Los equipos de construcción han experimentado una transformación tecnológica en la última década, que se ha traducido en mejoras significativas de la productividad, la eficiencia, la seguridad y el impacto medioambiental.
En esa línea, AEM analiza cuatro avances clave en los equipos: el control de máquinas y pendientes, motores y transmisiones, sistemas de control digital y telemática de máquinas.
En los últimos 30 años, estos cuatro avances han permitido una reducción del 79% de las lesiones en el lugar de trabajo, reducción del 83% de las muertes en el lugar de trabajo relacionadas con los equipos, disminución del 96% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas por galón de combustible diésel consumido y 13% de reducción de las emisiones de CO2 por hora de máquina.
La telemática se trata de un conjunto de tecnologías utilizadas para rastrear, supervisar y optimizar a distancia los activos de maquinaria.
Como cualquier tecnología, la telemática no ha dejado de evolucionar en la última década.
«Se ha pasado de saber dónde está un equipo a saber qué está haciendo ese equipo»
Mike Granruth, director de desarrollo empresarial de Trimble
«Este tipo de información no solo capacita a los encargados de gestionar los equipos, sino también a los que gestionan las obras y la empresa en su conjunto. Todo ello enlaza con el concepto de ejecutar un proyecto a tiempo y dentro del presupuesto, y que todo se haga de forma segura», afirma Granruth.
La telemática también puede ayudar a automatizar algunas tareas que debe realizar un gestor de equipos. Una práctica conocida como geofencing (perímetro virtual) es un buen ejemplo. La misma permite a los gerentes establecer alarmas y generar alertas cuando una máquina llega a un área determinada.
A medida que la telemática va madurando, adquiere nuevas funciones. La telemática está empezando a abarcar sensores adicionales de recopilación de datos, como la cantidad de combustible o de líquido de escape diésel que hay en una máquina.
También esta tecnología de rastreo a distancia permite mejorar malos hábitos, como dejar que una máquina funcione excesivamente, lo que es perjudicial para el motor y el sistema de postratamiento. El ralentí (régimen mínimo de revoluciones por minuto) también gasta mucho combustible. De hecho, se calcula que entre el 10% y el 30% del combustible que consumen las máquinas de construcción es ralentí no productivo. Aprovechando la telemática, el ralentí no productivo podría reducirse en un 10-15% de media.
Desde AEM indican que aún queda mucho por hacer para garantizar la adopción de la telemática generalizada. Sobre este punto, hay cuatro acciones clave que pueden desempeñar un papel fundamental: financiación estatal y federal para crear eficiencias y un retorno de la inversión a largo plazo, incentivos para impulsar la adopción, educación de los principales interesados para que comprendan el valor y garantizar la infraestructura necesaria para que la tecnología funcione.
Todos los grandes fabricantes de maquinaria ofrecen ya algún nivel de conectividad y telemática en sus nuevos equipos.
Case Construction Equipment, por ejemplo, integra los datos telemáticos en sus manuales de servicio electrónicos, y los técnicos empezaron a utilizarlos.