El Ingeniero vial bonaerense Bernardino Capra y el Presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos, José Colombatto analizan la situación actual de los caminos rurales de Argentina, realizando un balance de la administración, las obras y la importancia del mantenimiento.
Bernardino Capra es uno de los principales ingenieros viales que integra hace 24 años el plantel de profesionales técnicos de la Dirección Vial de la Provincia de Buenos Aires y además se desempeña como coordinador de la Comisión Técnica de Caminos Rurales de la Asociación Argentina de Carreteras.
¿Cómo definiría al camino rural desde el punto de vista de su función?
El camino rural es una obra de uso público que está administrada por un ente que puede ser el Estado (nacional, provincial o municipal), la Dirección de Vialidad que corresponda a la zona donde está el camino o un consorcio caminero formado por productores. Existe un gran abanico de sistemas de gestión en nuestro país para la mantención de los caminos rurales. La administración del camino en algunos casos es local o municipal como ocurre en provincia de Buenos Aires donde los caminos están a cargo del municipio y se concentra alrededor del 20 por ciento de la redde todo el país. En otras provincias la administración es a través de la formación de un consorcio caminero conformado por productores que se encargan del cuidado de la red vial rural y que en algunas zonas ha funcionado muy bien. Por ejemplo en Chaco, donde se registra una efectiva administración de estos caminos y en Córdoba donde ya se han formado más de 300 consorcios. Finalmente el camino es administrado por la Dirección de Vialidad local y en general cuando los recursos están a cargo de este ente, se prioriza la red primaria pavimentada y se deja en segundo término a las redes secundarias y terciarias no pavimentadas.
¿Qué sistema de administración sería el ideal?
No hay un sistema ideal porque los sistemas no funcionan por lo que son, sino por el compromiso de quienes lo componen. En este caso el Estado, el administrador y el productor. También, más allá de las obras, es importante que el usuario, que es el más interesado en que el camino se encuentre en buenas condiciones, sea veedor de los trabajos que se deban realizar.
Para el mantenimiento de los caminos existen recursos suficientes que surgen del pago de la tasa vial, pero falla el sistema por la falta de control para que se realicen obras y se lleven a cabo correctamente, por la falta de conocimiento técnico del Estado y por la falta de demanda del usuario.
En muchos municipios chicos, sucede que el intendente pone como administrador de los caminos rurales a alguien de su confianza, pero esa persona en general no está capacitada técnicamente y no tiene conocimientos sobre planificación y gestión de la red vial.
Por otro lado cada vez que todos los años se discute el aumento de la tasa vial en el Consejo Deliberante, que es el impuesto que cobra el municipio anualmente para mantener en buenas condiciones los caminos, el productor a través de sus legisladores, no pelea contra el aumento en función de lo que valdría realizar una obra ideada a través de un plan técnico vial, sino en función del aumento del novillo, del combustible o de la mano de obra municipal. El sistema de gestión, sea el que sea, puede funcionar bien a través del compromiso de ambas partes: administrador del camino en cuanto a conocimiento técnico y usuario del camino en cuanto a control de la gestión.
¿Qué obras se están realizando?
En la provincia de Buenos Aires se ha implementado por primera vez un plan de estabilización de 2500 kilómetros de caminos de la red secundaria provincial que mide alrededor de 26.000 kilómetros. También se está trabajando muy bien en Córdoba, donde con el control y administración de los consorcios camineros se ha logrado mejorar y mantener muchos caminos rurales y hasta se están realizando más obras de pavimentación. En general están surgiendo más planes de obras viales en todo el país que se han empezado a originar, porque la problemática de la falta de conectividad se ha visibilizado más a partir de la manera en que han cambiado las matrices productivas en los campos. Hoy cualquier cultivo, chacra, granja avícola o cuenca lechera, necesita un camino en buenas condiciones para su producción los 365 días del año y una conectividad y transitabilidad permanente. Muchas direcciones de Vialidad están apuntando a que esto suceda pero surge un nuevo inconveniente que afecta a todas las redes, incluidas las asfaltadas: que es la antigüedad de ciertas obras como puentes, alcantarillas y túneles entre otras construcciones, que están muy deterioradas porque datan de la década del 60 y el 50. Por lo que se requiere hacer una inversión paralela para solucionarlo.
LA IMPORTANCIA DE MEJORAR LA RED VIAL SECUNDARIA
¿Se sabe cuál es la cantidad de caminos rurales que hay en el país?
Lamentablemente no, porque estos caminos no fueron planificados. La red nacional se planificó uniendo capitales provinciales y ciudades. La red provincial, en función de los nichos productivos y sociales importantes que tenía el país. Pero la red local y municipal nunca se planificó, fue surgiendo a partir de la partición de la tierra. Por eso hay muchos municipios que tienen una enorme cantidad de caminos con muy poco uso, y hay otros a los que les faltan caminos.
En la provincia de Buenos Aires hay entre 105 y 120 mil kilómetros de caminos rurales y en todo el país, estimamos que puede haber entre 600 mil y 500 mil kilómetros. Hay muchos caminos que no están nomenclados, relevados ni inventariados y también faltan inventarios del activo vial que vale mucho dinero. Un municipio de 1300 kilómetros de longitud tiene alrededor de 600 alcantarillas y cada una vale más de 1 millón de pesos. Una señal de tránsito cuesta 25 mil pesos. El ingeniero Nicolás Berretta que además de ser el Presidente de la Asociación Argentina de Carreteras, es el Secretario Técnico del Consejo Vial federal, hizo una solicitud a cada provincia para que informaran sobre la cantidad de caminos rurales que tenían, pero muchas enviaron datos aproximados, justamente porque no tienen datos certeros. En Buenos Aires se midieron los caminos rurales que pertenecen a la provincia que son 25856 kilómetros, pero faltan todos los que pertenecen a los municipios.
Por otra parte es primordial diferenciar al camino principal rural que es la red vial secundaria, con los caminos rurales terciarios y encarar un plan de mejora, estabilización y mantenimiento con esa red de caminos. Se trata de lo primero que se debe realizar porque son los caminos que unen parajes y centros de desarrollo productivo donde también hay ferrocarriles, escuelas rurales, iglesias, centros de salud y obviamente viviendas. Si lográramos estabilizar al menos el 20 por ciento de esta red, cambiaría la matriz productiva del país.
¿Las nuevas tecnologías sirven para lograr estas mejoras?
Cualquier proceso de estabilización sirve si se está realizando bien y para eso hay que tener el conocimiento adecuado y un plan de mantenimiento que deberá controlar el administrador. Todos los procesos de estabilización aunque sean de última tecnología requieren mantenimiento. La transitabilidad permanente sólo se logra con la mantención de la obra. Hay muchos tratamientos: Los más convencionales se realizan con cal y cemento y con piedra y arena. También puede llevarse a cabo una estabilización granular con un material granulado grueso compuesto por triturados, arena y material fino. Una emulsión asfáltica, que es una mezcla de asfalto y agua con un emulsificante que se coloca a temperaturas menores a 100 grados centígrados. Un riego con sulfato de magnesio y estabilizantes químicos que vuelven el suelo más transitable.
Por otra parte existe un método de estabilización iónica que se trata de la colocación de un aditivo a base de polímeros, sales inorgánicas, y tensioactivos, que provoca que las partículas del suelo queden imposibilitadas de absorber agua. El problema es que no tiene un protocolo de control de calidad y sólo se pueden medir algunos parámetros sin existir especificaciones técnicas.
En países que tienen muy bien estudiado el tema, se analizó la situación y se llegó a la conclusión de que se debe gastar en mantenimiento por año el equivalente de un 3 a un 6 por ciento del valor inicial de la obra. La variable del 3 al 6 por ciento depende de muchos factores: El tipo de uso del camino, el clima, el tránsito, la situación geográfica y la tecnología que se usó para estabilizarlo, entre otros.
ESTABILIZACIÓN DE CAMINOS COMO INVERSIÓN
¿Cuál es la inversión que se debe realizar cuando se asfalta un camino y cuál cuando se estabiliza?
Asfaltar un kilómetro de camino cuesta no menos de 600 mil dólares y estabilizar la misma distancia puede valer entre 150 y 60 mil. Con lo que se gasta para asfaltar un kilómetro de vía se pueden estabilizar 8 kilómetros. Estamos hablando de gastos realmente muy diferente y aunque siempre lo ideal es asfaltar, cuando se realiza una buena estabilización que realmente mejore el camino y lo cuide con mantenimiento constante, se está realizando una buena inversión. Desde el punto de vista económico las tasas de retorno que tienen estas inversiones llegan a un 40 por ciento. Son muy rentables porque se está permitiendo que durante 365 días salga y entre producción, además de que el ciudadano común pueda transitar. Lo que ahorra un productor, un transportista o cualquier usuario por utilizar ese camino sin problemas, es mucho y si además le incorporás los beneficios que obtendrá el campo aledaño, la obra se amortiza en menos de un año. En conclusión, estabilizar y mejorar los caminos rurales es altamente rentable.
En el marco de la situación actual, si fuera gobernante, no dudaría en poner en marcha un plan de estabilización a gran escala, que sea visible para las necesidades de la población. Por ejemplo comenzando con una meta de estabilización de100 mil kilómetros de caminos rurales en 10 años. Cuando ves la matriz productiva de Estados Unidos te das cuenta que estoes posible. Allá en una zona que mide cinco veces la provincia de Buenos Aires, un millón y medio de kilómetros cuadrados están parcelados creando una cuadrícula perfecta de manzanas de 250 hectáreas cuadradas con caminos estabilizados y mejorados, en donde pueden producir lo que quieran.
¿Qué están realizando desde la Asociación Argentina de Carreteras para mejorar los caminos rurales?
Hemos planteado varios planes de inversiones para la estabilización y el mantenimiento de todos los caminos rurales principales, con un seguimiento y una auditoría para saber lo que están haciendo y controlar los recursos, un espacio de diálogo de todos los actores gobierno nacional, provincial y municipal; productores técnicos y transportistas y realizar obras que permitan su transitabilidad permanente.
También hicimos un manual de caminos rurales, sobre ingeniería vial, con fundamentos teóricos y prácticos que ayudan a quienes están a cargo de una red vial rural.
ADMINISTRACIÓN DE CONSORCIOS CAMINEROS
La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos FARER es una organización compuesta por 18 Sociedades Rurales de la provincia que promueve el desarrollo de las actividades agropecuarias y vela por los derechos e intereses de los productores. José Colombatto, es su Presidente y nos informa que Entre Ríos es la provincia que más caminos secundarios y terciarios tiene, de todo el país.
El mantenimiento y el acondicionamiento de estas vías no asfaltadas se hace a través de consorcios camineros formados por productores rurales, que se ocupan de los caminos con el aval de la Dirección de Vialidad Provincial. La mayoría de estos consorcios fueron creados por la necesidad de los productores, que son los más perjudicados si pierden la conectividad. Pero también para atender la problemática de gran cantidad de escuelas rurales, que estaban por cerrar y de todos los habitantes del lugar que quedan aislados cuando los caminos se hacen intransitables.
“El consorcio cuenta con una cantidad determinada de productores y una comisión directiva. -cuenta Colombatto- Vialidad asigna un tramo de caminos y el consorcio se ocupa del mantenimiento. Se emite una certificación de obras, que tiene un puntaje determinado y cuando Vialidad certifica la obra, se paga el 70% del costo y con eso se conforma el fondo del consorcio caminero. El resto del gasto se paga a través del aporte de socios y otras donaciones”.
¿Cómo se encuentran los caminos rurales de Entre Ríos? ¿Se han realizado obras?
Los caminos rurales se encuentran deteriorados desde hace mucho tiempo. Sólo se han realizados algunas obras de mantención que terminaron siendo un simple parche para solucionar la urgencia. En general se hacen obras de mejora, pero muy acotadas, solo arreglo de pequeños tramos. No son obras amplias sino muy puntuales. Ahora el gobierno de la provincia le girará dinero al intendente del Departamento de San Salvador Lucas Larrarte para comprar ripio, que Vialidad luego se dedicará a colocar, y eso ocurre cada tanto y en diferentes lugares. Pero nunca una obra generalizada.
El camino rural es indispensable no sólo para el productor sino para el poblador, que cuando llueve no puede moverse de su vivienda por varios días y queda aislado sin poder trabajar, llevar a los hijos a la escuela o hasta ir a un hospital ante una emergencia. Muchas familias debieron migrar a la ciudad por esta situación. Desde hace tiempo que le pedimos al gobernador Gustavo Bordet que modernice la Dirección de Vialidad, que le dé mayor presupuesto y que lleven a cabo un plan maestro de mantención que se ponga a la altura de las circunstancias y de las necesidades del productor y el poblador rural.
¿Cómo funcionan los consorcios camineros?
Más allá de que son pocos, los consorcios camineros se encuentran funcionando muy bien. Trabajan continuamente y generalmente realizan obras de mantención y de acondicionamiento. Compran ripio, donde el camino lo amerita y hasta alguna maquinaria. A veces la Dirección de Vialidad también otorga maquinarias en consignación, pero en general no participa.
Nosotros hemos tenido reuniones con el Ministro de Producción Juan José Bahillo en representación de FARER para pedir que la Dirección de Vialidad Provincial se haga cargo directamente del mantenimiento del camino rural. Hay muy pocos consorcios y los pueblos chicos quedan a la deriva. Por otra parte para que el consorcio caminero sea productivo,el productor debe pagar el 30 por ciento de cada obra que se realiza y consideramos que no debería ser así. Ese dinero debería salir del impuesto inmobiliario.
Además si ocurre algún accidente en el camino, por ejemplo se lastima un operario, la responsabilidad civil cae sobre el productor que debe responder con sus campos para pagar las indemnizaciones que puedan surgir para el accidentado, y ese es el principal motivo de que haya tan pocos consorcios, justamente porque nadie quiere comprometerse.
El campo no está en su mejor momento sobre todo con las economías regionales y la situación no está para pedirle a un tambero o a un avicultor que se haga cargo del 30 por ciento de la mantención de camino que va a utilizar. Nosotros proponemos que en el impuesto inmobiliario se destine una partida mayor a Vialidad y que salgan los recursos de ahí, y te puedo asegurar que si el productor ve mejoras en los camino va a pagar con gusto.
¿Presentaron algún proyecto?
Desde FARER presentamos continuas propuestas para que se modernice Vialidad, que cambie el parque automotor, que contraten gente con más experiencia y que el sindicato ponga interés en los caminos. Antes Vialidad funcionaba bien, pero hoy se ha convertido en una caja política, donde el 70 por ciento de los empleados están en Paraná y el 30 restante diseminados en el resto de la provincia.
Hay un proyecto del diputado paranaense del PRO Esteban Vitor que se presentó en el año 2016 que plantea la creación del consorcio caminero pero con participación de la Dirección de Vialidad y le quita al productor miembro del consorcio, la responsabilidad legal de responder y rendir cuentas ante accidentes, pero nunca fue tratado.
¿Consideran que debería existir una Política de Estado al respecto?
FARER es una sociedad rural confederada formada por productores agropecuarios en mayoría ganaderos que está adherida a CRA, Confederaciones Rurales Argentinas. Cuando voy a las reuniones federales donde se encuentran representantes de todas las provincias me doy cuenta que el camino rural es tema fundamental en todo el país, pero que cada provincia lo trata de manera diferente. Por ejemplo en Corrientes el 50 por ciento del impuesto inmobiliario es destinado a Vialidad y eso provoca un mejor mantenimiento y cuidado del camino.
Nuestro país es muy grande y muy distinto geográficamente y climáticamente, por lo cual existen necesidades diferentes. También Entre Ríos es una provincia muy disímil. En el Sur, donde yo me encuentro, los campos son bajos o semibajos y eso hace que haya poca población rural y por eso el consorcio no funciona bien. No es lo mismo por ejemplo en la zona de Nogoyá donde hay mucho campo y más población rural que puede encargarse de cuidar los caminos. Pero más allá de que existan situaciones distintas, el camino es fundamental para el trabajador del campo en todo el país. Cualquier tipo de producción que se realice se verá perjudicada sin conexión. El camino es la columna vertebral de la producción. Si no tenés camino no podés salir, ni entrar y esto perjudica a todos los ciudadanos, al cura, al maestro, al alumno, al médico… Todos nos beneficiamos con los buenos caminos.
POR VERÓNICA JANOWICZ