Según los expertos, la arcilla caolínica ucraniana -principalmente la originada en las minas de la región del Dombás, que ahora están afectadas por una intervención militar rusa- da la mejor respuesta tecnológica a la industria cerámica en términos de plasticidad, dispersión en agua, comportamiento reológico, trabajabilidad, refractariedad y color de cocción, entre otras características. No obstante en nuestro país, las arcillas caolínicas patagónicas, aunque presentan sutiles variaciones en sus propiedades, pueden ser corregidas para tener una prestación tecnológica similar a esas que son las mejores del mundo y aún más: de acuerdo a los estudios realizados, dice el Gerente de Yacimientos en Piedra Grande SA, Claudio Iglesias, “nuestras mezclas -especialmente la que se comercializa como arcilla ucraniana- son algo más refractarias y tienen una mayor estabilidad durante la cocción”.
Las mejores existentes
Con una flota de maquinarias, equipos, rodados y herramientas valuada hoy en más de 1.000 millones de pesos y otro tanto similar invertido en yacimientos propios en las provincias de San Juan, La Rioja, Córdoba, San Luis, Neuquén, Chubut y Santa Cruz, la firma Piedra Grande inicia su actividad en 1951 con el objetivo de proveer materias primas al mercado cerámico; produciendo actualmente arcilla, caolín, cuarzo, feldepasto y arenas para aplicaciones como: porcelanatos, pisos y revestimientos, sanitarios, vidrios y cristales, esmaltes cerámicos, materiales refractarios, aisladores eléctricos, vajilla, pinturas y abrasivos.
Desde entonces, en cada lugar, la actividad minera y sus plantas procesadoras constituyen polos de desarrollo económico, nuevas y mejores fuentes de trabajo, capacitación y progreso para los cerca de 160 colaboradores que acompañan el desarrollo del negocio, incluyendo geólogos, ingenieros y técnicos.
Puntualmente en Chubut y Santa Cruz, sobre las formaciones geológicas Bajo Grande y Baqueró, Piedra Grande SA tiene un millón de toneladas de reservas de arcilla en el yacimiento Puma y cuatro millones de toneladas de recursos de arcilla en la explotación Cola de Zorro. En esa región, “los yacimientos se han formado por dos diferentes procesos, por la alteración de rocas volcánicas o por erosión. Así es que las diferencias litológicas (composición y estructura) entre las rocas que se alteraron y los procesos sedimentarios actuantes implican distintas propiedades en las arcillas y generan diferentes comportamientos cerámicos”. Asimismo, por ello hoy sobre Baqueró y Bajo Grande hay medio centenar de emprendimientos y los cateos se hacen de manera permanente: “y en general, las arcillas tienen naturalmente rangos de calidades que permiten casi toda la gama de usos cerámicos”. En particular, completa Iglesias, el caso de las canteras de Piedra Grande “constituyen depósitos sedimentarios, con una distribución granulométrica similar, y las canteras se desarrollan en capas horizontales de unos 4 ó 5 metros de espesor” (foto).
Las etapas procesales incluyen extracción, acarreo y molienda en planta, mediante cribas, hidroclasificadores e hidrociclones. Sin embargo, confió el especialista, además de conocer las vetas y las propiedades litológicas del material extraído será necesario contar con un laboratorio adecuado pues “si bien se ha demostrado que la calidad de este mineral es similar a la clase de las arcillas europeas, con la adición de pequeñas proporciones de arcillas correctoras, haciendo las mezclas apropiadas, se alcanzan los parámetros de calidad de las mejores existentes en el mercado internacional”.