Es importante prestar atención a la evolución de los indicadores sectoriales para entender qué está pasando con la actividad de los diferentes eslabones de la cadena de valor. Al respecto, en el período abril-agosto asistimos a la recuperación casi sistemática y generalizada de los despachos de insumos, lo que estaría dando cuenta de que la corrección de stocks post-cambio de esquema macroeconómico llegó a su fin, y de que la demanda de materiales está comenzando a traccionar nuevamente. Por su parte, el número de puestos de trabajo formales en la construcción pareciera haber encontrado un piso en el segundo trimestre del año luego de la fuerte contracción que generó la paralización de la ejecución de obras públicas con fondos nacionales. Pero, aún en un escenario de reactivación del mercado inmobiliario y de reaparición de la oferta de crédito hipotecario a largo plazo, lo que viene ocurriendo más allá de la persistencia de las amplias restricciones todavía vigentes en el mercado cambiario, es que sigue pendiente la consolidación de la recuperación de la superficie autorizada para realizar obras privadas en los principales municipios del país, la cual actúa como indicador adelantado de la actividad de la construcción a mediano plazo.
En julio, el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) corregido por estacionalidad, exhibió un incremento de 8,0% mensual y, de esta forma, cumplió cuatro meses consecutivos de recuperación en los que acumuló una suba de 19,9%. Pero, ¿esto es mucho o poco? Al respecto cabe consignar que, entre abril de 2023 y marzo de 2024, el ISAC registró una contracción de 40,1%. En consecuencia, la suba de los últimos cuatro meses fue equivalente a recuperar un tercio de la caída previa.
Es cierto que, en agosto, el Índice Construya (IC) interrumpió el proceso de recuperación continua, cayendo los despachos para obras residenciales de los integrantes del Grupo 4,3% con relación a julio. No obstante, en el caso de este indicador, también la recuperación acumulada (29,3%) fue importante en comparación con la caída previa (que entre junio de 2023 y marzo de 2024 fue de 40,1%).
La desagregación por grupos de insumos del ISAC desestacionalizado dejó entrever que la recuperación alcanzó a la mayoría de los insumos. Entre junio y julio hubo diez grupos de insumos que aumentaron sus entregas al mercado interno, y sólo tres vieron reducir sus despachos. No obstante, en los tres casos la corrección se dio luego de varios meses de mejoras importantes. Los materiales más dinámicos fueron: pisos y revestimientos cerámicos (19,2% mensual), yeso (16,6%), ladrillos huecos (11,8%), agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (11,6%), cemento Portland (11,0%), asfalto y hierro redondo y acero para construcción (10,7% en cada caso). En tanto, en un segundo escalón se ubicaron los despachos de hormigón elaborado (8,9%), de mosaicos graníticos y calcáreos (4,3%) y de placas de yeso (2,8%). Por su parte, cayeron las entregas de pinturas (-3,8%), artículos sanitarios de cerámica (-5,3%) y cales (-8,5%).
Cuando se contrastan las entregas de julio con las de marzo del corriente año, es decir, entre puntas del período de recuperación, fueron once los grupos de insumos que exhibieron subas, y sólo dos todavía no lograron comenzar a salir del pozo. Las mejoras, ordenadas de mayor a menor, se dieron en: asfalto (60,4%, partiendo de un nivel mínimo, lo cual implica que aún se ubica en un nivel bajo, 70% inferior al pico alcanzado entre finales de 2017 y mediados de 2018), placas de yeso (46,9%), yeso (41,2%), ladrillos huecos (29,2%), hierro redondo y acero para construcción (28,6%), cales (28,0%), cemento Portland (25,5%), pinturas para construcción (14,4%), agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería’ (12,3%), hormigón elaborado (11,1%) y pisos y revestimientos cerámicos (6,6%). Del otro lado quedaron los envíos a plaza de artículos sanitarios de cerámica (-7,4%) y de mosaicos graníticos y calcáreos (-18,5%).
En la actividad de la construcción, más precisamente en la correspondiente a obras grandes y medianas-grandes -privadas y públicas-, cabe destacar que el número de puestos de trabajo formales pareciera haber encontrado un piso en el segundo trimestre del año. Tras haberse perdido poco más de 96 mil puestos de trabajo formales entre mayo de 2023 y abril de 2024, en los últimos dos meses se perdieron sólo dos mil puestos de trabajo más, estabilizándose la ocupación formal sectorial entre 350,7 y 348,8 mil puestos de trabajo en el trimestre abril-junio.
En cambio, cuando se mira hacia adelante, la superficie autorizada para construir obras privadas en los 176 municipios que releva el INDEC todavía muestra un comportamiento errático, manteniéndose en torno a un promedio inferior a los alcanzados en los primeros semestres de los dos años anteriores. En junio se aprobaron 829,2 mil metros cuadrados, es decir 14,7% menos que en mayo del corriente año y 22,2% menos que en junio de 2023. En tanto, al considerar el primer semestre del año, el total aprobado fue de 5,51 millones de metros cuadrados, área que resultó 16,5% inferior a la de enero-junio de 2023 y 25,2% menor a la autorizada en la primera mitad de 2022.
Sintetizando, la cadena de valor de la construcción está transitando un proceso de recuperación desde abril del corriente año, que (lógicamente) no es estrictamente lineal y que todavía no es generalizado para todos los eslabones de la cadena.
Por Pablo Lara – Economista. Director de Estrateco Consultores