la contribución de ese profesional en los resultados del equipo.
En cualquier caso, “la frecuencia y el modo de hacer el monitoreo son distintos entre las compañías y perfiles de proyecto: la recaudación de datos puede ser hecha de forma sencilla, a través del móvil, por GPS, cronómetro y cámara y (dependiendo de la complejidad de la obra o necesidad de la compañía) empleando softwares de simulación de operaciones para medir el volumen, la fragmentación y tamaño de las rocas, por ejemplo”.
Combustible y productividad
Como dice la mayoría de los jefes de flota, el combustible es uno de los mayores costos de las faenas mineras y, en ese aspecto, destaca Machado, “es posible optimizar el consumo de combustible sin perder la productividad de la excavadora, pues existen actitudes sencillas que ayudan en la reducción de los consumos como chequear los períodos de ralentí, que debe ser reducido siempre que sea posible. Otro punto es evitar el desplazamiento excesivo, además de elegir el modo de trabajo adecuado, según la actividad”.
De todos modos, aclara el especialista, “no existe una fórmula estándar para incrementar la productividad”. Y, por fin, alerta: “Cuando una excavadora no llega a su productividad ideal, es necesario investigar problemas mecánicos, hidráulicos o eléctricos, y la programación del mantenimiento preventivo”. Asimismo, concluye Machado, “la capacitación de los operadores debe ser una rutina, sea para la seguridad como para el performance de los equipos: cuando hay una rutina, siempre existe la posibilidad de mejoría puntual o de cambios de paradigma”.