Las últimas décadas hemos atravesado un intenso proceso de digitalización a partir del cual diversos programas y dispositivos pasaron a mediar prácticamente la totalidad de nuestras actividades cotidianas y de nuestras interacciones con otros.
Un resultado evidente de este proceso a nivel del trabajo en las empresas son los enormes volúmenes de datos generados cotidianamente, los cuales se registran y traducen en necesidades cada vez mayores de almacenamiento local o en la nube.
Pese a esta abundancia de datos, cuando conversamos y vemos cómo se trabaja en nuestro sector, notamos que poco ha cambiado en este tiempo a la hora de tomar decisiones. Desde las más básicas hasta las más complejas actividades del día a día, como planificar una obra o realizar un presupuesto, organizar un equipo de trabajo o evaluar al final de un proyecto cómo resultó la rentabilidad real, continúan siendo realizadas principalmente a partir del conocimiento acumulado a través de años de experiencia, pero sin que ese conocimiento sea complementado de manera significativa con un aprovechamiento real de los datos registrados sobre lo que sucede.
INCERTIDUMBRE: LO RECURRENTE VERSUS LO IMPREVISIBLE
Entonces, cabe preguntarnos, ¿esta multiplicidad de registros es una fuente útil de informaciones? En otras palabras, ¿sirven para identificar lo que precisamos saber en el momento que necesitamos conocerlo?
En nuestro sector, la respuesta parece ser mayormente negativa. Independientemente del tamaño de la organización, y con las particularidades propias de cada caso, nuestras empresas no parecen lograr traducir estos increíblemente abundantes volúmenes de datos en informaciones que les permitan trabajar con menores niveles de incertidumbre.
No se trata de un problema argentino, de hecho, estudios realizados a nivel internacional muestran un panorama similar. El informe “Aprovechar la ventaja de los datos en la construcción”(*) publicado en 2022 por Autodesk destaca que, específicamente en relación con información técnica del proyecto, el volumen de datos se duplicó en los últimos 3 años, pero que no consigue ser aprovechada. El estudio indica un problema más grave, que es el no poder analizar los datos y que tiene que ver con los malos datos. De hecho, un tercio de los participantes de la encuesta afirmaron haber tomado malas decisiones en los proyectos como resultado de haberse basado en datos de baja calidad. Más aún, un 40% de los encuestados afirmaron conseguir utilizar menos de la mitad de los datos disponibles.
A la hora de identificar los principales factores que generan esta situación, los encuestados colocaron los problemas de integración de datos provenientes de diversos sistemas y fuentes dentro de los 5 principales desafíos para poder utilizar los datos, tales como:
- la dificultad para combinar informaciones que provienen de diversas fuentes;
- datos incompletos;
- datos poco accesibles o difícilmente compartidos por quien los gestiona;
- la superabundancia de datos genera dificultades para realizar su uso eficiente, y datos erróneos o poco confiables.
Todo parece indicar que nuestros avances en materia de digitalización nos dejan aún con claros desafíos en lo que respecta a transformación digital, esto es de superar la etapa de simplemente utilizar soluciones digitales para realizar tareas anteriormente hechas de forma manual y transformar nuestras empresas en organizaciones capaces de llevar a cabo análisis complejos, de automatizar rutinas y de generar flujos de trabajo inteligentes. En constructoras que no solo utilicen softwares para gestionar sus informaciones (administrativas, de gestión de proyecto, técnico constructivas) e interacciones con clientes y proveedores, sino que los integren.
En otras palabras, de organizaciones capaces de superar el estadio de registrar datos (qué ocurrió, cuándo ocurrió) y pasar al estadio de generar conocimiento accionable, conocimiento a partir del cual la empresa pueda detectar aquello que es recurrente y utilizarlo para anticiparse, para automatizar rutinas y para optimizar secuencias de trabajo. A partir de la cual sea posible separar aquellos eventos completamente imprevisibles de los recurrentes y que, por tanto, pueden ser controlados de manera de no solo ser más eficientes, sino crear un espacio que permita convocar a las nuevas generaciones a participar de un sector que progresa en sus procesos y resultados.
¿Cómo transformar, entonces, los registros del pasado (sobre certificaciones, sobre no conformidades, sobre compras realizadas, sobre desvíos en la ejecución de los proyectos, liquidaciones, accidentes, entre otras centenas de tipos de datos que se acumulan en nuestros sistemas de archivos) en herramientas para aprender del pasado, pensar el presente y darnos herramientas para anticiparnos al futuro?
REGISTRAMOS MUCHO, PERO APRENDEMOS POCO: ¿ES POWERBI LA SOLUCIÓN?
En los últimos años hemos visto una proliferación de herramientas de BI (Business Intelligence o inteligencia de negocios) y una demanda de uso cada vez más difundida por parte de diversos perfiles de usuarios. La mayoría de estas herramientas tornan cada vez más intuitivas y fáciles tareas que anteriormente requerían de habilidades de programación y de analítica avanzada de datos. Pero como toda herramienta, no hace milagros y, al menos todavía, requiere de personas con conocimientos específicos sobre la realidad de nuestras empresas y negocios para que podamos llegar a producir información relevante.
Las últimas décadas han sido, como dijimos, de una intensiva digitalización, pero que ha seguido las prácticas del pasado y ha resultado en constelaciones fragmentadas de datos que impiden tener una visión de conjunto. Hoy, cualquier empresa de mediano porte utiliza en el día a día de sus actividades por lo menos 2 o 3 herramientas de software diferentes (contables, de CRM, para la gestión de tareas, para el seguimiento de proyectos, entre otras tantas), los datos producidos por estas se suman a los múltiples registros realizados en las diversas soluciones de oficina que se traducen en una verdaderas constelación miles de documentos en Word y planillas de Excel organizadas en carpetas y subcarpetas por año y mes, siguiendo fielmente los métodos de organización que utilizábamos en biblioratos y ficheros.
¿Cómo seleccionar y analizar lo verdaderamente relevante en este verdadero mar de datos? Y, más aún, ¿cómo trabajar de manera sistemática con informaciones que están fragmentadas y dispersas en la organización?
Nuestras necesidades de analítica no se resumen al crecimiento en volumen, sino a la complejidad, especialmente en un sector como la construcción en la que sus organizaciones tienen como principal función la de simplificar la complejidad propia de construir un proyecto, en el que interviene una pluralidad de actores, que se extiende por largos períodos y que no será construido nuevamente, ni en el mismo lugar, ni de la misma manera, ni con las mismas personas.
Es por esto que no se trata apenas de saber “de números”, sino de competencias vinculadas al pensamiento crítico que posibilita identificar y analizar problemas complejos y a la creatividad que nos permite imaginar e idear formas innovadoras de abordar y comunicar, entre otras. Es fundamental que las empresas puedan generar aprendizajes sobre la naturaleza del negocio en todo su ciclo de vida permitiendo construir indicadores clave no sólo a nivel de las actividades, sino de los procesos y los resultados esperados ya que es este sistema de indicadores el que permite avanzar de manera eficaz y consistente en la selección de datos y el análisis de informaciones: estratégicos = resultados; tácticos = procesos; operativos = actividades.
En otras palabras, contar con personas que tengan habilidades para la gestión y análisis es un elemento cada vez más fundamental para todo tipo de organización y las empresas constructoras desde ya no son la excepción. Si bien, por su especificidad, es importante que las empresas del sector accedan a asesoramiento y consultoría para el desarrollo de estrategias de inteligencia de negocios, consolidar capacidades de gerenciamiento de datos y habilidades de analítica al interior de la organización constituye una ventaja competitiva.
Es por eso por lo que en el “Curso de Power BI Inteligencia de negocio para la toma de decisiones” tenemos un enfoque que va más allá de aprender a utilizar una herramienta. Buscamos que los participantes conozcan y sean capaces de aplicar buenas prácticas para la gestión del conocimiento con foco en la construcción de indicadores.
Pese a ser un curso introductorio, seguimos una orientación práctica a partir de la cual luego de los encuentros iniciales promoveremos el trabajo conjunto para aplicar las habilidades aprendidas a desarrollar un informe simple en Power BI. Inicio del curso: 10/08/2023. Duración: 5 clases. Días de cursada: jueves. Horario: 10:00 a 12:00 hs. Docente: Mg. Laura Lacaze
Por MG. LAURA LACAZE
(*) Del original “Harnessing the data advantage in construction”, disponible en: https://construction.autodesk.com/resources/guides/harnessing-data-advantage-in-construction/