Al salir de la ciudad de Córdoba hacia el este por la avenida Ricardo Balbín (ruta 19), a la derecha se encuentra la planta de Cantera Pietracor SRL, aunque al predio se accede por el km 3,5 del camino Chacra de La Merced, una ruta de 10 kilómetros que, siguiendo paralela al eje del río Suquía, enlaza varias explotaciones mineras y sus plantas de clasificación de áridos naturales sedimentarios, constituyendo la actividad industrial más importante de esa zona de la Municipalidad de Córdoba.
“Proveemos a ferreterías, corralones, empresas constructoras, hormigoneras y fábricas de premoldeados, entre otros segmentos productivos y comerciales, pues además de piedras decorativas y agregados naturales, ofrecemos más de 25 tipos de áridos para la construcción”, aclaró el gerente general de la firma, el arquitecto Marco Crozzoli.
Y más allá de que la compañía también produce, comercializa y distribuye triturados tipo “piedra partida”, que se han empleado como agregados en la construcción de importantes obras viales, como la Circunvalación de Córdoba y el nuevo puente sobre el embalse de Villa Carlos Paz; la cantera de Pietracor es muy popular en esa provincia mediterránea por sus piedras decorativas, que pueden verse en obras de arquitectura emblemáticas locales, como el Centro Cultural, el Faro del Bicentenario y el Estadio Kempes.
El proceso
Si bien el emprendimiento se originó desde una empresa constructora (Tomás Crozzoli e Hijo Construcciones) que hoy es dirigida por la segunda generación familiar y ya tiene hechos más de 200.000 metros cuadrados de viviendas, Canteras Pietracor SRL se fundó en 1993 para “procesar áridos hasta convertirlos en materiales para la industria de la construcción, con un yacimiento propio y la permanente ampliación del volumen de producción de nuestra planta procesadora y su continua modernización”, dice Crozzoli.
Básicamente, el proceso industrial para la extracción de los áridos naturales comienza con las tareas de destape del material estéril (suelo vegetal) hasta llegar al horizonte de material explotable, mediante una excavadora sobre orugas. Luego (foto), una cargadora frontal sobre ruedas arranca el material expuesto del frente, para acarrear esos áridos hasta una planta de clasificación y lavado, si fuera necesario. Así, la faena sigue hasta llegar al piso del depósito. Es decir, remarca el ejecutivo, “la explotación de los áridos naturales conforma una cantera seca a cielo abierto, donde se efectúa la extracción de áridos sin uso de explosivos y sin afectar las áreas urbanizadas y el medio ambiente”.
Por fin, el catálogo de Pietracor presenta una variada muestra del llamado canto rodado: se trata de piedras naturales que se procesan y comercializan como arena (fina y gruesa), binder, grancilla, granza, ripio y piedra bola, en tamaños de 0 a 300 mm; que se emplean en revoques, hormigones, asfaltos, material de base, compactación de suelos y fundaciones.
También, la tierra negra o de relleno y la arena colorada se tratan como productos naturales. En cualquier caso, “entre nuestros servicios ofrecemos asesoramiento personalizado, utilizando un equipo de profesionales para estudiar cada necesidad, para brindar la respuesta más adecuada”, dice el ejecutivo, aclarando que la empresa cuenta con flota propia de camiones para la entrega de los materiales: “Cada camión parte de nuestra planta previamente pesado y precintado, garantizando así el peso, el volumen y la calidad de los envíos a las obras. Igualmente, nos comprometemos en el cumplimiento de los plazos de entrega de los materiales”.