El gobierno nacional y la provincia de Río Negro firmaron un acuerdo marco para el traspaso y la cooperación en materia de obras públicas, vivienda y de infraestructura educativa. Asimismo, como parte de lo acordado, Nación se comprometió a ejecutar otro conjunto de obras estratégicas que cuentan con un alto grado de avance. Para hablar acerca de la marcha de la obra pública en dicha provincia de la Patagonia, El Constructor dialogó con el ministro de Obras y Servicios Públicos provincial, el arquitecto Alejandro Oscar Echarren.
¿Cómo podría evaluar la actual situación de la obra pública en Río Negro?
La situación no es para nada fácil. Obviamente que después de lo que pasó en diciembre de 2023, con la devaluación, el aumento de dólar oficial y el incremento de precios que hubo en forma totalmente escalonada durante los meses siguientes, se transformó la ejecución de las obras en una situación bastante compleja. En Río Negro estábamos en una etapa en la que teníamos un volumen bastante grande de obras, la gran mayoría con presupuesto provincial y algunas con presupuesto nacional, y de repente se vino la crisis económica. Nosotros ya veníamos con algunos desfajes de precios a fines del año pasado y en diciembre sacamos una ley que nos permitió renegociar todos los contratos de obra pública. Así que en este momento estamos en ese proceso.
Hubo obras que se paralizaron, no son tanta cantidad pero fueron en distintos puntos de la provincia. Además, hubieron otras que logramos sostener y que no se paralizarán, pero que comprenden a empresas que están en situaciones bastante complicadas. Estamos procediendo ahora a renegociar todos los contratos fuera de lo que es el sistema de retención que tiene la provincia, y actualizar un valor de contrato. Tenemos en la provincia un mecanismo de redeterminación que es mensual, el cual consiste en hacer el certificado, se determina y se paga todo junto. Los índices no reflejaban la realidad de los aumentos de los materiales pero sí la mano de obra porque eso está regulado. Entonces, al haber documentado todo eso con las empresas y con los distintos ministerios del gobierno provincial, se decidió renegociar con el gobernador los contratos de obra pública. Ahora estamos justamente en ese proceso.
¿Cuáles son las obras que se están ejecutando o próximas a licitar?
Hay varias. Desde Río Negro tenemos un programa que estamos ejecutando que tiene que ver con la arquitectura sanitaria y se relaciona principalmente con los hospitales. Por ejemplo, está en ejecución el Hospital de Bariloche, donde estamos haciendo una ampliación, y también duplicamos la superficie del hospital de Cinco Saltos. Por otro lado, acabamos de terminar el hospital de Ramos Mejía y seguimos ampliando el nosocomio de Maquinchao. A estas, se le suma la obra del hospital nuevo de Fernández Oro y ya estamos en la elaboración de proyectos para tres hospitales nuevos en Sierra Colorada, Darwin y en Barda del Medio. Además, en esta línea, nos encontramos trabajando en una segunda etapa de lo que va a ser el hospital de Chimpay.
Asimismo, tenemos muchas otras obras de infraestructura en ejecución, varias redes de gas y eléctricas que incluyen también alumbrado público. A estas se le suma un volumen importante de redes de agua.
¿Cuánto está invirtiendo la provincia de Río Negro en todas estas obras de infraestructura en 2024?
Calculo que este año vamos a superar, entre los distintos organismos que la tienen relación con la obra pública, alrededor de los 40 mil millones de pesos.
¿En qué consiste el programa “Junto al Municipio” y cómo se está implementando?
Es un programa que lanzamos durante la primera elección del gobernador Alberto Weretilneck. Les permite a las municipalidades presentar proyectos de cualquier índole: desde proyectos que tengan que ser netamente municipales, como por ejemplo una plaza, un pavimento o un cordón cuneta; hasta otros que tengan una responsabilidad de la provincia, como la construcción de una plaza, una escuela, comisaría, edificio público o redes de infraestructura. Es abarcativo a todo tipo de obra pública que los municipios quieran hacer.
Las municipalidades presentan un proyecto, la provincia lo evalúa y le damos la razonabilidad, vemos si el valor es correcto y después iniciamos con un trámite que dura más o menos 60 días. A partir de ahí, se les envía un anticipo y, en función del avance que se va teniendo de la obra, le vamos mandando los fondos correspondientes. Es un programa que funciona muy bien, ya hay cualquier cantidad de obras en ejecución ahora y firmamos varias más con el gobernador. Lo positivo del programa es que nos permite ese vínculo de forma permanente y a ellos le permite generar mano de obra local y a la provincia también le resuelve bastantes problemas. Es que, si desde la provincia quisiéramos resolver todas las cuestiones de los distintos municipios, obviamente estaríamos desbordados por la cantidad de proyectos. Así que el programa “Junto al Municipio”, de alguna otra manera, también nos conviene a nosotros porque muchas veces terminan solucionando cuestiones que son de la provincia. Por supuesto que hacemos el seguimiento de la obra, le ponemos, por un lado, personal técnico que va permanentemente a los distintos municipios que los acompañan, y por otro, personal que los asiste en la cuestión administrativa. Las municipalidades después tienen que hacer una rendición de fondos. Es decir, una vez que terminan la obra deben rendir cómo gastaron el dinero otorgado.
En caso de que un municipio no se comporte debidamente y no pueda rendir cómo gastó los recursos asignados en la obra, obviamente tiene que hacer la devolución actualizada. Es un decreto del gobernador que permite a la provincia tener un resguardo en el caso de que un municipio no opere como corresponde.
¿Cuáles son los rubros más requeridos por los municipios a través de este programa?
Los rubros varían porque hay muchas obras de espacio público, otras de espacios deportivos, bacheos de calle o pavimento que ahora se ha puesto mucho más caro, edificios públicos, y redes de infraestructura. En realidad, hay una variedad bastante importante de obras públicas. Eso también depende de cada municipio y la prioridad que marque cada uno de los intendentes. Por supuesto que los integrantes nuevos son a los que más les está costando porque tienen que incorporarse al programa y la realidad es que hay muchos municipios chicos que no disponen del personal técnico. Entonces esa es la mayor dificultad porque no tienen quien prepare adecuadamente los proyectos, por eso desde la provincia tratamos de colaborar técnicamente para asesorarlos y decirles cuáles son los que pueden presentar. Nosotros le llamamos de “obra delegada” porque estamos delegando esas obras pero luego ellos tienen la obligación de rendir todos los recursos.
¿En qué estado se encuentran las obras del Hospital Carrillo de Bariloche, y la de terminal de ómnibus de esa localidad?
A ambas las vamos a terminar con fondos provenientes de la provincia de Río Negro. Hace poco firmamos un acuerdo con la Nación para el traspaso de obras, y bueno desde la provincia hicimos borrón y cuenta nueva, y dijimos que estas dos obras se van a terminar con recursos rionegrinos.
En un principio, tanto la terminal como el hospital eran obras cofinanciadas, ya que la financiaban un 50 por ciento la provincia y el otro 50 por ciento la Nación. Pero este último fue a valores de la presentación que se hizo hace más de dos años atrás, y hoy en día quedaron fijos. Con lo cual esa mitad se fue desvirtuando con el paso del tiempo. Hoy, en la obra del hospital estamos financiando un 82 por ciento desde la provincia y el 18 por ciento lo hace Nación. Este último representa casi 100 certificados de obras.
La terminal de Ómnibus de Bariloche tenía se iba a hacer con el aporte de 50 por ciento la Nación y lo mismo la provincia. El tema es que desde la Nación solo mandaron un 25 por ciento y nunca más mandaron más fondos.
Lo que hicimos cuando veíamos cómo venía el panorama con la obra pública fue tomar recaudos y establecimos orden de prioridades. Así, los hospitales están en primer lugar, y decidimos seguir con la construcción del hospital y ponerle “un freno de mano” a la terminal de Ómnibus de Bariloche. Ya recibimos la noticia desde Nación que esas obras no van a tener más financiamiento, por lo cual el gobernador rionegrino decidió que cuando se levante la veda climática, que será en septiembre u octubre, vamos a estar reiniciando la obra con recursos nuestros.
Como habías mencionado, Río Negro firmó con el Gobierno Nacional el traspaso y cooperación de obras públicas ¿En qué consiste esto específicamente?
Teniendo en cuenta los convenios que firmaron la mayoría de las provincias con la Nación, puedo afirmar que la provincia de Río Negro ha sido una de las más beneficiadas. A nuestro entender, los compromisos que asumió el gobierno nacional con los municipios tienen que ser respetados por la Nación, sea del color político que sea el gobierno y aunque haya cambios de gestión.
En la mayoría de los convenios, lo que se figuró era que había un volumen de obras importantes. Por ejemplo, en nuestra provincia había obras que ni siquiera sabíamos porque obviamente las gestionaban las municipalidades, sobre todo aquellas que no coinciden políticamente con nosotros; estas gestionaron las obras por su cuenta y buscaron financiamiento. En ese contexto, desde la provincia nos empezamos a enterar de un montón de obras que se estaban ejecutando y de las cuales no teníamos ni idea.
Antes de firmar el convenio con Río Negro, Nación pretendía que todas las obras que eran de financiamiento nacional ahora fueran financiadas por la provincia y nosotros nos negamos remarcando que bajo esas condiciones el gobernador no iba a firmar ningún convenio.
Es una locura, primero porque no tenemos recursos para bancar todo eso, puesto que nos estamos encargando de otras obras como la terminal, el hospital y otras más. Y en segundo lugar, porque son convenios firmados entre el gobierno nacional y los municipales, por eso consideramos que esta cuestión la tendrán que arreglar entre ellos. Sería una locura hacernos cargo de obras que no sabemos en qué situación están, ya que no sabemos quienes son las empresas constructoras, no sabemos lo que hay enterrado en el caso de que sean obras de redes, y no sabemos cómo es la situación de cada una de esas obras, con lo cual consideramos que era meternos en un problema.
Ya son suficientes las obras que tenemos para ejecutar, así que lo que se decidió fue sacar esa cláusula o sino no se firmaba el convenio. Nación accedió a esta petición con lo cual todo eso quedó ahí en stand by y no va a haber financiamiento para las obras realizadas por convenio entre la Nación y los municipios.
Yo respeto los criterios porque cuando uno asume un nuevo gobierno debe ordenar los números y decidir cómo se lleva adelante la obra pública. Lo que no comparto para nada es plantear que la obra pública significa un gasto, con lo cual entran en el recorte. Ese punto de vista, desde la provincia no lo compartimos absolutamente para nada, porque la obra pública es sumamente necesaria. Entendemos que las decisiones que se toman desde Buenos Aires muchas veces no tienen nada que ver con las cosas que suceden en el interior del país. Por ejemplo, ninguna empresa privada va a venir a construir un hospital para casi 2 mil personas en un pueblo rionegrino y es lógico porque no recuperará la inversión. Nosotros, desde la provincia, estamos por terminar el Gasoducto de la Región Sur que beneficiará a casi 17 mil personas, y sabemos que no es rentable para que lo ejecute una empresa privada. Para nosotros no es un gasto, es una necesidad y un derecho que tiene la gente y lo vamos a seguir implementado de esa manera.
Por otro lado, estamos de acuerdo en revisar qué se financia y cómo, pero no la suspensión total de las obras en todo el país. El mejor ejemplo lo tenemos con el programa de terminales de ómnibus que implementaron con valores fijos. Las municipalidades que no disponen de óptimas capacidades de construcción no van a poder terminarlas, porque a un valor fijo y con la inflación que hay en Argentina es imposible que esas obras terminen ejecutadas. Entonces, consideramos que está bien la revisión de financiación de ciertas obras, pero no que se suspendan todas.
¿Se han perdido fuentes de trabajo en la industria de la construcción en Río Negro?
Han disminuido las fuentes de trabajo y mucho. Por lo tanto ahora, en Viedma, se está terminando una obra privada: el casino y un hotel, que es la fuente de trabajo más grande que hay en la provincia. Hemos firmado además un contrato para terminar un edificio que estaba contemplado en el Plan Castello y que había quedado inconcluso. También vamos a firmar convenios con municipios para que se terminen otras obras que no se pudieron finalizar.
La situación del gremio de la construcción es compleja y tiene mucho nivel de desocupación. También hay que tener en cuenta que eso varía de acuerdo a la zona, porque hay lugares de mayor poder adquisitivo donde la obra privada más o menos se pudo mantener y hay otra donde el poder adquisitivo no es tan grande y se nota mucho. En Viedma, por ejemplo, se nota bastante porque es una ciudad netamente administrativa y no hay grandes empresas.
¿Cómo ve el futuro de la obra pública en la provincia de Río negro?
Lo veo mucho más complejo que en otras ocasiones, sobre todo porque nosotros siempre estuvimos manejando proyectos de cierta envergadura que se financiaban a través del gobierno nacional porque la provincia tampoco puede hacerse cargo de obras de un nivel importante, como las rutas, cloacas y otras. Ahora estamos en una etapa de priorizar las obras que hacemos con recursos propios y también estamos buscando financiamiento externo tanto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como con la Corporación Andina de Fomento (CAF). La provincia se va a poder endeudar hasta un determinado punto. Si estuviese siempre el aporte de Nación para determinadas situaciones sería mucho más viable cualquier programa de obra pública, pero ante esta situación, nos tenemos que arreglar solo con el presupuesto nuestro y con lo que consigamos de financiamiento externo
¿En la provincia se están ejecutando actualmente obras con financiamiento externo?
Tenemos cinco en total: Hay una obra del Ministerio de Producción que tiene que ver con los canales de riego, y también hay dos obras con financiamiento CAF que son las universitarias, canalizadas por la Universidad Río Negro; además una obra en Regina que está paralizada y otra en Bariloche. A las nombradas, se le suman dos obras con financiamiento BID, que son las de Planes Directores de Cloacas en General Roca y de Catriel que va a un ritmo lento, pero no se han paralizado.