Un ambicioso proyecto busca construir viviendas sociales mediante una impresora 3D. Para conocer detalles al respecto, dialogamos con Daniel Tovio, secretario de producción de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), quien confirmó a El Constructor que: “Estamos en pleno diseño y compra de toda la parte hidráulica”.
¿De qué se trata el proyecto de una impresora 3D que servirá para construir viviendas?
Es un proyecto de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que trabaja en conjunto con Astilleros Río Santiago, Universidad Nacional Pública y Empresa del Estado Provincial.
La idea es desarrollar el modelo de impresora y el material, el cual sería el concreto. Se está avanzando en los dos frentes y el objetivo primordial y fundamental es construir viviendas del tipo sociales.
¿Qué rol tendría su socio Astillero Río Santiago?
Si bien es un astillero —instalación donde se construyen y reparan buques—, también hace desarrollos pequeños con respecto a la magnitud de otros trabajos, tiene equipos de ingeniería y demás, para relacionarse en términos de desarrollo tecnológico.
En este caso, Astillero es el constructor y trabajamos en conjunto también en el diseño. Será el constructor de lo que es la estructura, la parte mecánica, electrónica, hidráulica, etcétera. Concretamente, es el ejecutor de la impresora. El material, en cambio, va por otro lado.
¿En qué estado de avance se encuentra el prototipo?
El prototipo está avanzado, sucede que teníamos algunos elementos que son importados y, por este motivo, a veces los tiempos no son los que nosotros querríamos. Por eso nuestra idea es sustituir esas importaciones a futuro. Igualmente, se encuentra en un estado de avance importante, lo que resta ahora es colocar. Estamos en pleno diseño y compra de toda la parte hidráulica, el software está ya diseñado y definido. Por lo que nos quedaría la parte eléctrica y electrónica de potencia y demás.
¿Qué plazos de construcción manejaría? ¿Precisa un operario que controle permanentemente?
En cuanto a plazos, nosotros no tenemos todavía porque esto se va avanzando en pleno diseño. El proyecto tiene cuestiones innovadoras, por ejemplo la altura es un sistema de tijeras que no es lo más común de encontrar en el mercado de las impresoras. Sí, se necesita un operario que controle permanentemente, más que nada lo maneja desde la computadora, pero después también están los operarios que le van proveyendo el material.
No es que se hace con una sola carga, son sucesivas cargas que le van dando el carácter de continuidad al proyecto.
¿Qué pasaría con la mano de obra de las construcciones al utilizar esta impresora?
El objetivo de la universidad y astillero es pura y únicamente construir viviendas del tipo social. Nosotros estamos dispuestos a transferir esta tecnología al Estado.
Sobre la mano de obra, no nos olvidemos que toda la parte de instalaciones en general se construye aparte y esos son puestos que siguen existiendo.
No hay un impacto sobre la mano de obra, porque la universidad tiene otro planteo, que es la rapidez de construcción ya que hablamos de sectores sociales carenciados que necesitan rápidamente la respuesta.Ahí está la ecuación que la universidad plantea y nunca estaría en pos de disminuir la mano de obra.
En comparación con el costo de la construcción tradicional, ¿qué diferencias presentaría el presupuesto bajo esta nueva tecnología?
En comparación con el costo de una construcción tradicional, no podemos dar porcentajes todavía. Sí tenemos una consigna: tiene que ser el valor más bajo de mercado porque es para viviendas sociales.
Por eso también es que desarrollamos nuestro propio concreto. Hay algún tipo de materiales para utilizar pero son importados, con lo cual vienen dólares y son muy caros, porque son para un tipo de vivienda de clases sociales más elevadas, no a lo que apuntamos nosotros.
¿Cuándo estiman hacer la presentación final de la impresora y comenzar a construir?
Estamos en pleno desarrollo del prototipo y también del material.
Son investigaciones que llevan su tiempo, no van a ser tiempo largo, pero tampoco queremos dar fechas específicas, porque fundamentalmente sería generar expectativas sobre los sobre los sectores sociales a los que apuntamos, y entonces hay que ser muy cuidadoso con las fechas.
Nos estamos encargando de todo el proceso, decisiones de universidad, de adquirir lo que falta. No es mucho tiempo, tenemos que estar sin duda dentro de este año.
Finalmente, ¿desde la Universidad Nacional de La Plata tienen otros proyectos o investigaciones vinculadas a la construcción?
Sí, a través del Centro Tecnológico de la Madera hay en proceso proyectos vinculados a construcciones en ese material.
En este momento trabajamos en dos modelos: uno es un desarrollo de casa del tipo canadiense, y la otra es un módulo social de emergencia, que son casas de armado rápido con condiciones de habitabilidad muy buenas.
La canadiense tiene un sistema de construcción interesante que está dentro de lo que son las normativas vigentes y de hecho aplica a sistemas crediticios como Procrear y demás.
Con el sector de la universidad se ha comercializado con el Estado y estamos en plenas rotativas de otros convenios.