En el puerto de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Soletanche Bachy Argentina desarrolló el proyecto llamado Silos de OHM SA -una empresa del Grupo Glencore, que es líder en la exportación de granos-, de acuerdo a un contrato que propuso el diseño y construcción de la cimentación y de la obra civil de hormigón armado de columnas y mesas de arranque de tres nuevos silos para almacenamiento de soja, junto con el foso de elevador y los pavimentos requeridos por el proyecto de ampliación de sus instalaciones.
En síntesis, la solución de cimentación propuesta por Soletanche Bachy Argentina, que soporta 7.000 tons por silo, consistió en un sistema mixto a base de barretas de 2,70 mts x 0,60 mts y pilotes CFA o de hélice continua (ver aparte: La máquina).
Igualmente, la obra civil previó la ejecución de losas circulares de 18,75 mts de diámetro apoyadas sobre columnas y muros de 5 metros de altura, como continuación de las barretas y los pilotes. Así por fin, la estructura cilíndrica de los silos, que tiene 40 mts de altura y se apoya en las mesas de arranque ejecutadas por Soletanche Bachy, fue realizada en hormigón armado mediante encofrado deslizante por la empresa Coma SA, bajo otro contrato.
Básicamente, para sustentar los silos de OHM SA se han construido pilotes de 800 mm de diámetro y 18 mts de profundidad utilizando el método CFA (del inglés: Continuous Flight Auger), mediante una hélice continua formada por una barrena con tubo interior segmentada; es decir, por una combinación de barrenos; mientras que la hélice y el material generado durante el proceso de perforación proporcionan estabilización al terreno, eliminando la necesidad de camisas temporales, bentonita o lodos de perforación.
Una vez alcanzada la profundidad deseada, se introduce el concreto en la base de la excavación a través del tubo interior del barreno, rellenando la excavación a medida que se extrae la hélice.
Al final, a diferencia de otros procesos de realización de pilotes hormigonados in situ en los que las jaulas de armadura quedan suspendidas en la perforación hecha, con el sistema CFA el refuerzo se coloca en el hormigón fresco para concluir el proceso de construcción del pilote; de modo que también la reología optimizada del concreto es crucial, en especial en el caso de jaulas de armadura muy largas.
Entonces, de esta manera también se resuelven otros problemas que tienen otros procedimientos, como el uso de bentonita, la perforación de capas duras y la ejecución y control de la calidad del hormigonado.
LA MÁQUINA
Para construir pilotes CFA, Soletanche Bachy y fabricantes como Fundex Equipment han desarrollado un parque moderno y versátil con más de 150 configuraciones de perforadoras verticales de hélice continua, patentados a partir de técnicas como Starsol y T-Pile y sus departamentos especializados en maquinaria e I+D que mejoran continuamente las técnicas y aportan asistencia a los proyectos.
En la foto, una pilotera Fundex F-3500 capaz de alcanzar los 35 metros debajo del nivel del suelo. Además de un tren rodante, la superestructura básica de la máquina se compone de una grúa y su grupo hidráulico, el mástil guía, una cabeza de rotación hidráulica, la barrena continua con su tubo interior y una manguera de introducción del hormigón (al tubo interior); mientras que un sistema de gatos permite el desplazamiento vertical.
Entre otros detalles de confort y seguridad se destacan que la cabina se puede girar hacia afuera para ofrecer una buena visión del trabajo en tanto que la estabilidad de la máquina se mejora con los soportes delanteros y traseros y a su bajo centro de gravedad.
Cabe señalar que este equipo, además de hacer perforación CFA, también puede emplearse para hacer una perforación por desplazamiento de suelo, hincado de pilotes prefabricados y moldeado in situ.