Con una duración estimada de un año, el proyecto “Corredor Ruta de La Estepa”, es una obra clave que busca potenciar el turismo en la región a través de la construcción de paradores y miradores estratégicos.
Una de las particularidades de este proyecto es la reutilización de antiguos vagones de tren que serán acondicionados para brindar servicios a los visitantes. La iniciativa, no solo mejorará la experiencia de los viajeros, sino que también impulsará el desarrollo local. En una entrevista exclusiva la Subsecretaria de Infraestructura del Ministerio de Turismo de Río Negro, Lucrecia Yunes, detalla los avances de la obra y el impacto que tendrá en la provincia.
¿Cuál es el objetivo principal de la construcción del Corredor Ruta de la Estepa?
El objetivo primordial es poder crear el corredor, porque es como que ahora lo único que hay es una ruta panorámica que empieza en la Ruta Nacional 3 y termina en la RN 40 en Dina Huapi, pero que tiene un sinnúmero de localidades y parajes que no se conocen, tanto sus atractivos propios como los atractivos turísticos que están en el interior de la Estepa. Entonces, la intención con esto es reforzar la imagen del corredor a través de edificaciones que sirven de atención al visitante, son similares entre sí a lo largo de todo el recorrido por ocho localidades. Con el corredor se busca potenciar el desarrollo de la región, que es muy transitada por los turistas que unen la cordillera y el mar. A su vez también queremos intervenir los ingresos a los parajes o comisiones de fomento con elementos similares que se repiten también a lo largo de todo el corredor turístico.
Estos centros de atención al visitante servirían, tanto para conocer los atractivos de las localidades, como para que informen a los visitantes y pasajeros sobre las cosas que visitan en el interior de la Estepa. Porque si se recorre la ruta 23, difícilmente se pueda interiorizar de toda esa información. Rio Negro tiene destinos consolidados pero también buscamos acompañar el desarrollo de destinos emergentes, este es el caso de las localidades que atraviesa está segunda etapa de la “Ruta de la Estepa”.
¿Qué impacto económico y social esperan ustedes que tenga este proyecto en la región?
Como toda infraestructura turística, la intención es aportar a que sea una actividad económica que sirva para el desarrollo de los pueblos, básicamente es eso. Esta ruta, que va desde la montaña al mar, tiene una variedad de paisajes poco conocidos, es una opción ideal para los turistas de todo el país que buscan disfrutar al aire libre. La idea es que la gente del lugar se encargue de estos paradores y miradores, y de esta manera garantizar que los recursos queden en el lugar y permitan el crecimiento de toda esta zona.
¿Tuvieron desafíos para poder iniciar la obra, para poder proyectarla?
Claro, lo que pasa es que nosotros ya tenemos realizada la primera etapa, que son las primeras cuatro localidades de Valcheta a los Menucos, y lo que estamos licitando ahora es la construcción de los cuatro centros para el visitante que quedan, que son entre Jacobacci y Pilcaniyeu.
¿Tienen previsto alguna otra etapa más, además de esta, que está en licitación?
No, con esto nosotros incluiríamos la construcción de los centros al visitante, lo que pasa es que la obra en sí se complementará con los portales de ingresos al corredor turístico “Ruta de la Estepa”. Es muy importante que aquel que vaya por la ruta 3 se encuentre con un cartel o algo que identifique que ahí comienza el corredor turístico y que genere que el visitante, en este caso, doble a la izquierda o a la derecha, de acuerdo al sentido que venga, y se interiorice o se interese también por los atractivos turísticos del corredor de La Estepa. Tenemos proyectados dos portales de ingresos, uno en la ruta 3 y otro en Dina Huapi, que darían como comienzo y final al corredor turístico.
A su vez, nosotros estamos relevando obras de menor envergadura ya dentro de La Estepa para que desde la localidad puedan acceder a estos sitios. Nosotros lo que queremos también es mejorar un poco la infraestructura. Por ejemplo, después de concluir la primera etapa, hicimos un proyecto para la puesta en valor de las pinturas rupestres de Ramos Mexía. Es una obra de menor envergadura, pero que tiene un gran interés para el visitante. Esa obra también está por comenzar, y pretendemos seguir así relevando cuestiones de interés a lo largo de todo el corredor para fortalecer la primera infraestructura que generamos, que es precisamente la visibilización del corredor.
En lo que respecta a infraestructura, ¿Cómo se compone el proyecto?
Son cuatro nuevos centros de atención al visitante, que serán vagones antiguos cedidos por la empresa Tren Patagónico, a ellos se suman tótems identificatorios y estares panorámicos.
Hay localidades que tienen puntos panorámicos que son dignos de resaltar. Entonces, por ese motivo, estamos generando los estares panorámicos, así los llamamos nosotros. Son lugares para que el turista pueda parar y apreciar el paisaje; estos, tienen una imagen arquitectónica similar a la de los centros de atención al visitante, porque todo tiene relación con la arquitectura ferroviaria. Ese es el carácter primario. El origen del corredor fue a través del ferrocarril que se generó.
Nosotros ya hicimos cuatro estares panorámicos: dos en Sierra Colorada, dos en Menuco, y ahora en esta segunda etapa hay otros dos que se van a construir. Todos están en proximidad de las localidades, pero uno tiene que salir de la ruta 23, ingresar a La Estepa un par de kilómetros, y ahí está el lugar con vistas panorámicas. Son vistas para resaltar que el turista podrá disfrutar, con ese objetivo construimos estos estares panorámicos y construiremos el par en esta última etapa.
¿Cuál es el ferrocarril que usted menciona que transitaba esa zona?
Es el ferrocarril histórico que une Viedma con San Carlos de Bariloche es de principios del siglo pasado y tiene un recorrido de 800 kilómetros.
Este tren que menciono es el de Trocha Ancha, y a su vez tenía bifurcaciones hacia el sur con ferrocarriles de Trocha Angosta, la famosa Trochita, que nosotros ya hemos hecho obras resaltando el circuito turístico de La Trochita, como por ejemplo desde Jacobacci tenemos un circuito que va a un punto que se llama Empalme, donde hicimos un parador, después seguimos en ese mismo recorrido a un parador que es en la localidad de Ojos de Agua, y desde el sur, viniendo hacia el Ñorquincó, también hicimos un parador en esta estación.
¿Qué nivel de impacto tienen las construcciones en el medio ambiente, teniendo en cuenta que es una estepa?
Nosotros tratamos de generar el menor impacto posible en las zonas de intervención. En este caso, la relación con el ambiente, no es solo natural, sino también cultural, es que estamos utilizando para esto el reciclado de vagones del ferrocarril. No partimos de edificaciones nuevas, sino que tomamos vagones que eran históricamente de carga para transformarlos en estos centros de atención al visitante. Y después les hacemos una intervención mayor en el espacio exterior para darle accesibilidad, que es todo con madera y hierro, todo manteniendo la impronta ferrocarrilera.
¿La gente que vive por esa zona tiene algún papel dentro de lo que va a ser el funcionamiento del corredor?
Tienen todo el papel, porque nosotros generamos infraestructura para el desarrollo turístico, pero después no lo operamos nosotros. Desde el Ministerio de Turismo de la provincia, una vez que concluimos las obras, hacemos una sesión, que en este caso va a ser a cada municipio, para que ellos lo operen y lo mantengan.
Esta segunda etapa del proyecto ofrece mejorar la experiencia turística de las personas que recorren el corredor en Pilcaniyeu, Comallo, Ingeniero Jacobacci, Maquinchao y Clemente Onelli.
Está previsto que en los centros de atención al visitante de cada localidad además de promocionar los atractivos del destino y la región se van a sumar las producciones y artesanías que representan a la cultura. Todo esto va a tener una cartelería identificatoria, a fin de elevar su atractivo y generar una identidad visual.
¿Qué expectativa turística tienen o buscan ustedes ofrecer con el corredor?
Nosotros tenemos mucha expectativa y lo estamos demostrando. Desde el principio, cuando comenzó esta idea y empezamos a desarrollar el proyecto, creíamos que era una muy buena idea, que como imagen para el corredor, iba a ser un impacto muy fuerte. Y efectivamente, lo estamos logrando, porque eso es la devolución que nosotros estamos recibiendo de los visitantes que van por la Ruta 23 y transitan la primera etapa del proyecto. Realmente se quedan impactados por esta intervención. Es algo estéticamente muy lindo, que llama mucho la atención y que la gente incluso ha optado ante otras alternativas para moverse de un punto a otro, han optado por la Ruta 23, precisamente sabiendo de la existencia de estos centros de atención del visitante.
Ahora va a depender también de la iniciativa de cada municipio, de la gestión de cada municipio, para poder sacarle el mayor provecho posible. Uno de los objetivos, como mencioné, es el crecimiento y desarrollo de las localidades por dónde atraviesa el corredor.
Para la puesta a punto del corredor, ¿van a trabajar también en el mantenimiento o construcción de rutas?
No, nosotros no tenemos ninguna injerencia con ningún organismo ni provincial ni nacional en ese sentido. En este caso, la ruta pertenece al área nacional. Lo que nosotros hemos tenido que transitar son los desafíos para obtener las autorizaciones que se requiere para poder intervenir a la vera de la ruta. Precisamente no tuvimos las autorizaciones correspondientes, por eso los vagones se tuvieron que desplazar fuera de la zona de camino de la ruta. También es por eso es que los van a ver que están alejados mínimo 50 metros del eje de la ruta hacia cada lado de intervención, precisamente por esto, para no intervenir en zona de camino.
Y es un poco también lo que nos tiene frenado esto de los portales, que sería muy importante poder concretarlos porque es un indicador del principio y del fin del corredor, pero bueno, no hemos logrado todavía la autorización de Vialidad Nacional en ese sentido.
¿De cuanto es la inversión que se realizó en este proyecto y cómo se financia?
Cuando comenzamos con la primera etapa, estaba en vigencia el programa “50 Destinos de Nación», entonces accedimos al financiamiento de ese programa. Igualmente después hubo que complementar y mayormente con un aporte provincial a través del Fondo de Infraestructura.
Para decirte un ejemplo, el convenio que se firmó con Nación para el desarrollo de esta obra era de 89 millones, después de la licitación el contrato terminó siendo de 110 millones, pero en total se invirtieron como 300 millones, sobre todo por la variación de costos y demás, todo eso lo absorbió la provincia. O sea que podemos hablar que el convenio con Nación a través del programa “50 Destinos” absorbió el 30% o la tercera parte de la inversión necesaria. Pero para esta segunda etapa la idea está proyectada para que la absorba la totalidad de la provincia, porque el programa “50 Destinos” ya no existe, no hay líneas de financiamiento próximas como para poder utilizarla.
¿Todo lo que es construcción y planificación lo hace solamente provincia o hay alguna empresa que trabaje con ustedes?
No, todo lo hace provincia. O sea, provincia y a través de los procedimientos que establece la ley de obras públicas. Nosotros hacemos licitaciones públicas, se presentan las empresas privadas y se adjudica la obra a la oferta más conveniente, a la más ventajosa y así es que se ejecutan.
¿Ustedes ya tienen más o menos la fecha en que estiman que se va a iniciar la obra y en la que se va a finalizar?
Nosotros tenemos más o menos unos plazos preestablecidos por la experiencia que tenemos, que es entre que se abre la licitación y se inician los trabajos, aproximadamente transcurren tres meses, porque es el tiempo que lleva el proceso de adjudicación y después todo lo previo a la firma del contrato. Una vez que se inicia, el plazo de obra está previsto en un año, 365 días para poder inaugurar está segunda y última etapa del corredor.
Por Mónica Arroyo